Este domingo, 29 de junio, una gran fiesta ciudadana pondrá punto final a tres años de obras de la Via Laietana, que quedará inaugurada después de una importante reforma que, en líneas generales, ha supuesto aceras más anchas y una nueva configuración de la movilidad que se ha convertido, precisamente, en el principal punto crítico de esta reurbanización. Después de que el mismo consistorio anunciara la pasada semana la conclusión de las obras, el viernes pasado se hacía público un comunicado firmado por más de treinta entidades en que se lamentaba "la falta de consenso en las decisiones de movilidad" y se alertaba de "las consecuencias de la pérdida del doble sentido de circulación".
Y es que después de más de tres años de obras, iniciadas el 1 de marzo del 2022, el resultado final no ha conseguido gustar a todo el mundo, no tanto por una ausencia notoria de verde -justificable por la presencia de los túneles del Metro- como por una movilidad que restringe la circulación del tráfico a motor privado en sentido mar-montaña y que se controlará con cámaras inteligentes y que tampoco se ha resuelto a gusto de los ciclistas, disconformes con tener que compartir el carril de bajada con bus y taxis.
¿Cómo es la nueva Via Laietana?
La Via Laietana, fue abierta a principios del siglo destripando Ciutat Vella, en un desarrollo del plan Cerdà que planteaba abrir tres vías en la Barcelona histórica con el objetivo de esponjar e higienizar el abigarrado conjunto de calles y casas intramurallas del momento. De aquellas tres vías solo se llegó a abrir completamente una, denominada Via A o popularmente como la Reforma, que finalmente recibió el nombre de Via Laietana. Finalizada en 1913, con el paso de los años y hasta esta reforma actual, se había convertido en una vía principal para el paso de los vehículos entre el Eixample i la Barceloneta, no muy alejada del concepto de autopista urbana.
Una vez terminada la reforma, la nueva Via Laietana no perderá del todo su papel de arteria urbana, condición que sí que ha perdido, para mejor, la calle Jonqueres, beneficiada enormemente por una pacificación colateral. Ahora bien, esta nueva movilidad quedará marcada por las diferencias entre la subida y la bajada. La configuración de la movilidad queda de la siguiente manera: En sentido montaña-mar, hay un carril compartido para Bus, taxi y ciclistas, y un carril abierto al tráfico privado sin ningún tipo de restricciones, de manera que la Via Laietana sí que se podrá utilizar para conectar el Eixample con la Barceloneta. Eso sí, la velocidad estará limitada a 30 kilómetros/hora.

Con respecto al sentido mar-montaña, el más controvertido de los dos, solo habrá un carril de circulación, además del carril bici segregado. Este carril para el tráfico será de acceso restringido para el transporte público, servicios y urgencias, así como los vecinos y vecinas de los barrios de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera y la Barceloneta y los taxis con origen o destino dentro del ámbito de circulación restringida. También se permitirá el acceso a los usuarios de establecimientos determinados situados en los tres barrios citados, como los talleres de reparación de vehículos, aparcamientos o clientes de hoteles, hostales y pensiones. Asimismo, también podrán acceder al carril los usuarios de la plataforma logística del Mercado de Santa Caterina y, en un horario determinado y solo hasta Antoni Maura, los vehículos de distribución urbana de mercancías registrados pertinentemente al área DUM de la aplicación SPRO.
¿Cómo será la celebración?
El domingo 29 de junio, entre las 10.30 y las 18.00 horas, la Via Laietana se cortará al tráfico totalmente para dejar paso a las actividades festivas, que ocuparán toda la avenida, desde la plaza de Urquinaona hasta la plaza de Idrissa Diallo. Estas actividades se situarán en la calzada de la Via Laietana, pero también en las nuevas grandes plazas que se han ganado con la nueva urbanización, unos espacios que facilitan la conexión entre barrios y hacen de esta calle un espacio más amable. La fiesta también tendrá dos escenarios principales: en|a la plaza de Antoni Maura y a la plaza de Idrissa Diallo.
