El templo expiatorio de la Sagrada Familia lleva 141 años en construcción, y aunque para muchos barceloneses las obras parecen eternas, su finalización ya es cuestión de años. Aunque la Junta Constructora prefiere no aventurarse a dar ninguna fecha de fin de las obras, después de que la pandemia de la covid-19 comportó la renuncia a dar por acabada la obra en 2026 a causa de la caída de los ingresos, la recuperación del turismo, que este 2023 igualará las visitas de 2019, lleva a prever que los trabajos no se deberían alargar mucho más allá del final de la década.

De hecho, a pesar del paro pandémico, los últimos años las obras han tomado una velocidad de crucero, con un ritmo que ha comportado inauguraciones importantes año tras año, en especial con respecto a las torres, que son los elementos más visuales de la construcción. El 'skyline' de Barcelona cambia a un ritmo vertiginoso, con el levantamiento de la torre de Jesús, que convertirá a la Sagrada Familia en la construcción más alta de Barcelona después de la torre de Collserola cuando se acabe en 2026, y con las inauguraciones de la torre de la Virgen en 2021, las de los evangelistas Marcos y Lucas en 2022 y las de los evangelistas Mateo y Juan este 2023.

¿Qué se ha hecho este 2023?

La misma Junta Constructora informa anualmente de los avances de las obras y recientemente ha hecho el repaso de las actuaciones de este 2023, con una serie de intervenciones que combinan las más visibles con aquellas que no quedan tan evidentes a la vista del público pero que igualmente son importantes para la finalización de la obra: estas son las actuaciones de este año según las explicaciones que dio el arquitecto director, Josep Faulí, el pasado 19 de septiembre:

  • Sala del crucero. Se ha acondicionado el interior de esta sala situada entre el crucero y la base de la torre de Jesús y se ha habilitado un acceso provisional. Está situada a unos 60 metros de altura.
  • Torres de los evangelistas. Este septiembre se han culminado las torres de los evangelistas Mateo y Juan, y durante octubre se desmontarán los andamios, que permitirán que se puedan ver en su integridad a pie de calle. La bendición de estas dos torres tendrá lugar el 12 de noviembre, día en que se inaugurará la iluminación de las cuatro torres dedicadas a los evangelistas y que se mantendrá hasta el periodo navideño. En el futuro, las cuatro torres formarán una aureola en torno a la torre de Jesús.
  • Torre de Jesús. Se ha culminado el noveno nivel de los doce que tendrá el tronco de la torre antes de empezar con el terminal. Actualmente, la torre mide 131 metros de altura, cuatro por debajo de las torres de los evangelistas y todavía 23 por debajo de las torres de la Villa Olímpica, los edificios más altos de Barcelona con 154 metros -la construcción más alta, en todo caso, es la Torre de Collserola, que mide 267-.
  • Restauración de las torres de la fachada del Nacimiento: Se han restaurado los torres de Judas y Matías y se trabaja en las de Bernabé y Simón. Se han hecho tareas de limpieza y sustitución de elementos aunque, según la misma Junta Constructora, los terminales estaban en buen estado teniendo en cuenta que han pasado cien años de su construcción.
  • Capilla de la Asunción: Iniciada en 2022, esta capilla está situada anexa al ábside de la calle Provença. De momento ya se han hecho los cimientos, tramos del claustro y el sótano que baja hasta menos once metros.
  • Sótanos: Situados a menos cinco metros, hay 3.500 metros cuadrados vaciados, que estarán destinados a museo y talleres.
  • Baptisterio: situado en la esquina de las calles Sardenya con Mallorca, a la derecha de la fachada de la Glòria, ya se trabaja en los cimientos y en la losa del sótano.
  • Cubiertas de las naves laterales: Se ha reanudado el trabajo en las cubiertas laterales, que contarán con ventanas que permitirán la entrada de luz natural sobre los tragaluces de las naves.
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
La finalización de la sala del crucero de la Sagrada Familia es una de las novedades de este 2023. Está situada a unos 60 metros de altura, entre el crucero y la base de la torre de Jesús / Foto: Montse Giralt
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
Desde la sala del crucero, que en un futuro será visitable y el 2025 ya tendrá la iluminación terminada, hay unas vistas inéditas de la misma Sagrada Familia y de la ciudad de Barcelona / Foto: Montse Giralt
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
Los accesos a las torres de los evangelistas, como este en la dedicada a san Juan, todavía son provisionales y cerrados al público. Las cuatro torres formarán una aureola en torno a la de Jesús / Foto: Montse Giralt

¿Qué queda pendiente?

