La Sagrada Familia despedirá trabajadores por la caída de ingresos durante la pandemia, según ha adelantado TV3 y ha confirmado la ACN. En una carta a la cual ha tenido acceso la televisión pública, la dirección del templo justifica la "reestructuración interna durante el segundo semestre" por la "delicada" situación económica, financiera y productiva estructural, sin concretar el número de afectados.

Los responsables del monumento no prevén recuperar los ingresos y la actividad edificativa hasta de aquí tres ejercicios y siempre que no haya "ningún contratiempo". La llegada progresiva de turismo incentivó la reapertura de la Sagrada Familia los fines de semana hace quince días y este lunes ha abierto también la venta de tickets los viernes.

El templo calcula que se producirá una "lenta" pero "progresiva" recuperación del turismo a partir del segundo semestre del 2021 con unas cifras todavía lejos del volumen de visitantes del 2019. "Si no hay imprevistos, se espera consolidar el turismo en Barcelona con volúmenes del 50% respecto del 2019", se precisa en el comunicado. Con todo, no prevé que sea hasta el 2023 en que se alcancen los nivel de ingresos y visitantes próximos al 2019.

El comunicado a los trabajadores lo firma la dirección general con fecha de 11 de junio. Desde el inicio de la pandemia, en marzo del 2020, la Sagrada Familia ha pasado varios meses cerrada y ha presentado expedientes de regulación de empleo para hacer frente a la falta de visitantes.

La Sagrada Familia reabrió las puertas el sábado 29 de mayo después de siete meses cerrada. El templo de Gaudí cerró el 31 de octubre, coincidiendo con el empeoramiento de los datos de la pandemia.

Colas para la reapertura

A las nueve de la mañana, hora en que abrieron puertas, ya había colas para acceder a la basílica, aunque la mayoría de visitantes eran de todo el Estado, también había bastantes turistas europeos, especialmente portugueses y franceses, e incluso algún americano y japonés. Por ahora, sólo abre las mañanas de los fines de semana, entre las nueve y las tres del mediodía y los viernes, a la espera de la evolución sanitaria.

Sólo se permite la entrada a 4.500 personas, 1.500 menos de los que permite el Procicat. Antes de la pandemia podían llegar a pasar 15.000 personas diarias.

La construcción

La pandemia del coronavirus ha provocado el retraso de las obras de la Sagrada Familia, que tendrían que culminar el año 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí. Desde el año pasado los esfuerzos de la construcción se han centrado en las torres de los evangelistas, la torre de la Virgen y la torre central de Jesucristo, pero, como en muchos otros aspectos, la crisis sanitaria ha hecho tambalear la economía del templo, procedente de los donativos de los visitantes, y sus planes para finalizar las obras en sólo 6 años.

El 16 de septiembre del año pasado, Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, admitió que había que replantear el calendario, hecho que afecta al hito que teníamos marcada del 2026, y es que la reducción de visitantes por la caída del turismo hacía "imposible" alcanzar el objetivo. La economía, nadie lo esconde, es un problema: de los 100 millones de euros de presupuesto del 2019 se pasa a tan sólo 17 este año.

 

Foto principal: La Sagrada Familia, cerrada durante la pandemia / ACN