La nueva Via Laietana se ha inaugurado este domingo con una fiesta ciudadana, después de más de 3 años de obras y una inversión de 38 millones de euros. La primera teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, ha dicho en declaraciones a los periodistas que, con la reforma, la ciudad gana un "eje cívico" a la Via Laietana. Un eje renovado que, en palabras de Bonet, da "el pistoletazo de salida para trabajar para que sea, también, un eje económico", un proyecto en que trabajan "desde hace tiempo" en el Ayuntamiento. Sobre la falta de arbolado en las nuevas aceras, que llegan a medir más de 4 metros, Bonet indica que el túnel del metro, y la presencia de galerías de servicios poco profundos, impiden plantar árboles.

La Via Laietana inaugurada este domingo, cuenta con tres carriles de circulación de vehículos, dos en sentido mar y uno en sentido montaña, este con la circulación restringida. Solo los vecinos de los barrios adyacentes, vehículos de servicios, taxis con destino en la zona y vehículos de suministro en un determinado horario podrán circular en sentido ascendente. Esta limitación ha generado controversia, sobre todo entre los comerciantes de la zona.

Con respecto a la transformación de Laietana, un eje en la movilidad a la ciudad y, más específicamente, entre el Eixample y Ciutat Vella, la primera teniente de alcaldía ha valorado que las obras han dado como resultado uno "eje que invita a pasar, no a evitarlo, con nuevos espacios de estancia". Bonet ha querido enfatizar la ganancia que supone para la ciudadanía de la ciudad, pero sobre todo de los barrios próximos, los nuevos espacios de estancia. La renovada calle Junqueras, la plaza de Antoni Maura (entre la Catedral y el mercado de Santa Caterina), la plaza del Àngel y la plaza Idrissa Diallo, que cierra la Via por el lado mar, son los cuatro espacios  de estancia ganados para la conexión entre los barrios.

¿Qué piensan los vecinos?

Algunos de los vecinos de la zona se han acercado este domingo a la nueva Via Laietana para ver cómo luce la calle renovada. Es el caso de Francesc, que ve con buenos ojos la transformación porque se han eliminado carriles de circulación y se han ampliado las aceras. Ahora bien, considera que a veces no se piensa suficiente en los barrios de los alrededores y que la transformación tampoco contribuirá a fomentar el comercio de proximidad. "En la Via Laietana no ha habido ni habrá nunca", ha dicho.

Montserrat también cree que la transformación es "muy positiva" porque "nada resiste al paso del tiempo" y las ciudades cambian y "se tienen que buscar salidas". La misma opinión tiene Manel, que cree que la reforma de Via Laietana ha cambiado la "fisonomía" de la ciudad, con un espacio más amable para pasear.

¿Qué pasa en el transporte público?

A partir del 30 de junio se recuperará el paso de la línea 47, que conectará con el Eixample de subida a través de la Via Laietana. También se recupera el paso del bus de barrio 120, que recupera el recorrido de subida hasta Antoni Maura. De bajada, además del 47 y el 120, seguirán circulando las líneas V15 y V17.

Por el carril de subida se permitirá también -aparte de buses y vecinos- el acceso a los taxis con origen o destino dentro del ámbito de circulación restringida y usuarios de establecimientos determinados situados en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera. Los vecinos empadronados en estos barrios se tendrán que dar de alta para poder estar de forma fija y permanente en la lista de vehículos autorizados. Sobre la restricción de circulación, Bonet ha añadido que el Ayuntamiento estudiará posibles "ajustes", pero que el cambio en la movilidad en sentido montaña ha venido para quedarse.

Críticas de diferentes entidades y del PP

Pero la reforma no convence a todo el mundo. En un comunicado hecho público el viernes, las entidades integradas en la plataforma Taula Mou-te per Barcelona, así como otros colectivos adheridos, a pesar de considerar positiva la transformación de la Via Laietana, han denunciado que "el proyecto se ha ejecutado sin un verdadero consenso ciudadano y con un único objetivo: restringir drásticamente la circulación del vehículo privado entre un 20% y un 30%". Los firmantes del comunicado defienden la necesidad de un modelo de movilidad que no solo priorice al peatón, sino que "también contemple el mantenimiento de la conectividad en vehículo privado".

En un comunicado, el presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha denunciado que la reforma de la Via Laietana ha dejado "aislados" a los vecinos del Gòtic y el Born. También ha criticado que "el gobierno municipal impone un modelo de ciudad sin contar con la gente que vive allí y trabaja". Sobre la polémica respecto de la limitación de movilidad en el carril montaña, desde el PPC exigen "abrir el carril de subida a todo el mundo". Finalmente, el PP ha criticado que no se permita el paso de las líneas de autobús V15 y V17, la falta de sombras, árboles y refugios para el calor y que sea "incómoda para andar".

Con las obras en la Via Laietana ya finalizadas, el consistorio espera acabar la reforma de la Rambla dentro del plazo fijado, es decir, a principios del año 2027. Con los dos ejes principales de Ciutat Vella "transformados", Bonet indica que el camino será seguir con estas "transformaciones urbanísticas que mejoran la ciudad".