A pesar de los avances, tanto los más visibles como las torres, como los menos visibles, como los que quedan en plantas subterráneas, el hecho es que todavía queda mucho trabajo por hacer, de manera que aunque en 2026 haya la previsión de coronar la torre de Jesús, la finalización total se alargará unos años más, por lomenos hasta finales de esta década o quizás todavía un poco más allá. Estas son las principales actuaciones pendientes:

  • Sala del crucero: En 2025 se prevé tener terminados los elementos de iluminación del techo y el acceso con pasarelas, que permitirán ver las bóvedas del crucero.
  • Torre de Jesús: Con el horizonte de finalizarla en 2026 -centenario de la muerte de Antoni Gaudí-, a la torre de Jesús le quedan ahora tres niveles más del tronco, que a partir de ahora se tendrán que construir con un andamio exterior, mientras que hasta el noveno nivel se ha construido con un andamio interior. Una vez acabado el tronco todavía habrá que hacer todo el terminal, que tendrá 17 metros de altura y estará coronado por una colosal cruz de cuatro brazos a la cual se podrá acceder por una escalera de caracol y su interior será visitable. El año 2024 se podrá ver el prototipo de la cruz. También está pendiente construir los accesos y el ascensor. La torre con la cruz tendrá una altura de 172,5 metros, lo cual quiere decir que todavía tiene que crecer más de 40 metros sobre su altura actual, lo que comportará un cambio radical de la silueta urbana de Barcelona. Solo a modo de ejemplo, en el espacio que falta de la torre de Jesús cabría el conocido Cristo Redentor de Rio de Janeiro, que tiene una altura de 38 metros.
  • Restauración de las torres de la fachada del Nacimiento: Quedan pendientes de finalizar las restauraciones de las torres dedicadas a Bernabé y Simón.
  • Capella de la Asunción: La previsión es finalizar esta capilla, que estará coronada por un cimborio de 30 metros de altura, en el año 2025. Cuándo esté completada contará con cuatro claustros, que ya se han empezado a construir.
  • Cubiertas: Actualmente se trabaja en las cubiertas de las naves laterales, pero todavía queda pendiente la cubierta de la nave central.
  • Sacristía: Será una de las últimas partes que se construyan, ya que estará situada en la esquina de las calles Provença con Marina. La razón para dejar para el final esta parte es logística, ya que ahora es la zona que se utiliza como entrada y depósito de materiales.
  • Capilla de la Penitencia: Irá situada en la esquina de las calles Marina con Mallorca, y todavía está pendiente de empezar.
  • Acceso de Metro: Dentro de la preparación de los sótanos, y a petición del Ayuntamiento de Barcelona, hay previsto un espacio para una posible conexión directa al Metro bajo las escaleras de la fachada del Nacimiento. Con todo, según la Junta Constructora, que finalmente se haga el acceso depende de estudios que confirmen la conveniencia. De hecho, podría quedar para más allá de la finalización oficial del templo.
  • Fachada de la Glòria: Es la parte visualmente más importante que todavía queda pendiente, ya que será la fachada principal, la que da a la calle Mallorca y estará coronada por cuatro torres que completarán las doce dedicadas a los apóstoles, conjuntamente con las de las fachadas del Nacimiento y de la Pasión. Con respecto a la construcción en vertical y dentro de los límites del solar, solo es cuestión de tiempo que se empiece a construir, pero el punto más complicado es el del acceso, que merece un tratamiento a parte.
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
El interior del templo ya está prácticamente acabado, pero queda pendiente hacer las cubiertas. Ahora se trabaja en las de las naves laterales y más adelante, en la de la nave central / Foto: Montse Giralt
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
El turismo es la principal fuente de ingresos del templo expiatorio de la Sagrada Familia, que prevé cerrar este 2023 con una cifra de visitantes similar a la del 2019, antes de la pandemia / Foto: Montse Giralt
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
Imagen inédita de las torres de la fachada del Nacimiento, en plena restauración, tomada desde la sala del crucero. Al fondo se distinguen las tres torres de Sant Adrià de Besòs / Foto: Montse Giralt

