Expertos italianos han descubierto una obra que podría ser del pintor malagueño, Pablo Picasso, con la cual parece que el artista quiso homenajear a su amigo, también pintor alemán, Paul Klee, y en la cual se ve representado de manera caricaturesca al dictador Adolf Hitler y ahora se espera que con ulteriores estudios se pueda comprobar su autenticidad. "Hoy por hoy no se puede atribuir la obra con certeza en Picasso", así lo explica la experta de arte y miembro del comité de expertos en Arte y Literatura del centro Unesco de Florencia, Annalisa Di Maria, que presentó recientemente la obra. Además, indica que ciertamente "la pintura tendrá que ser investigada más a fondo", pero que según su opinión no hay duda que se trata de una obra del pintor malagueño.
Según Di Maria, se trata de una pintura que Picasso regaló a Klee, uno de los artistas más perseguidos por el régimen alemán, aunque no se encuentra en ninguno de los catálogos de las obras robadas o confiscadas en lo que denominaron "arte degenerado", sobre todo al tratarse de una obra "muy incómoda" porque se trataba de ridiculizar la figura del 'Führer' y la mejor opción era que se mantuviera oculta. Klee y Picasso eran amigos y se tenían admiración mutua y se encontraron al menos en dos ocasiones, tanto que en 1914 Klee hizo una obra para rendir un homenaje a Picasso y se cree que el pintor español quiso recambiar con este cuadro, que ahora pertenece a una colección privada de una familia italiana cuyo antepasado trabajaba en una estación de trenes, donde se cree que pudo ser encontrada.
La obra se podría situar entre 1935 y 1937
Según los primeros estudios que se han hecho sobre los pigmentos en la universidad de Ascoli Piceno, situada en el centro de Italia, la obra que se tituló "El ojo de la serpiente", a causa de la serpiente cascabel que marca el contorno del rostro del dictador, y se puede situar entre 1935 y 1937. Di María explica que de comprobarse la autoría del artista se trataría de un descubrimiento excepcional porque sería además un gran ejemplo de la gran oposición y la lucha de Picasso contra Hitler. En esta obra se caricaturiza a Hitler con la inclusión de algunos elementos odiados y no tolerados por el Führer y el régimen nazi, como el maquillaje en la cara, la barra de labios y la pipa, ya que Hitler odiaba el tabaco. En los labios se observa la palabra escrita "Schweigen", que significa calla en alemán, que podría tener varias interpretaciones, como la voluntad de mantener la obra en secreto, para evitar que el autor fuera perseguido por los nazis, o la persecución y censura que ejercitaba el régimen.
Aunque la obra no está firmada, según el perito calígrafo Stefano Fortunat, una vez analizada la letra de la palabra que está escrita en los labios determina que la inicial "s" coincide con el estilo de escritura de Picasso. Asimismo, para la experta italiana, existen muchos elementos que indican la autoría de Picasso en este cuadro, como la forma de los ojos o de los labios, que son "iguales" a los que también se encuentran en el diseño que hizo de Iósif Stalin, aunque el cuadro es "híbrido" entre las características pictóricas del malagueño y las de Klee, ya que pretendía ser un regalo al artista alemán.
Crítica al nazismo
Picasso, en aquella época, utilizaba una serie de elementos químicos que con el paso del tiempo provocaban que quedaran un poco decolorados y tuvieran que ser retocados, según señala la experta, el análisis de la pintura ha determinado que existen este tipo de elementos. "La obra merece ser conocida, estudiada nuevamente y vista por otros expertos para apreciar su importancia. Sin duda representa una de las obras más importantes del siglo XX como crítica al nazismo. Un testimonio de disidencia, portador de la verdad de aquellos horrores cometidos por uno de los dictadores más sanguinarios de la historia. Solo un genio y un maestro del expresionismo con un profundo sentido de la ironía punzante podría haber creado tal pintura", asegura.