Joan de Canyamars es un personaje que pasó a la historia por intentar asesinar al rey Fernando el Católico en la plaza del Rei de Barcelona el 7 de diciembre de 1492. Atribuyéndole a este campesino regicida del siglo XV un poso reivindicativo, en pleno siglo XXI el nombre se ha convertido en una firma colectiva que observa a pie de calle las vicisitudes de la capital de Catalunya en el libro Malaguanyada Barcelona (Miradorllibres, 2023), una obra elaborada por "más dos manos" que se centra en los problemas que la ciudad acarrea a causa de su alta densidad histórica, así como la mala gestión presente.
El libro, aparecido antes de las elecciones municipales como grito de alerta antes de pasar por las urnas, no ha perdido vigencia con el paso de los meses, porque los problemas que radiografía siguen siendo los mismos. De hecho, si la obra lleva por subtítulo 'Alta densitat demogràfica, pulsió immobiliària i caos' es porque la situación en Barcelona no se puede desligar de dos hechos interrelacionados, la densidad "asiática" y las dificultades para disfrutar de una vivienda digna. Problemas que ni solucionó la alcaldesa Ada Colau, ni que probablemente solucionará el alcalde Jaume Collboni, todo ello acompañado de una sensación de dejadez que el autor con seudónimo ilustra sobradamente con imágenes de grafitis por toda la ciudad.
Vamos por partes, la densidad de Barcelona es de las más altas de Europa, con más de 16.000 habitantes por kilómetro cuadrado, con picos como el Eixample, donde se llega a los 36.000 habitantes por km². Todavía más, entre los barrios de la Torrassa y Collblanc de l'Hospitalet de Llobregat y Sants-Badal de Barcelona se encuentra el kilómetro cuadrado más poblado de Europa. "Del amontonamiento se derivan la mayoría de los problemas de la ciudad", se apunta en la presentación del libro, para añadir posteriormente que Lisboa, con un área de 100 kilómetros cuadrados, prácticamente la misma que Barcelona, tiene tres veces menos habitantes.

El ensayo, breve y de lectura ágil, insiste en el hecho de que "la densidad demográfica lo condiciona todo", pero apunta también que los actuales gestores de la ciudad no han sabido encontrar soluciones a los problemas que vive la ciudad, añadiendo, desde un cierto irredentismo sarrianense, que el actual sistema electoral, con una demarcación que engloba todo el municipio, no es la mejor alternativa posible para encarar los problemas de la ciudad, que también son los de sus distritos. En conclusión, Malaguanyada Barcelona es un trabajo que aporta elementos para entender la raíz de muchos de los problemas que acarrea la ciudad.