La escalinata, el punto más crítico de la Sagrada Familia

Si hay un punto que puede atascar la finalización de la Sagrada Familia a medio plazo, este es el del acceso por la calle Mallorca en la que en el futuro debería ser la entrada principal del templo por la fachada de la Glòria. El desnivel del terreno hace que la puerta de esta fachada quede elevada varios metros sobre el nivel de la calle y la Junta Constructora prevé salvarlo con una escalinata que atravesaría la calle Mallorca. De hecho, el templo sostiene que se trata de un diseño del mismo Antoni Gaudí, que previó la construcción de un paso elevado sobre la calle.

La cuestión es que este planteamiento prevé el derribo de los edificios que quedan justo en frente, o al menos uno de ellos, lo cual cuenta con la oposición de los vecinos, que reclaman una solución al acceso que no les afecte y que les dé la seguridad de que no perderán sus viviendas. Aunque sobre la mesa está la posibilidad de construir nuevas viviendas en solares próximos, el hecho es que hace años que se mantiene una pugna entre la Junta Constructora, que no renuncia a la escalinata y los vecinos, representados por la Associació de Veïns de la Sagrada Familia y, especialmente, la Associació d'Afectats per la construcció de la Sagrada Familia.

Con la intención de encontrar una solución consensuada, a principios del año 2020 se celebró una primera reunión a tres bandas, con representantes del templo, de los vecinos y del Ayuntamiento de Barcelona, pero la llegada de la pandemia congeló esta apuesta por el diálogo, que de momento no se ha reanudado. A estas alturas, la situación continúa atascada aunque las partes han mostrado los últimos días su intención de trabajar en una solución. El mismo 19 de septiembre, en el marco de la presentación de las novedades del templo, el director general de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, Xavier Martínez, aseguró que estaban "a disposición del Ayuntamiento para reunirnos y hablar del asunto", apuntando, eso sí, cuál sería su punto de partida: "Antoni Gaudí diseñó en su día la escalinata y es una parte a la que no renunciaremos".

XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
Una eventual solución al problema de la escalinata puede pasar para construir pisos en solares próximos donde reubicar a los vecinos afectados, cosa que permitiría derribar edificios actuales / Foto: Montse Giralt
XAVIER MARTINEZ I JORDI FAULI OBRAS SAGRADA FAMILIA / Foto: Montse Giralt
Jordi Faulí, arquitecto director de la Sagrada Familia, dando repaso de las novedades al templo y de las tareas pendientes desde la sala del crucero en una imagen del pasado 19 de septiembre / Foto: Montse Giralt

Por parte vecinal, el presidente de la Associació d'Afectats per la construcció de la Sagrada Familia, Salvador Barroso, señaló en declaraciones en ElNacional.cat que los vecinos también querían reanudar el diálogo e instaron a Collboni a convocar las partes: "Nosotros también esperamos que el ayuntamiento nos cite", señaló Barroso, que defenderá una solución que evite el derribo de las viviendas actuales.

Con estos posicionamientos, la pelota está ahora en el tejado de la Casa Gran, que tendrá que dar el paso de convocar las partes. De momento, sin embargo, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se ha limitado a asegurar, a petición de este medio con ocasión de los primeros cien días de mandato, que promoverá el diálogo: "Puedo garantizar que habrá diálogo con el patronato y evidentemente con los vecinos", afirmó. Ahora solo hay que saber cuándo se activará.