El templo de la Sagrada Familia trabaja con el objetivo de acabar las obras en el marco de una década, pero la finalización definitiva tiene por delante un escollo importante, la construcción de una escalinata de acceso a la Fachada de la Glòria que atraviese la calle Mallorca. Construirla según el proyecto de la Junta Constructora supone expropiar a los residentes del otro lado de la calle y derribar los edificios donde viven, un hecho previsto en el Plan General Metropolitano (PGM) de 1976 que ha generado un conflicto entre templo y vecinos que dura desde los años setenta, pero que ahora, con un calendario más ajustado de finalización, reclama una solución definitiva.

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En este marco, y pocos días después de que se dieran a conocer varios proyectos que permitirían reducir las expropiaciones, que según el PGM podrían llegar al millar, el Ayuntamiento de Barcelona se ha reunido este jueves por la tarde con representantes de la Associació de Veïns i Veïnes Sagrada Família i la Associació de veïns afectats per la construcció del temple de la Sagrada Família para encauzar la situación. Del encuentro ha salido un compromiso por parte del consistorio, el de encontrar en este mandato, es decir, antes de las elecciones municipales de 2027, una solución acordada por todas las partes. Eso sí, dejando la ejecución de esa posible solución para más adelante.

Así lo ha explicado en declaraciones a los medios después de la reunión con los vecinos la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, que ha marcado la necesidad de encontrar la solución ante un "calendario mucho más cierto de final de obras", y por eso ha marcado dos premisas en lo que no es más que el inicio de una negociación, "tenemos que encontrar una solución pronto y que garantice el derecho a la vivienda". Con respecto a la primera premisa, la misma Bonet ha afirmado que el gobierno municipal "ha asumido la voluntad de que este mandato sea el mandato en que seamos capaces de encontrar una solución urbanística definitiva para la Fachada de la Gloria y su continuación".

"Realojamiento o indemnización"

Con respecto a garantizar el derecho de la vivienda, Bonet ha recordado que en el caso de una expropiación forzosa, como sería el caso, los afectados "tienen derecho a un realojamiento o una indemnización", apuntando que si finalmente la solución acordada comporta expropiaciones, quien tendría que afrontar el coste tendría que ser "el beneficiario, que no es el Ayuntamiento," en una referencia implícita a que los realojamientos o indemnizaciones las debería costear la Junta Constructora de la Sagrada Familia. De hecho, una de las posibilidades que hay sobre la mesa es la de reubicar a los vecinos afectados en un solar adyacente que ya es propiedad de la Sagrada Familia.

En todo caso, Bonet ha insistido en que habrá que "traducir el planeamiento urbanístico vigente de 1976 y no ejecutado en una nueva realidad jurídica fruto de la propuesta o la solución urbanística que finalmente acordamos", apuntando que la solución final tendría que comprender "una modificación del PGM que traduzca el acuerdo en una nueva realidad", que ya no sería la planteada en 1976. Sobre las propuestas dadas a conocer por los vecinos y trabajadas con el anterior gobierno municipal, Bonet ha asegurado que las conoce y que "están sobre la mesa como otras propuestas".

Eso sí, aunque Bonet ha considerado que la reunión "ha ido bien", ha insistido en que solo han quedado claras las premisas con que el ayuntamiento encara la negociación, es decir, la intención de encontrar una solución este mandato que garantice el derecho de la vivienda, pero sin dar ninguna pista de cómo sería esta solución. De hecho, la primera teniente de alcaldía no ha querido verbalizar si la solución final tiene que pasar por construir o no la escalinata o afectar a más o menos vecinos, sino que ha considerado que la voluntad del consistorio "no es llegar a una determinada solución, sino llegar a una solución acordada que garantice el derecho de la vivienda y que sea pronto".

"No es conveniente ni facilitadora la premisa de si hacemos o no escalinata", ha apuntado Bonet, que ha añadido la intención del ayuntamiento de sentar en una misma mesa a los vecinos afectados, la Junta Constructora y el mismo Ayuntamiento. Además, ha señalado que el compromiso del gobierno municipal es el de encontrar la solución este mandato, pero teniendo en cuenta que la ejecución se alargará al menos hasta el otro mandato, ya que no se prevé que la Fachada de la Gloria esté acabada a corto plazo, y será entonces cuando ya se tenga que aplicar la solución. Bonet espera llegar a este momento con una solución consensuada por todas las partes que pondría punto final a un conflicto de casi medio siglo de existencia.