La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su formación, Barcelona en Comú, se enfrentan este lunes a una nueva prueba que puede evidenciar la debilidad del actual gobierno municipal, que con once concejales de cuarenta y uno necesita llegar a todo tipo de pactos para poder sacar adelante sus propósitos. Por lo menos, hasta que alguna otra formación se decida a cerrar un acuerdo de gobierno que otorgue un poco más de estabilidad a los tres años que todavía quedan de legislatura. Y en este sentido los acercamientos con ERC y PSC, a pesar de avanzar, no son suficientes, porque no suman lo suficiente.  

De hecho, este lunes hay convocado un pleno extraordinario con el objetivo de aprobar una modificación del presupuesto, lo cual ya es por sí misma una muestra de la debilidad de BComú al frente del Ayuntamiento, ya que las cuentas municipales de este año no son más que los del 2015 prorrogados, precisamente porque a finales del año pasado no hubo capacidad política para llegar a un acuerdo con las otras fuerzas.

Está en este contexto que el pleno extraordinario se plantea con un único objetivo en su orden del día, el de aprobar una modificación del presupuesto de la ciudad para este 2016 para incorporar un incremento neto de recursos de 275 millones de euros.

Votos insuficientes

Ahora bien, si no hay un acuerdo de última hora, todo apunta a que el pleno no servirá para nada, ya que de momento, Barcelona en Comú sólo cuenta con el apoyo explícito de ERC y el muy probable del PSC, después de los diversos acercamientos que los de Ada Colau han tenido con los partidos liderados por Alfred Bosch y Jaume Collboni.

La complicada aritmética municipal hace que con los 11 concejales de BComú, los 5 de ERC y los 4 del PSC no sea suficiente para sumar los 21 necesarios para sacar adelante la propuesta, y es por eso que se contaba con el apoyo, ni que fuera limitado a un voto, de los tres concejales de CUP-Capgirem Barcelona, que permitirían encarar con garantías el pleno municipal, siempre contando con los votos contrarios de los grupos municipales de CiU (10 concejales); C's (5) y PP (3).

Apoyo inicial de la CUP

En realidad, la modificación presupuestaria fue aprobada inicialmente con los votos favorables del Gobierno de BComú, de ERC, PSC y la CUP a finales de marzo, cuando CiU, C's y PP votaron en contra, y aunque entonces la CUP ya advirtió que su apoyo definitivo quedaba condicionado a la incorporación de sus propuestas, el equipo de gobierno contaba con poder sacar adelante el proyecto.

El acuerdo global, además, parecía atado el jueves pasado, cuando Colau y el líder municipal de ERC, Alfred Bosch, hicieron público un pacto por el cual los republicanos votarían a favor de la ampliación después de que incorporara propuestas del partido, como avanzar en la llegada del metro en la Zona Franca y desencallar la transformación de las prisiones de Trinitat Vella y La Model.

Por eso, el sorpresivo ‘no’ de la CUP conocido este viernes ha caído como una jarra de agua fría en BComú y ha hecho traquetear los cálculos de Colau y su equipo, que durante este fin de semana ha hecho lo imposible para tratar de llegar a un acuerdo. El sábado, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, convocó a la CUP a una reunión para seguir negociando, pero finalmente sus representantes no acudieron. Y este domingo por la mañana la líder de la CUP en el ayuntamiento, María José Lecha, ha reiterado su negativa a dar su apoyo a las cuentas, insistiendo en la necesidad de aceptar las diez medidas propuestas por su formación para cambiar el sentido del voto.

275 millones en el cajón

De nada han servido los llamamientos de Colau a la responsabilidad de la CUP para aprobar el lunes la ampliación para que "275 millones no se queden en el cajón" y se puedan invertir inmediatamente en infraestructuras y gasto social urgente.

En todo caso, la modificación de crédito prevé incorporar en los Presupuestos del 2016 un incremento neto de recursos de 275 millones de euros, llegando a unas cuentas cifradas en 2.549,4 millones de euros totales. En concreto, la ampliación presupuestaria sitúa los gastos corrientes en 2.146,9 millones –133 más que el Presupuesto inicial del 2015– y una inversión total de 402,4 millones, 45,4 más que la inicial del año pasado, aprobado por el Gobierno municipal del exalcalde Xavier Trias.

En esta situación, este domingo la presidenta del Grupo Municipal de C's, Carina Mejías, ya ha pedido que se "descarte" la modificación presupuestaria añadiendo que habrá que iniciar un nuevo diálogo con todas las fuerzas políticas. 

Al fin y al cabo y a falta de una solución de última hora, todo indica que el pleno extraordinario de este lunes está entregado al fracaso.