Desde que en diciembre del 2016 el Ayuntamiento de Barcelona decidió abandonar la práctica de capturas de palomas para sacrificarlas para pasar, desde enero del 2017, a alimentarlas con pienso anticonceptivo se ha conseguido una significativa reducción de la población de estas aves urbanas, que el mismo consistorio cifra en un 60%, pero no en toda la ciudad, sino en aquellas áreas en que ha empezado a dárseles este tipo de alimento. Ahora, para profundizar en esta necesaria reducción de la población de palomas y conseguir un control ético que evite los sacrificios, el ayuntamiento hace un llamamiento a la ciudadanía a no darles de comer.

Desde enero del 2017 que en diferentes puntos de la ciudad, preferentemente en torno a los mercados municipales, hay instalados alimentadores para palomas con pienso anticonceptivo con nicarbazina con el fin de reducir la natalidad en las colonias de palomas. Con todo, eso sólo es uno de los ejes de la política municipal para reducir el número de estas aves, que se calcula que en el área de Barcelona es de unos 103.000 ejemplares. Otros ejes de actuación implican dificultar la nidificación, especialmente en edificios en desuso, porque comportan problemas de salubridad y convencer a la ciudadanía de que no es necesario alimentarlos.

 

Superpoblación de palomas

De hecho, se considera que cuando la densidad de palomas de una ciudad supera la media de 300-400 palomas por km² se hace necesario establecer medidas para controlar la población, y en Barcelona la densidad se estima entre 1.300 y 1.700 palomas por km², lo que supone una superpoblación por la ciudad. Por eso un objetivo estratégico recae al reducir significativamente la cantidad de alimento que los ciudadanos los proporcionan y es por eso que ha puesto en marcha una campaña que hace un llamamiento a la corresponsabilidad de la ciudadanía para no proporcionarlos comida.

grafico palomas pienso anticonceptivo ajbcn

Disminución de palomas en colonias alimentadas con pienso anticonceptivo / AjBCN

Con respecto a los resultados específicos del tratamiento con pienso anticonceptivo, desde el inicio del tratamiento en 2017, la reducción total de palomas allí donde se ha administrado el fármaco es del 60%. En concreto, se ha producido una reducción de 2.278 ejemplares, con respecto a los 3.801 tratados al inicio del proyecto. Con respecto a los resultados concretos del último año, a lo largo del 2021, muestran una reducción del 27% de la población de palomas gracias al tratamiento administrado. Estas cifras manifiestan la eficacia del sistema como herramienta de gestión ética por la ciudad, donde la disminución de la natalidad ha permitido reducir un 60% el número de palomas de las zonas tratadas sin necesidad de hacer ninguna captura. Los resultados muestran un parón en la reproducción de las palomas tratadas.

Actualmente, la ciudad cuenta con 44 dispensadores, que cubren 36 colonias de palomas, y están situados según criterios de densidad y de las molestias ocasionadas por estas colonias. Este mes de marzo se ha ubicado uno de los dispensadores en la plaza de la Gardunya, detrás del mercado de la Boqueria. Además, durante el 2021 se hicieron medidas en los Mercados de la Mercè, Barceloneta, Ninot, Sants, Vall de Hebrón-Taixonera y la Marina, siendo actuaciones recurrentes año tras año. Y durante el 2022 se han realizado medidas puntuales o de refuerzo en el Mercado de Sant Antoni y está previsto realizar, actuaciones importantes en la Boqueria y en Santa Caterina, esta última ya está en ejecución.

En la mayoría de mercados la presencia de palomas es muy habitual, en algunos casos generando graves problemas, en otras incidencias puntuales. Es por eso, que se sigue haciendo seguimiento de todos los Mercados para hacer recopilación de incidencias y encontrar las soluciones específicas por cada mercado. Queda dar respuesta a la costumbre de las palomas de entrar andando por las puertas al estar muy acostumbrados a los humanos. Esta forma de acceder es de muy difícil solución.

Campaña en contra de alimentarlos

Con respecto a la campaña en contra de darles de comer, el objetivo es disuadir los grandes alimentadores (que pueden llegar a proporcionar más de 5 kg de comida diaria) y los alimentadores regulares (estarían entre 1 y 5 kg). Por eso ha impulsado un programa de formación a los informadores municipales, agentes cívicos, educadores sociales y agentes de policía de barrio de los distritos para identificar en los alimentadores (grandes, regulares y esporádicos) y la frecuencia y las cantidades de alimento que proporcionan. El objetivo es poder interactuar con estas personas con el fin de conseguir que reduzcan la cantidad de alimento aportado o incluso que dejen de alimentarlos. También se plantea hacer extensiva la campaña en el sector de la restauración, una medida que todavía habría que trabajar con distritos, para evitar que las terrazas sean puntos de alimentación de las palomas.

campaña no alimentar palomas barcelona ajbcnCampaña en contra d'alimentar a las palomas barcelonesas / AjBCN

La otra actuación que también impulsa el Ayuntamiento es para evitar la nidificación de las palomas. La Dirección de Servicios de Derechos de los Animales (DSDA) emite informes de evaluación de incidencias y propuestas de actuación a petición de los diferentes Servicios y Distritos del Ayuntamiento. Eso incluye, por ejemplo, actuaciones para instalar medidas que eviten el reposo de las palomas y que rebajen las molestias derivadas de su presencia, por ejemplo, en espacios o equipamientos municipales. También se busca dificultar la nidificación en locales y edificios abandonados o pendientes de rehabilitación en donde se pueden concentrar gran número de nidos, generando molestias y problemas de salubridad

Aumenta el volumen de quejas ciudadanas

Otro motivo para buscar la corresponsabilidad ciudadana para ir a la raíz del problema es poder dar respuesta a la creciente preocupación de la ciudadanía hacia la presencia de palomas en la ciudad. El total de incidencias y quejas registradas en el IRIS vinculadas con palomas ha sido de 1.504 durante el último año, 241 de las cuales relativas a alimentadores de palomas en vía pública. Eso supone un incremento del 67% respecto del año anterior, con un total de 897 quejas registradas en el 2020.

Este incremento se explica, en parte, por la recuperación de la vida ciudadana después de la pandemia, dado que durante el confinamiento hubo cierta dispersión de las palomas en investigación de alimento en su ámbito natural, es decir, en las zonas verdes de la ciudad y en espacios naturales de los alrededores del núcleo urbano. La conducta natural de esta especie es destinar unas 8 horas diarias en busca de alimento y, además, son capaces de mantener una velocidad de 50km/h durante horas, por lo cual no requieren la intervención humana para alimentarse.

Las 1.504 incidencias registradas responden en buena parte a ciudadanos o ciudadanas que reclaman solucionar problemas generados por la alta densidad de palomas relacionadas con la presencia de alimentadores y también por nidificaciones en edificios. En este balance también hay contabilizadas solicitudes de intervención por parte de los distritos y servicios municipales, en puntos o equipamientos concretos, como podrían ser los mercados alimentarios.