El Ayuntamiento de Barcelona ya ha declarado en varias ocasiones su intención de dificultar al máximo la presencia de bicitaxis por las calles de la ciudad y en especial en las zonas más turísticas de la ciudad. Por esto los últimos días ha decidido redoblar la presión contra estos vehículos. Si hasta ahora se habían articulado varios operativos policiales que se orientaban sobre todo a la persecución de los vehículos que circulaban fuera de los itinerarios preestablecidos o estacionaban en sitios no autorizados, los últimos días se ha empezado a aplicar una nueva fórmula que ha tenido efectos inmediatos: los bicitaxis han desaparecido de la ciudad.

Lo que ha empezado a hacer la policía local ha sido parar a los conductores -en alguna ocasión con pasajeros y todo- para reclamarles la licencia de actividad económica y proceder, en caso de no tenerla, a requisar el vehículo y llevarlo|traer al depósito municipal. El efecto ha sido inmediato una vez se ha corrido la voz: para evitar quedarse sin vehículo, la flota de bicitaxis ha quedado escondida en sus lugares de aparcamiento y, como han hecho notar varios vecinos, han desaparecido de las calles.

De hecho, esta nueva medida ha llegado en paralelo a la decisión del ayuntamiento de prohibir la circulación de bicitaxis en el distrito de Sant Martí hasta el 31 de octubre, excepto cuatro rutas concretas, emulando así la situación de Ciutat Vella, donde también tienen el tráfico restringido a unos itinerarios concretos. Las rutas por donde podrán circular son la calle Marina, desde el frente marítimo hasta la avenida Meridiana; en esta avenida en el tramo entre la calle Marina hasta el límite con Sant Andreu; en la avenida Diagonal entre Glòries y la rambla Prim; y en la rambla Prim, desde la plaza de Llevant hasta el final de la calle. Ahora bien, estos recorridos están sujetos a que sus conductores tengan la preceptiva licencia para llevar actividades económicas, el resquicio que ahora ha encontrado la Casa Gran para echarlos de las calles.

600 denuncias por Semana Santa

Hay que recordar que con la vuelta del turismo masivo los bicitaxis han vuelto a hacer acto de presencia en Barcelona, y que durante la pasada Semana Santa el ayuntamiento impuso casi 600 denuncias por su uso irregular, principalmente, circular fuera de las zonas habilitadas. No pasa por alto tampoco que la intención del ayuntamiento es prohibirlos, al menos con respecto a su actividad económica, y en este sentido el consistorio acordó en la comisión mixta con el Govern la creación de una comisión con el propósito de conseguir su prohibición. Mientras esta no llega, la presión policial los ha echado de las calles. Al menos, de momento.