Después de 29 meses de sequía en Catalunya y con los embalses en un preocupante 28% de su capacidad total, el Govern ha decretado el estado de excepcionalidad en el sistema Ter-Llobregat y al acuífero Fluvià Muga, con el aumento de restricciones que eso supone encima de la población. Estas medidas entran en funcionamiento este jueves, después de que el Ejecutivo lo pactara el martes y la Agencia Catalana del Agua haya aprobado la entrada en vigor de la fase de excepcionalidad. Tal como explicó la consellera de Acció Climàtica, Teresa Jordà, cuándo anunció el cambio, pasar de alerta a excepción supone pasar de un semáforo amarillo a un semáforo naranja, ya que este es el cuarto escenario de un total de cinco que plantea el plan antisequía de la ACA. El nivel máximo es el de Emergencia, que incluye medidas mucho más estrictas como una dotación máxima de 200 litros de agua por habitante y día (con la excepcionalidad es de 230), que se puede ver todavía más reducido hasta los 160 litros en la fase de Emergencia III.

Aunque la nueva fase de excepcionalidad no afecta al conjunto de Catalunya, sí que impacta en la gran mayoría de los catalanes, casi 6 millones, ya que entra en vigor en las zonas más pobladas del país. En total son 224 municipios de un total de 947 y 15 comarcas de 41, pero entre las poblaciones afectadas está el área metropolitana de Barcelona, donde se concentra la mayoría de la población de Catalunya. Mientras tanto, 18 zonas en las cuales está dividido el territorio de las cuencas internas, dos unidades seguirán en situación de normalidad, tres en prealerta y nueve en alerta. En excepcionalidad serán cuatro: embalses del Llobregat, embalses del Ter, sistema Ter-Llobregat y acuífero del Fluvià-Muga. Puedes comprobar si tu municipio se encuentra entre los afectados utilizando el buscador.

Aunque en enero desde el Govern calculaban que faltaban como mínimo dos o tres meses para cambiar de estado, este ha llegado en solo seis semanas después de una primera advertencia del Ejecutivo, que confiaba en más lluvias, sobre todo durante la primavera. Con todo, los modelos meteorológicos no pronostican ningún cambio de tiempo y aunque en los últimos días la borrasca Juliette ha dejado algunos chaparrones, estos no han sido en ningún caso abundantes. Las lluvias tendrían que ser generalizadas y constantes por todo el territorio, y a la espera de la época más lluviosa del año, no parece que estas tengan que llegar ni a corto ni a medio plazo.

Las nuevas restricciones por la sequía en Catalunya

Con respecto a las medidas, la más destacada es una reducción de la dotación de agua media por habitante y día. Si en el escenario de alerta era de 250 litros por habitante y día, en excepcionalidad pasa a los 230 litros. Desde la Agència Catalana de l'Aigua explican a ElNacional.cat que estos 230 incluyen todos los servicios municipales, no solo el consumo en los hogares. En este sentido, según los datos de la entidad correspondientes al 2021, el consumo medio es de 117 litros por habitante y día en Catalunya, aunque hay muchas diferencias entre comarcas: donde se consume más está en la Vall d'Aran, rozando los 400, y donde menos, en la Terra Alta, por debajo de los 100. En este contexto, el endurecimiento de las restricciones no tendría que afectar al consumo medio de los habitantes a la hora de ducharse, lavar los platos o poner lavadoras, sino que los recortes en la dotación van más bien dirigidos una reducción del consumo municipal.

Además, se reducirá la dotación de riego agrícola en un 40% o se sustituirá parte de los caudales destinados a riego agrícola por aguas regeneradas. Quedará prohibido el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes de carácter público o privado, con la excepción del riego de supervivencia de árboles o plantas. En este caso, se hará gota o a gota o con regadera. Se prohíbe la limpieza de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas o edificios con agua potable. Las piscinas de agua dulce que dispongan de sistemas de recirculación solo se podrán llenar parcialmente, siempre con las cantidades mínimas para garantizar la calidad sanitaria.

Los ayuntamientos, responsables de control los límites

Aparte del escenario de excepcionalidad y el nuevo llamamiento a la reducción del uso del agua del Govern, también se ha aprobado el decreto de medidas de emergencia para proteger los embalses, agilizar actuaciones y disuadir y penalizar posibles incumplimientos de las restricciones. Con todo, el control no se hará de manera individualizada, sino que tendrán que ser los ayuntamientos quienes garanticen que el cómputo global del municipio entre dentro de los límites. Tal como se adelantó durante el fin de semana, también se incrementa el volumen de agua que pasa del pantano de Sau a Susqueda. El primero es uno de los embalses que se encuentra en un estado más crítico, al 15% de su capacidad, mientras que el de Susqueda está al 36,6% y, según Teresa Jordà, "el agua se moverá para no perder ni una gota y evitar que se quede inutilizable en términos de calidad sanitaria". Finalmente, el ACA triplicará las ayudas para los transportes de agua con camiones cisterna.