"Una Catalunya independiente dispondría de un rating superior y no tendría ningún problema para financiarse en buenas condiciones en los mercados", ha asegurado el vicepresident de Govern y conseller de Economia i Hisenda, Oriol Junqueras, en base al último informe de la agencia norteamericana de calificación crediticia Moody's. Más concretamente, Moody's espera que Catalunya siga reduciendo su déficit este 2016 impulsada por el crecimiento económico y el recorte del gasto. El techo de déficit es del 0,7% del PIB. Y todo ello, a pesar del impacto de "las tensiones independentistas" entre la Generalitat y el Gobierno español.

En este sentido, la agencia confirma que la posición fiscal de Catalunya ha mejorado en los últimos meses y se atreve a proponer un nuevo "orden institucional para apaciguar el deseo de independencia" que pasa por reducir la presión fiscal y dotar a la Generalitat de mayor flexibilidad. "Las conversaciones entre el Gobierno español y Catalunya con respecto al estatus de la región empezarán en 2017", ha añadido.

"Fricciones políticas"

Las "fricciones políticas" han tenido de momento un impacto "moderado" en el crédito pero eso no quita que un incremento de las transferencias gubernamentales pudiera ayudar todavía más a la reducción del déficit para este 2016. Moody's ha ratificado lo que ya advertía hace meses al secretari d'Hisenda de la Generalitat, Lluís Salvadó, en una de sus reuniones con miembros del Col·legi d'Economistes y de Foment del Treball: prorrogar los presupuestos permite controlar el déficit, pero imposibilita sacar adelante todo el resto. Como por ejemplo, 874,4 millones más en partidas sociales.

Volviendo al déficit y a las "tensiones independentistas", la agencia de medición de riesgos prevé que las fricciones políticas perduren y asegura que Catalunya depende en gran medida del apoyo de liquidez del gobierno, lo que supone un 61% del conjunto de su deuda directa. Ahora bien, a pesar de todos los pesares, Moody's considera "improbable" que el Gobierno español retire el apoyo financiero a la Generalitat dada la importancia económica del PIB catalán que supone el 19% del conjunto de España.