La recepción de este verano en Marivent fue, sin duda, especial. Como cada año, los reyes recibieron a políticos y personalidades destacadas en el palacio mallorquín. Pero esta vez hubo una diferencia importante. Por primera vez, Leonor y Sofía participaron de forma oficial. A las 21:00 horas hicieron su entrada y se convirtieron en el centro de todas las miradas. Las cámaras captaron su mejor sonrisa. Pero la realidad detrás de esa imagen es muy distinta.

Bajo el telón de protocolo y sonrisas, se esconde un malestar familiar profundo. Hace años que se especula con que el matrimonio entre Felipe VI y Letizia está roto. Lo dicen voces como Jaime Peñafiel o Pilar Eyre, y no desde ahora, sino desde 2012. Aseguran que, durante años, la pareja fingió unidad solo por mantener la imagen de la Corona intacta.

La familia real en la recepció de Marivent 2025 Casa Real

Felipe VI y Letizia ya no esconden tensiones de puertas para dentro

Todo cambió cuando Leonor se marchó a estudiar a Gales. Allí Felipe y Letizia empezaron a dejar de fingir. Y dejaron de hacerlo del todo cuando Sofía también se fue a estudiar fuera. Ahora, la tensión en casa ya no se puede esconder.

Hoy, nadie aparenta de puertas para dentro. Y Leonor, que cada vez se muestra más segura, ha tomado una decisión clara: no quiere pasar más tiempo del necesario en Mallorca. Este lunes cumplió con el acto oficial. Se hizo la foto de familia. Pero no quiere estar más en Marivent. No mientras el ambiente siga envenenado.

El verano, que antes significaba tiempo en familia, ahora se convierte en una sucesión de compromisos personales o escapadas por separado. Leonor ha planeado su calendario al milímetro. Cuando no tiene actos públicos, elige estar con su padre o con su madre. Pero nunca con los dos al mismo tiempo. La idea de unas vacaciones conjuntas es algo que quiere evitar a toda costa.

Felipe VI y la princesa Leonor EFE

Sofía y Leonor, hartas de las tensiones domésticas

Por su parte, Sofía también quiere tomar distancia. Ha dejado claro que su objetivo es estudiar en el extranjero y vivir con más libertad, lejos del control constante de Letizia. La joven, mayor de edad desde abril, comienza a marcar su territorio. Quiere espacio. Quiere decisión. Y, sobre todo, quiere vivir lejos del conflicto que marca la vida en palacio.

La imagen pública de familia unida se mantiene, pero la realidad es otra. La familia está rota. Y Leonor lo tiene claro: no está dispuesta a fingir. Ella ya ha dado el primer paso. La foto de Marivent será un bonito recuerdo para la prensa. Pero no para ella. Porque, en el fondo, es la última prueba de algo que ya no existe: la unidad familiar.