La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha declarado este miércoles la emergencia climática en la ciudad en un acto institucional en el Salón de Cien del Ayuntamiento, con el objetivo de invertir 563 millones de euros hasta 2025 para reducir hasta dos millones de toneladas de CO2 el año 2030.

"No queremos un decreto retórico, queremos un antes y un después en la lucha contra la emergencia climática", y ha dicho Ada Cocomplace que hará falta hacer lo que sea para que se cumplan los objetivos marcados,para lo cual ha advertido que hará falta un cambio de paradigma sobre la sociedad actual.

Esta declaración es un documento con un centenar de medidas que se llevarán a cabo en los próximos 10 años para reducir un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero en el 2030 con respecto a los valores de 1992, que es el año de referencia en este ámbito porque se creó el primer inventario de emisiones.

Las medidas afectan a varios ámbitos, como el urbanismo, la movilidad, energía, residuos y alimentación, la mitad de las cuales dependen exclusivamente del consistorio barcelonés. Las otras implican otras administraciones como el Área Metropolitana de Barcelona (CON); la Generalitat o el Estado, e instituciones como el Port de Barcelona y el Aeropuerto del Prat. Entre las actuaciones, transformar quince kilómetros de calles en supermanzanas; mejorar el transporte público y activar cien equipamientos municipales como refugios climáticos para proteger la salud de las personas.

Ada Colau emergencia climática de Barcelona - europa press

Europa Press

¿Cómo se concreta la emergencia climática?

La emergencia climática es un problema global que en Barcelona se concreta, entre muchos otros aspectos, en un aumento del riesgo de incendio en Collserola y una pérdida de biodiversidad; incremento de la temperatura y disminución de la lluvia acumulada. También se prevé que las playas pierdan entre un 30 y un 46% de superficie útil de arena a finales de siglo. En el peor de los escenarios, la playa de San Sebastián podría llegar a desaparecer. Se calcula que, entre 1992 y el 2015, 3.700 personas murieron a causa del calor extremo, sobre todo personas mayores y frágiles. Las ciudades son grandes consumidoras de recursos y energía y generan el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Objetivos

La declaración se marca reducir en un 50% las emisiones de gases con efecto invernadero en el 2030 con respecto a 1992, año de referencia que se corresponde con el primer inventario de estos gases en la ciudad.

Las líneas estratégicas del gobierno Colau para conseguir este objetivo son la Zona de Bajas Emisiones y reducir el tráfico, que, según los cálculos del consistorio, permitirían una disminución de 550.000 toneladas de CO2; un nuevo modelo de eficiencia energética residencial y de edificios (reducción de 450.000 toneladas de CO2); generación y fomento de las energías renovables (menos 200.000 toneladas de CO2); reducir las emisiones del Puerto y el Aeropuerto (178.000 toneladas) y aumentar la recogida selectiva de residuos con sistemas individualizados a nivel doméstico y comercial (153.000 toneladas de CO2).

Supermanzanas

Un primer ámbito es el modelo urbano y algunas de las medidas son acelerar el programa de supermanzanas para transformar quince kilómetros de calles en ejes verdes hasta el 2024; incrementar 40 hectáreas de verde urbano público priorizando las zonas que tienen más déficit y actuaciones en 200 centros educativos para mejorar la calidad ambiental, el confort del espacio público y la seguridad de los niños, como por ejemplo con plazas ante las escuelas.

Movilidad


En movilidad e infraestructuras, la declaración pide más espacios para peatones; poner en servicio el tramo central de l'L9, la conexión de l'L4 en la Sagrera y la conexión de l'L3 en la Trinitat Vella y mejorar Rodalies y Regionales y acelerar las obras de finalización de la Sagrera.

Puerto y aeropuerto

También, introducir medidas de fiscalidad verde para gravar la distribución de mercancías de las grandes plataformas tecnológicas e instar las grandes infraestructuras, que son Puerto y Aeropuerto, a reducir las emisiones. El 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Barcelona se imputan a la movilidad, tanto al vehículo privado motorizado como al transporte marítimo y aéreo por la fuerte dependencia de los combustibles fósiles.

Modelo energético

Para promover un cambio en el modelo de energía, el Ayuntamiento de Barcelona desarrollará una ordenanza para que los edificios nuevos o que se rehabilitan de forma integral sean de mínima demanda energética y máxima generación, así como otros proyectos que permitan llegar a 48 MWp de energía fotovoltaica en el 2025, entre otras actuaciones.

Modelo económico

Con respecto al cambio en el modelo económico, la declaración plantea una estrategia de economía verde, azul y circular, es decir, sostenible; implantar el presupuesto de carbono; incorporar criterios ambientales y de economía social en la contratación pública y estudiar la capacidad de carga turística de Barcelona en términos climáticos y sociales y reducir las emisiones de esta actividad.

Reducción residuos

En el ámbito de consumo y de residuos, el consistorio se propone desplegar la recogida de sistemas individualizados -puerta a puerta; contenedores inteligentes y plataformas móviles de recogida selectiva, como se hace al Bon Pastor- de residuos domésticos y comerciales en toda la ciudad y aumentar la recogida selectiva hasta el 65% para reducir la necesidad de incineración. También quiere que se eliminen los plásticos de un solo uso, una medida que, como otros, no depende del consistorio, sino, en este caso, de la Generalitat y el Estado.

Dietas saludables

En el modelo alimentario, el Ayuntamiento quiere promover dietas más saludables y bajas en carbono en las escuelas y todos los comedores municipales en el 2021 con productos de temporada, proximidad y ecológicos; reducir el consumo de proteína animal (sobre todo carne roja) y priorizar la carne de ganadería extensiva y ecológica; abrir un mercado mayorista de alimentos frescos ecológicos en el 2021 en Mercabarna y abrir un centro de reaprovechamiento alimentario a Mercabarna el año que viene.