La histórica farmacia La Estrella de la calle Ferran es ahora una tienda de venta de derivados del cannabis y bisutería, el tradicional bar Brusi de la calle de la Llibreteria se ha convertido en una heladería enfocada al turismo y solo hace unos días se anunció el cierre de la tienda de discos Revolver de la calle Tallers. Estos son solo tres ejemplos de establecimientos con arraigo en la ciudad que han desaparecido o se han reconvertido en los últimos años, en una tendencia que parece no tener freno. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona cuenta con el catálogo de comercios emblemáticos, una herramienta que ayuda a evitar su desaparición, pero ahora, además, contará con un nuevo catálogo de establecimientos históricos y singulares que complemente el plan especial de comercios emblemáticos actual.
Así se decidió este miércoles a la Comisión de Economía y Hacienda con la aprobación de una proposición de Esquerra Republicana para impulsar una ampliación de los catálogos de establecimientos necesitados de protección, ya que, según los republicanos, los comercios singulares o históricos de la ciudad van "mucho más allá de los 200 que hay en el catálogo actual", según el portavoz adjunto de ERC, Jordi Coronas, que acusó el consistorio de haber prestado "poca atención a preservar el comercio singular", con ejemplos como los ya citados del bar Brusi y la farmacia La Estrella, y poniendo ejemplos a preservar a pesar de no estar catalogados como emblemáticos, "pero que forman parte del tejido identitario de la ciudad" como la coctelería Balius en el Poblenou, el restaurante El Roure en Gràcia, la Ferreteria Valls en Sant Antoni, el Forn Elias en el Camp de l'Arpa, la Bodegueta de Cal Pep en Sants y el bar La Principal en el Eixample.
Por eso, el nuevo catálogo de comercios históricos y singulares tendrá que incluir criterios de valor social, memoria colectiva, arraigo de barrio y continuidad generacional, y tendrá que permitir orientar políticas públicas de apoyo, reconocimiento y promoción. "Hay que actuar de manera proactiva facilitando el relevo generacional, conservando los usos y garantizando su continuidad", ha apuntado Coronas, que ha defendido que hace falta actuar más allá de la protección arquitectónica u ornamental y promover un reconocimiento activo y específico para los establecimientos que han formado parte de la vida cotidiana de los barrios durante décadas: "Son establecimientos que hacen que Barcelona sea la ciudad que nos gusta y que desgraciadamente estamos perdiendo", alertó el portavoz adjunto de ERC.
La intención es que este nuevo catálogo permita orientar políticas públicas de apoyo, reconocimiento y promoción. "Hay que actuar de manera proactiva facilitando el relevo generacional, conservando los usos y garantizando su continuidad", concluyó Coronas.