Tal día como hoy del año 1991, hace 28 años, moría en Coira (Grissons-Suissa) Julio Muñoz Ramonet, que durante la dictadura franquista había creado un entramado empresarial basado en la especulación y el estraperlo con la connivencia de las autoridades franquistas. Muñoz Ramonet había nacido en Barcelona el año 1916, en una familia formada por el andaluz Serafín Muñoz Ruiz y la catalana Florinda Ramonet Sindreu, relacionada familiarmente con los propietarios de los almacenes El Barato

Muñoz Ramonet creció en un ambiente de comodidad y de permisividad que condicionarían su vida adulta. Cuando estalló la Guerra Civil española (1936), la familia Muñoz Ramonet se pasó a la zona controlada por el bando franquista. Se establecieron en Donosti, y allí murió el padre. Acto seguido la madre tejería estrechas relaciones con los mandos franquistas que, concluido el conflicto (1939), resultarían decisivas en la formación del entramado empresarial de Julio Muñoz Ramonet.

En Barcelona inició su carrera empresarial, en muchas ocasiones, de forma fraudulenta y siempre amparado por las más altas instancias del régimen franquista. Su modus operandi más conocido consistía en convenir con las autoridades la alteración de la cuota de materia prima que el régimen asignaba a las fábricas textiles. Aquellas que quedaban sin cuota, se veían obligadas a cerrar, y entonces los hermanos Julio y Álvaro Muñoz Ramonet las adquirían a precio reventado.

También, en ocasiones, de forma fraudulenta y con la complicidad del régimen franquista acumuló una importante colección de arte. El caso más conocido sería la colección Bosch Catarineu, que su propietario había depositado en el MNAC como prenda de un crédito concedido por la Generalitat republicana en su fábrica. Concluido el conflicto civil (1939), sus legítimos propietarios no pudieron recuperar la prenda y Muñoz Ramonet consiguió la colección comprando la fábrica y el aval en condiciones más que favorables.

También tuvo una turbia relación empresarial con el dictador dominicano Trujillo Molina: crearon dos entidades bancarias en Suiza con el propósito de blanquear dinero procedente de actividades delictivas. Con el cambio de modelo económico (de control absoluto a tímida apertura de mercados), el entramado de Muñoz Ramonet entraría en declive. La Compañía Internacional de Seguros (empresa insignia de su imperio) iría a la quiebra y dejaría a miles de clientes sin cobertura y centenares de empleados sin trabajo.

Aunque fue repetidamente imputado, nunca fue condenado. Después del escándalo de la Internacional huyó a Suiza. Legó su patrimonio artístico al Ayuntamiento de Barcelona, pero previamente sería presuntamente saqueado por sus cuatro hijas.