La situación de excepcionalidad que se vive a causa de la pandemia del coronavirus ha comportado que las escuelas hayan tenido que adaptarse a la nueva situación, con medidas como el escalonamiento de la entrada de los escolares. Los centros que han tenido capacidad para hacerlo, además, han habilitado varias entradas con la intención de separar al máximo los grupos y evitar así que contacten entre ellos. Se trata de medidas de prevención que se mantienen desde la vuelta de los niños a las escuelas tras el primer confinamiento a la espera de que la pandemia remita y se pueda devolver a la normalidad anterior. Pero a veces puede pasar que el remedio sea peor que la enfermedad.
Los escolares juegan en medio de la zona de aparcamiento mientras esperan la hora de entrada / Sergi Alcàzar
La escuela pública Torrent d'en Melis es un centro escolar situado en el barrio del Guinardó, con entrada principal en la calle Varsòvia, y otras laterales en las calles Telègraf y Gènova, por encima del complejo deportivo del Fútbol Club Martinenc. Ofrece educación infantil y primaria, y, como muchos otros colegios, ha habilitado todas las entradas posibles para favorecer el escalonamiento de los escolares en las entradas y las salidas, así como dispersar la acumulación de madres y padres en el exterior. El caso es que una de las entradas, la que utilizan los alumnos de P5 y 1º y 2º de primaria está situada en una zona de área verde de aparcamiento, lo cual comporta que la cola para entrar se tenga que hacer en un lugar de movimiento continuado de vehículos.
La situación no ha gustado a los padres y madres, que ya han hecho varias acciones de protesta. En conversación con elNacional.cat justo a la entrada del colegio, la delegada de primer curso de primaria y P5 de educación infantil, Paula García, relata el despropósito y el absurdo que supone esperar la hora de entrar a la escuela en un lugar donde hay bastante movimiento de vehículos. "Los niños tienen que hacer la cola en medio del paso de los coches", afirma, ya que precisamente, la entrada de los alumnos, desde las nueve menos cuarto hasta las nueve de la mañana, "coincide con la hora que la gente coge el coche para ir a trabajar".
La cola de acceso se forma por un sitio donde pasan coches / Sergi Alcàzar
La situación, potencialmente peligrosa, por el hecho de que los niños juegan entre los coches mientras no llega la hora, ha comportado que los progenitores se hayan movilizado, sobre todo pidiendo a los conductores que tengan mucho cuidado a la hora de mover los coches. "Así y todo, en alguna ocasión se han encarado con nosotros", recuerda García. Además, a la entrada y salida de vehículos, se suman los coches de familiares que entran a dejar a los alumnos a la calle Varsòvia, que no tiene salida, y, por lo tanto, les obliga a maniobrar para dar la vuelta. E incluso alguna vez han encontrado coches aparcados directamente delante la puerta de entrada pese a estar prohibido.
La zona afectada es una extensión de la calle Gènova -la misma que unos 150 metros más arriba acoge la centenaria Escola del Mar-, que no tiene salida y que está habilitada como zona verde de aparcamiento, es decir, no es un solar aprovechado para aparcar de manera descontrolada, sino que está perfectamente señalizado y con las plazas pintadas en el suelo. Ante esta situación, las madres de los alumnos piden al menos que haya "presencia de agentes cívicos" para "regular" los accesos o, mejor, "cerrar la zona de aparcamiento durante la media hora de entrada de la mañana y la media hora de salida por la tarde", ya que a mediodía el problema se minimiza mucho por la gran cantidad de alumnos que se quedan a comer.
Una puerta "temporal"
Desde la escuela Torrent d'en Melis son conscientes del problema, pero aseguran que se habilitó la puerta "como fruto de la covid" y que "no es una puerta definitiva", según detalla a elNacional.cat el jefe de estudios, Xavier Miranda, que apunta que se han encontrado con que incluso en alguna ocasión han tenido que llamar en la Grúa Municipal, al encontrar coches aparcados justo delante de la puerta, un espacio donde hay una señal de prohibido aparcar y donde no están pintadas las líneas de demarcación del área verde. Con todo, reconocen que la situación comporta cierto peligro con el paso continuado de vehículos.
Una de las acciones de protesta organizada por madres y padres de alumnos
Además, según apunta la directora de la escuela, Sonia Gozalvo, ya se han dirigido quejas tanto al Ayuntamiento de Barcelona como el Consorcio de Educación de Barcelona, de momento, sin resultados, ya que la respuesta del ayuntamiento es que "el parking no se puede tocar". Con todo, la directora insiste en que la puerta problemática es de hecho un acceso lateral que hasta la llegada de la pandemia sólo se utilizaba en contadas ocasiones y nunca para entrada y salida de alumnos. "La entrada es temporal", afirma, asegurando que se dejará de utilizar tan pronto las condiciones sanitarias permitan prescindir de ella. De momento, sin embargo, la situación absurda de tener alumnos esperando a entrar en el colegio en una zona de aparcamiento con entrada y salida de coches continúa, y contrasta con todas las actuaciones, a menudo controvertidas, de pacificación de entornos escolares que se han llevado a cabo dentro del programa 'Protegim les escoles'. ¿Hasta cuándo?
Imagen principal: Un vehículo maniobra en la rampa de acceso a la zona de aparcamiento y espacio de entrada y salida del alumnado / Sergi Alcàzar