El Ayuntamiento de Barcelona sustituirá a lo largo de este año los bloques de hormigón —denominados New Jersey— situados en las vías públicas en el marco del llamado urbanismo táctico por otros elementos. La propuesta, presentada por el grupo municipal de Ciudadanos (Cs) y enmendada para determinar que la actuación se ejecutará durante el 2021, se aprobó ayer por unanimidad con el voto a favor de todos los grupos municipales durante la comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad.

En la comisión, la teniente de alcaldía Janet Sanz afirmó que a lo largo de este año "se dejarán de ver bloques de hormigón", instalados por el consistorio para mejorar las condiciones de movilidad de los peatones a raíz de la pandemia del coronavirus. Los bloques habían sido polémicos por el riesgo que representaban para los motoristas y para los conductores de vehículos de movilidad personal. Precisamente, la propuesta de Cs pedía que los elementos sustitutorios "ayuden a mejorar la calidad arquitectónica del espacio público" y sean "más seguros" para "reducir el riesgo que representan" para los motociclistas.

"Tan peligrosos como una farola"

Con todo, Sanz negó que los bloques representaran un peligro para el tráfico: "Son peligrosos como cualquier otro elemento rígido de la ciudad, sea una farola o una papelera", y recordó que todas las actuaciones del Ayuntamiento cumplen con la normativa de seguridad vial.

Además, Barcelona en Comú votó a favor de la retirada a partir del argumento que desde su instalación tenían un carácter provisional y por lo tanto se han comprometido a sustituirlos por otros elementos definitivos.

La propuesta aprobada en comisión no es vinculante, pese al compromiso del equipo de gobierno municipal de poner sobre la mesa una fecha para la sustitución. En todo caso, la oposición consideró la votación una victoria sobre las medidas de "urbanismo táctico" implementadas a lo largo del 2020.

Urbanismo polémico

La instalación de los bloques de hormigón ha sido el punto más conflictivo y polémico del urbanismo táctico, que incluye un engrandecimiento de las áreas reservadas para los peatones en detrimento del tránsito rodado, así como el ensanchamiento en calzada de terrazas de bares y restaurantes, entre otras medidas.