La campaña de promoción de la ciudad de Barcelona que el alcalde, Jaume Collboni, ha querido hacer con la celebración de dos etapas de La Vuelta a España, se ha visto oscurecida por los graves problemas de iluminación que se vivieron el sábado al anochecer, cuando a causa de la situación meteorológica el cielo se oscureció más pronto de lo previsto, dejando a oscuras el recorrido de la ronda ciclista por las calles de la ciudad. Para evitar que el domingo se repitiera la situación, se decidió avanzar el horario de apertura de las luces de forma manual, hecho que ha tenido un desenlace final inesperado, a causa de la programación manual: este lunes por la mañana todavía quedaban luces encendidas mucho después de la salida del sol.
Así lo ha adelantado El Periódico de Catalunya, que ha concretado que en la avenida Maria Cristina, justo el espacio donde el domingo finalizó la segunda etapa de la competición ciclista, las luces de las farolas del lado Besòs continuaban encendidos más allá de las nueve de la mañana, aunque posteriormente se han podido apagar, pese a que se preveía que toda la iluminación activada manualmente se apagara en su horario habitual, poco después de la salida del sol. Luces encendidas a plena luz del día, este ha sido el despropósito final de la iluminación de La Vuelta.
Hay que tener presente que la celebración de la primera etapa de La Vuelta fue polémica precisamente por la ausencia de luz natural al anochecer, un hecho que, como la prueba inicial de la ronda ciclista era una contrarreloj por equipos, perjudicó a los conjuntos que salieron más tarde, originando así un agravio comparativo con los que compitieron cuando todavía había suficiente luz diurna hasta el punto que Remco Evenepoel, ciclista belga ganador de La Vuelta en 2022, se mostró visiblemente enfadado ante la situación: "Es ridículo hacer una contrarreloj con esta oscuridad, no veíamos una mierda. Superpeligroso. La carretera está mojada, llena de agua. Es ridículo. No somos monos en un circo", afirmó.
Ante esta situación, y aunque el mismo Ayuntamiento de Barcelona aseguró en un primer momento que no se podía modificar la programación de la iluminación, se adelantó el encendido para el domingo a las 18 horas, con suficiente margen por garantizar la visibilidad, fuera cual fuera la situación meteorológica del final de etapa, que tuvo lugar en Montjuïc. De hecho, el concejal de deportes, David Escudé, aseguró que ante la previsión de lluvias del sábado por la tarde se intentó avanzar el encendido pero no fue posible. Eso sí, domingo sí que se pudo adelantar, pero con el resultado de que no todas las luces se han apagado este lunes por la mañana a la hora que tocaba.