¿Cómo son los barceloneses y las barcelonesas? El Ayuntamiento de Barcelona mediante la Oficina Municipal de Datos (OMD) ha presentado este domingo la Encuesta de Valor Social 2021, un trabajo en el cual se recogen las opiniones de los ciudadanos y las ciudadanas sobre cuestiones ideológicas, éticas o actitudinales con el fin de conocer su sistema de valores. Una de las conclusiones es clara: son cada vez más individualistas. Es decir, la familia, el desarrollo personal, los estudios y los amigos son por este orden los aspectos más importantes para los ciudadanos, mientras que la política y la religión mantienen la bajada edición tras edición. Solo son relevantes para el 21,3% y el 9%, respectivamente.

La tendencia se ha visto incrementada por la pandemia de la covid-19, que ha acentuado la satisfacción con los aspectos privados: la familia y los amigos, pero también el trabajo y la situación económica. Asimismo, la satisfacción con la propia vida crece de manera notoria en las últimas décadas y recibe a un 7,9 de nota media. En esta línea, el paro, la exclusión social y la desigualdad son los principales problemas para los barceloneses y barcelonesas, con un 27% de las respuestas. Entonces, aumenta la defensa de la igualdad como valor motor que crece para empatar con la libertad. Para tres de cada cuatro encuestados, libertad e igualdad son los valores motores más reconocidos.

Feminismo, antirracismo y animalismo

Si bien los barceloneses son cada vez más individualistas, la encuesta confirma un creciente apoyo al movimiento feminista: del 56% el año 2014, al 70% el año 2018 y al 72% este año. Eso va acompañado de una progresiva toma de conciencia respecto de las situaciones de discriminación que sufren las mujeres. Tres de cada cuatro encuestados manifiesta que las posibilidades de éxito profesional de una mujer no son las mismas de un hombre, a la vez que los trabajos del hogar y de los cuidados no están repartidos equitativamente entre hombres y mujeres. De hecho, estas afirmaciones tienen mucho más impacto entre las mujeres que entre los hombres.

Otra tendencia progresista que se desprende de la encuesta es la mejor percepción de la inmigración. Solo un 5,9% mantiene que la presencia de personas migradas tiene un impacto negativo, siendo un porcentaje menor que el año 2018. En cuestiones económicas, ocho de cada diez personas creen que las personas migradas contribuyen al desarrollo económico del país y casi siete de cada diez piensan que la migración ayudará a pagar las pensiones del futuro, mientras que una cuarta parte opina que restan recursos de los servicios públicos. Destaca la creciente conciencia animalista: con un 92,7% de los apoyos, los movimientos de defensa de los animales ocupan el primer lugar como movimiento con más apoyo. Más que las luchas ecologistas y pacifistas. En este sentido, hay que añadir que hay una sanción unánime contra la violencia, la guerra o el castigo físico a los niños, pero la mayoría cree que vivimos en una sociedad violenta. Sin embargo, disminuye el rechazo a la pena de muerte: del 70% al 65%.

Desafección política

Con el relevo generacional aumenta la laicización de la sociedad barcelonesa, con una mayoría del 55% no creyente. Un 7% es católico practicante, un 26,5% católico no practicante y el 10,8% profesa otras religiones. Además, la ciudadanía cada vez está más alejada de la política, de los partidos y de las instituciones. El 57,5% afirma estar poco o nada interesado en la política y un 41,2% no se identifica con ningún partido. De hecho, nueve de cada diez personas tienen poca o nada de confianza en los partidos. Sin embargo, la población se define mayoritariamente de izquierdas: el 41,1% se considera de izquierda o extrema izquierda, el 14,5% de centroizquierda, el 15,2% de centro, un 5,1% de centroderecha, un 4,4% de derecha o extrema derecha y un 4,7% apolíticos. La monarquía, la Iglesia, la banca y el ejército son las instituciones que generan menos confianza. Asimismo, cae el asociacionismo: un 54,1% de los encuestados no pertenece a ninguna asociación o entidad. Finalmente, Barcelona es el ámbito con el cual más se identifica la gente, por encima de Catalunya y España.

La encuesta también refleja el aumento de la confianza en la ciencia y la tecnología a raíz de la pandemia, aunque hay convicción de que eso generará pérdidas de puestos de trabajo. Se prioriza el medio ambiente (75%) por encima de la economía y el control sanitario (71,4%) por encima de la privacidad. A pesar del mencionado individualismo, el 79% de los encuestados están a favor de sacrificar la libertad en favor de las reglas impuestas por los gobiernos en una situación de emergencia sanitaria. También hay consenso en el hecho de que hacen falta acciones urgentes en materia de emergencia climática: el 71,7% cree que se tiene que actuar urgentemente y el 26,2% que hace falta actuar poco a poco.