Barcelona se encuentra en fase de excepcionalidad por sequía. De acuerdo con eso, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha anunciado este miércoles las medidas y restricciones que entrarán en vigor. Más concretamente, se parará la acequia con agua potable en las zonas verdes (es decir, el césped de parques y jardines), que actualmente se hace mayoritariamente con agua potable. En cambio, sí que se mantendrá la "acequia de supervivencia" de arbustos y árboles. Eso incluye los proyectos en obras por toda la ciudad con árboles y arbustos, en los cuales se intentará potenciar el agua freática. Lo mismo pasará en el caso de la limpieza de las calles, y Badia ha asegurado que no se notará la diferencia del tipo de agua utilizada. En cuanto a las restricciones que implican a la ciudadanía directamente, el concejal ha detallado que la acequia de los jardines y huertos comunitarios no se podrá hacer con agua potable, excepto para hacer la mencionada "acequia de supervivencia". Por lo que refiere a las actividades recreativas, Badia ha adelantado que "seguimos como estábamos": sin juegos de agua, sin fuentes ornamentales y sin rellenar las piscinas. Badia ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para ahorrar agua y cuidar del espacio público ante la grave sequía.

Medidas para hacer frente a la sequía en Barcelona

En la rueda de prensa, Eloi Badia también ha anunciado la puesta en marcha de un depósito de agua regenerada en Montjuïc, proveniente de la depuradora de El Prat, el cual asegura que estará listo dentro de unos dos o tres meses, una vez se hayan hecho las pruebas sanitarias pertinentes. El concejal de En comú Podem se ha mostrado optimista, a pesar de los 29 meses consecutivos de sequía, porque se hayan tomado medidas preventivas y de diversificación del agua. Gracias a la desalinización y regeneración, la mitad del agua que se consume hoy en el área metropolitana no existía en la última sequía, hace 15 años. Sin eso, ha asegurado Badia, hoy "estaríamos hablando de restricciones de agua potable". De acuerdo con el despliegue de las medidas correspondientes a la fase de excepcionalidad de sequía pactada entre la Generalitat y la Agència Catalana de l'Aigua, se restringe el consumo de agua a 230 litros por habitante al día. Según Badia, Barcelona está lejos de este umbral, porque ya se había conseguido reducir el consumo medio de la ciudad a 153 litros.

Excepción por la sequía en Catalunya

Después de 29 meses de sequía en Catalunya y con los embalses en un preocupante 28% de su capacidad total, el Govern ha decretado el estado de excepcionalidad en el sistema Ter-Llobregat y en el acuífero Fluvià Muga, con el aumento de restricciones que eso supone a la población. Estas medidas entran en funcionamiento este jueves, después de que el Ejecutivo lo pactara el martes y la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) haya aprobado la entrada en vigor de la fase de excepcionalidad. Tal como explicó la consellera de Acció Climàtica, Teresa Jordà cuando anunció el cambio, pasar de alerta a excepción supone pasar de un semáforo amarillo a un semáforo rojo, ya que este es el cuarto escenario de un total de cinco que plantea el plan antisequía de la ACA. El nivel máximo es el de Emergencia, que incluye medidas mucho más estrictas, como una dotación máxima de 200 litros de agua por habitante y día (con la excepcionalidad, es de 230), que se puede ver todavía más reducido, hasta los 160 en la fase de Emergencia III.