Cuando el 9 mayo de 1991 murió en Suiza el magnate Julio Muñoz Ramonet se inició una historia que, pasados treinta años, todavía no ha acabado. El empresario e industrial, que hizo fortuna en tiempo del estraperlo y la especulación aprovechando la corrupción inherente de la dictadura franquista, hizo un regalo envenenado a la ciudad de Barcelona, le legó su patrimonio, que consistía en una fabulosa colección de arte además de los edificios y jardines de su propiedad en la calle de Muntaner de la capital catalana.

Pero tan pronto como que se supo que el magnate había testado a favor de la ciudad de Barcelona, buena parte del arte de su colección desapareció y se ha podido ir recuperando con cuentagotas. Así, en el año 2017 fueron recuperados los cuadros 'La aparición de la Virgen del Pilar', de Goya y 'La Anunciación' de El Greco, que ahora están depositados en el MNAC; en 2018 se recuperaron doce pinturas más en una finca de Sant Andreu de Llavaneres propiedad de las hermanas Muñoz Vilallonga, hijas del industrial y el año pasado, en dos operaciones de la Guardia Civil en febrero y en marzo se recuperaron hasta 583 cuadros ocultos en varios locales y viviendas de Barcelona, Madrid y Alacant, propiedad de familiares del empresario.

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Fachada y jardín de la finca Muñoz Ramonet / ACN

Con todo, el grueso de estas obras, que incluyen entre otros, cuadros de Francisco de Goya, Marià Fortuny y Ramon Casas además de retablos góticos, todavía no han sido devueltos a la Fundació Muñoz Ramonet, que depende del ayuntamiento de Barcelona y es la heredera legal de la colección, que continúa con una larga batalla legal con los descendientes del empresario.

Ahora, coincidiendo en el tiempo con el anuncio del plan del ayuntamiento de convertir los edificios del legado en un centro singular dedicado a la cultura, el arte y la ciencia, un proyecto que no ha gustado nada al grupo municipal de JxCat, que proponía una biblioteca, el teniente de Alcaldía de Cultura, Educación y Ciencia de Barcelona, Joan Subirats, se ha mostrado convencido, en declaraciones en la ACN, que el ayuntamiento podrá culminar el proceso de recuperación de las obras del legado y encarar una primera exposición "de al menos de una primera parte" en el próximo año o, como mucho, antes que se acabe el mandato.

Exposición en el mismo edificio

Además, Subirats ha reconocido que el edificio principal del complejo de la calle de Muntaner podría acoger de manera permanente una "parte muy significativa" de las obras y que el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) podría reunir el resto, ya que garantiza la "salvaguardia y mantenimiento" y encaja en el periodo histórico de su colección.

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Entrada de una de las fincas del palacio Muñoz Ramonet / ACN

De momento, y según ha declarado Subirats a la ACN, el ayuntamiento está a la expectativa del juez, que es quien les da indicaciones del punto hasta el cual pueden llegar: "Ahora hay que ver el estado de conservación, cuáles coinciden con catálogos que tenemos de las obras de legado siempre bajo vigilancia del juez para saber si ya se pueden empezar a trasladar y donde las depositamos".

En todo caso, tres décadas después de la muerte de Muñoz Ramonet, el legado todavía no ha llegado entero a manos de la ciudad y las previsiones más optimistas del ayuntamiento sitúan una primera exposición parcial para el 2022 o, quizás, el 2023. Una historia, parece, de nunca acabar

 

Imagen principal: Uno de los cuadros recuperados en 2018, estropeado con una rasgadura / ACN