Plasmar en diez cuadros los diez distritos de Barcelona, con sus puntos de interés más conocidos, pero también con sus detalles más secretos y vistos desde la interpretación personal de la pintora. Este es, a grandes rasgos, el contenido de la exposición 'Barcelona Districs', que recoge una serie de diez cuadros -más uno de introductorio dedicado a la ciudad de Barcelona-, que la pintora neerlandesa Karlijn Surminski expone desde el pasado octubre y hasta finales del mes de enero del 2023 en un restaurante del Eixample frecuentado sobre todo por turistas pero que, sin duda, gustará también a los barceloneses que la quieran visitar.

Karlijn Surminski Roots & Rollos / Foto: Montse Giralt
La exposición de cuadros 'Barcelona Districts' se puede ver en el restaurante 'Roots & Rollos' del Eixample. En primer término, el cuadro dedicado al distrito de Nou Barris, con detalles como los acueductos de Ciutat Meridiana y la sede del distrito / Foto: Montse Giralt
Karlijn Surminski retrato expo / Foto: Montse Giralt
Karlijn Surminski ha reflejado su visión personal sobre los distritos de Barcelona en una serie de cuadrosas que combinan los iconos de la ciudad más conocidos con detalles más secretos / Foto: Montse Giralt

Surminski, originaria de un pueblo del sur de los Países Bajos y arraigada en Barcelona desde 2007, donde han nacido sus dos hijos, ha dedicado diez años a completar la serie de cuadros, que ahora disfrutan los clientes del restaurante Roots & Rollos (Consell de Cent, 401), aunque también es visitable antes de cenar de lunes a jueves y de viernes a domingo antes de comer. La artista, pintora y compositora, llegó a Barcelona siguiendo los pasos de Pablo Picasso, su admirado maestro, pero lo que tenía que ser una visita al Museu Picasso se convirtió en una residencia fija en una ciudad que la enamoró y que ahora toma forma de retorno en 'Barcelona Districts'.

Me gusta mucho Barcelona, cada espacio tiene un secreto y yo quiero conocerlos todos"

"Me gusta mucho Barcelona, cada espacio tiene un secreto y yo los quiero conocer todos", confiesa Surminski en conversación con elNacional.cat, para seguidamente detallar que como extranjera puede tener "una perspectiva diferente y ver detalles que no ve alguien que ha nacido aquí". Y eso se plasma en sus cuadros sobre los distritos, donde al lado de iconos fácilmente reconocibles, como la Sagrada Familia y otras obras de Gaudí, la plaza del Rei, el Tibidabo o el Gat de Botero, hay muchos más elementos que se van descubriendo poco a poco, mejor todavía si la visita es comentada por la propia artista.

Traspasar la barrera entre centro y periferia

De hecho, si una cosa conviene falta resaltar de esta serie de cuadros es el esfuerzo de la pintora en conocer la ciudad y traspasar la barrera imaginaria que impide a muchos habitantes del centro de Barcelona llegar a la periferia de la ciudad: "Con estos cuadros he descubierto que en Horta hay una obra de Claes Oldenburg, que es un autor que me encanta", se exclama Surminski en referencia a la obra 'Els mistos', que salen reflejados en el cuadro dedicado a Horta-Guinardó. Más detalles, en el cuadro dedicado a Nou Barris aparece una señora de edad avanzada que conoció en el camino de can Masdeu, ya en Collserola.

Karlijn Surminski gracia / Foto: Montse Giralt
El cuadro dedicado al distrito de Gràcia, con detalles como la escultura a Antoni Rovira i Trias, los farolillos de la fiesta mayor, Sant Medir, los cines Verdi y... ¿un gato al lado de una guitarra? ¡El Gato Pérez! / Foto: Montse Giralt
Karlijn Surminski delicias / Foto: Montse Giralt
Más detalles, en este caso del cuadro dedicado a Horta-Guinardó, como el reputado Mesón Restaurante Las Delícias y el reloj de sol de la Biblioteca de Can Mariner. ¿Y el hilo verde que recorre todo el cuadro? Pues una evocación del hilo de Ariadna, un símbolo del Parc del Laberint / Foto: Montse Giralt
Karlijn Surminski botero / Foto: Montse Giralt
El cuadro dedicado a Ciutat Vella incluye detalles como el Gat de Botero, la fruta de la Boqueria, el 'trencadís' del Palau de la Música y el Museo Picasso, además de trece aves -hay que contarlas-. Son las trece ocas del claustro de la Catedral / Foto: Montse Giralt

Y es que cada uno de los cuadros, con diferentes técnicas pictóricas que han evolucionado durante los diez años que ha necesitado a la pintora para completar la serie, tienen como puntos en común la visión personal de la autora y las múltiples capas de lectura de cada uno: "En mis cuadros hay muchas capas, muchas sorpresas, porque creo que el arte empieza cuando hay sorpresas, Picasso también buscaba eso toda la vida, porque cuando eres muy académico y sabes exactamente qué pintarás, es aburrido", afirma.

Quería enseñar porque los barceloneses estáis tan orgullosos de vuestra ciudad"

Surminski, que se formó con un "exfalsificador de arte", y subraya "exfalsificador", reconoce que gracias a estos cuadros ha podido "conocer Barcelona más profundamente". "Me gusta mucho saber donde estoy y como es mi nuevo nido y también para entender en qué cultura estoy", apunta. La artista, que ya prepara una nueva exposición sobre el confinamiento, también centrada en Barcelona, también ha descubierto paralelismos entre los catalanes y los holandeses, y aclara: "Y digo holandeses, los del norte, que yo soy del sur de los Países bajos". "Como los holandeses, los catalanes son muy constructivos, siempre mirando adelante, y eso es diferente de la cultura española, que viven más el día a día". "Y también os quejáis mucho", afirma divertida, para concluir que con los cuadros también "quería enseñar porque los barceloneses estáis tan orgullosos de vuestra ciudad".

El futuro de la serie de cuadros

Los cuadros no están en venta por separado, aunque es posible adquirir reproducciones en un tamaño menor, pero Karlijn Surminski lo que querría sería vender la serie entera a un comprador que la pudiera hacer accesible, "porque mi arte es para todo el mundo". ¿El Ayuntamiento de Barcelona sería un buen comprador? "Me gustaría", responde la autora, que asegura que ya ha escrito a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. De momento y mientras espera respuesta, la exposición se puede ver en un restaurante donde buena parte de la clientela está formada por turistas pero que "sorprende mucho a los barceloneses". Y es que, a veces, alguien de fuera puede mostrar aspectos de un lugar que pasan desapercibidos para los locales. Y eso pasa con 'Barcelona Districts'.