La intención del Ayuntamiento de Barcelona -que en esta cuestión cuenta con el apoyo de la Generalitat-, de convertir la Jefatura Superior de la policía española de la Via Laietana en un espacio de memoria donde se recuerde que el inmueble fue un lugar destacado de la represión franquista, incluida la tortura, ha llevado a una reacción por parte de los sindicatos policiales que demuestra que ya no las tienen todas de que podrán quedarse en un edificio de infausta memoria para los barceloneses y los demócratas.

Aunque el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, insiste a conservar el inmueble para uso del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), asegurando que "no contempla" ningún traslado porque no ve ningún "motivo operativo para hacerlo", el consistorio barcelonés insiste en la necesidad de seguir negociando la reubicación de la Jefatura, que ya fue avalada por el Congreso de los Diputados en junio del 2017 -durante el mandato de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno-, cuando se aprobó en la Comisión de Interior el nuevo uso de la Jefatura por medio de una Proposición No de Ley presentada por ERC.

Según explicó este martes el concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, Barcelona persiste en la intención de convertir el edificio en un "equipamiento de memoria, de reparación de las personas represaliadas, un centro de divulgación, un espacio donde haya los archivos de la represión y un espacio que nos interpele en el presente de lo que fue la represión política, la franquista y también la tortura que hay en todo el mundo".

Toda esta negociación se ha encontrado con la oposición frontal de los sindicatos policiales, en especial Jupol, organización sindical mayoritaria al CNP y vinculada a Jusapol, entidad surgida para reclamar aumentos de sueldo pero con fuertes vínculos con el españolismo representado primero por Ciudadanos y actualmente por el partido ultra Vox.

Bastión del españolismo

De hecho, la Jefatura de la Via Laietana se ha convertido los últimos años en un bastión del españolismo, convirtiéndose en foco principal de manifestaciones y protestas de los últimos años, tanto las de signo independentista, que defienden su marcha, como las de signo españolista y de ultraderecha, que ven en la presencia del CNP una garantía de la permanencia de Catalunya dentro de España.

Concentración independentista ante la Jefatura de la Via Laietana / Sergi Alcàzar

En este contexto, Jupol ha reaccionado promoviendo una recogida de firmas en la plataforma change.org defendiendo que en el inmueble trabajan "centenares de agentes" y que un traslado "sería muy complicado y supondría una merma de las condiciones laborales y operativas". El mismo sindicato pide el apoyo de la ciudadanía destacando un supuesto "esfuerzo, dedicación y compromiso con la sociedad de los agentes de la Policía Nacional en Catalunya". Todo parece indicar que se ven a venir que tarde o temprano, la Jefatura de la Via Laietana será, ahora sí, un inmueble al servicio de la ciudadanía.

 

Imagen principal: Manifestación españolista ante la Jefatura el día antes del referéndum del 1 de octubre del 2017 / Sergi Alcàzar