Entre la treintena de actividades, la ciudadanía podrá disfrutar de un concierto de Xiula o de un taller y concierto de The A Swing Band. Además de aprender a bailar swing, también se podrán hacer talleres y disfrutar de espectáculos de breaking dance con Breaking Barrio Activo, circo con Encircant, magia con El Rei de la Màgia, o hacer de diablo con el Ball de Diables de Barcelona – Revenedors. También habrá juegos de calle, TMB colaborará mostrando uno de sus autobuses más antiguos, se podrá ver una exposición fotográfica para ver cómo era la Via Laietana antiguamente, e incluso se podrá descansar en un espacio de pícnic con sombra en la plaza de Ramon Berenguer el Gran. Durante todo el día también habrá pasacalles que recorrerán la Via Laietana, como las de entidades de cultura popular a cargo de la Federació d'Entitats de Cultura Popular de la Barcelona Vella, o el ritmo y las percusiones de Nexart Percussion y Sambe Kings.
¿Por qué no convence a todo el mundo?
En paralelo a la finalización de las obras y el anuncio de la inauguración, más 30 entidades de los ámbitos empresariales, económicas y vecinales de Barcelona y su área metropolitana han expresado su satisfacción por la finalización de las obras de reurbanización de la Via Laietana, pero han lamentado la falta de consenso en las decisiones de movilidad y alertan de las consecuencias de la pérdida del doble sentido de circulación. En un comunicado hecho público el viernes, las entidades integradas en la plataforma Taula Mou-te per Barcelona, así como otros colectivos adheridos, a pesar de considerar positiva la transformación de la Via Laietana, han denunciado que "el proyecto se ha ejecutado sin un verdadero consenso ciudadano y con un único objetivo: restringir drásticamente la circulación del vehículo privado entre un 20% y un 30%".


De hecho, las entidades firmantes, entre las cuales hay Barcelona Comerç, Barcelona Oberta, Foment del Treball y el Gremi de Garatges, recuerdan que ya expresaron sus reticencias por medio de una carta al alcalde, y que a pesar de las "múltiples reuniones mantenidas con los máximos responsables del Ayuntamiento y gerencias en materia de urbanismo y movilidad" del cponsistorio, "las aportaciones del tejido vecinal y empresarial no han sido escuchadas". También recuerdan que la actuación urbanística de Via Laietana se encuentra actualmente bajo varios recursos contenciosos administrativos, algunos con resoluciones desfavorables al Ayuntamiento de Barcelona por no tramitar la correspondiente modificación del Plan General Metropolitano (PGM), ni aportar los estudios necesarios sobre los impactos potenciales que podría generar el proyecto.
Según este comunicado, "la reforma ha convertido la Via Laietana en un bulevar con un único carril de subida compartido entre transporte público y vehículos privados, sin escapatorias durante un kilómetro". Esta configuración, según las entidades, generará colapsos circulatorios y reducirá severamente la funcionalidad de una vía clave para el acceso a Ciutat Vella, especialmente para trabajadores, servicios, comercio, restauración y transporte de mercancías. Según las entidades adheridas Taula Mou-te per Barcelona, "Ciutat Vella se acabará convirtiendo en un barrio turístico, a pesar de los proyectos singulares y arraigados impulsados en el epicentro de la ciudad". Asimismo, apuntan que "los vecinos tampoco están contentos", ya que el lado del barrio Gòtic "se siente marginado porque no dispondrá de los mismos derechos y usos de la Via Laietana" que los barrios de Sant Pere, Santa Caterina, la Ribera y la Barceloneta.
Por todo ello, los firmantes del comunicado defienden la necesidad de un modelo de movilidad que no solo priorice al peatón, sino que "también contemple el mantenimiento de la conectividad en vehículo privado", especialmente en un eje tan estratégico como el de mar-montaña. Alertan de que la restricción total del tráfico puede provocar una gentrificación del espacio urbano, dejando fuera a los residentes y las actividades económicas cotidianas. Finalmente, hacen un llamamiento a las administraciones para que se piense Barcelona de manera integral, con una estrategia de movilidad urbana inclusiva, que facilite también el transporte privado sostenible y reconozca la importancia metropolitana del eje para el mantenimiento del comercio y los servicios locales.