Las empresas eléctricas copropietarias de la central nuclear de Almaraz están preparando "la solicitud formal" de prórroga del cierre de la central nuclear de Almaraz, prevista para el año 2027, para presentarla al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) antes de que acabe el mes de octubre, según han explicado fuentes de Iberdrola, una de las empresas propietarias junto con Endesa y Naturgy. Después la petición se tiene que trasladar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Fuentes de Endesa aclaran a ON ECONOMIA que la prórroga de las nucleares catalanas de Ascó I y II (2030 y 2031, respectivamente) y Vandellòs II (2035), en caso de que también se pida, irá por separado.

Las empresas se han reunido este martes en la reunión de seguimiento de las Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) y han avanzado en esta posición.

El CEO de Iberdrola España, Mario Tagle, ha defendido la nuclear como un "escudo antiapagones" por su capacidad de aportar energía firme, estable y síncrona que favorece la estabilidad del sistema.

Fuentes de la empresa recuerdan que "la energía nuclear opera cerca del 90% de las horas del año, independientemente de las condiciones meteorológicas" y que las centrales españolas están entre las mejores del mundo en indicadores de operación y disponibilidad. Recuerdan además que en países como Estados Unidos o Francia centrales similares han extendido su vida útil hasta los 60 u 80 años. 

Las empresas hasta ahora proponían pedir esta prórroga vinculada a una rebaja fiscal, ya que consideraban demasiado alta la tasa para la gestión de residuos. Ahora no mencionan este impuesto, por lo que la petición puede ser independiente y mantenerse aunque el gobierno español no abra la puerta a esta rebaja (nunca lo ha hecho).

La energía nuclear genera aproximadamente el 20% de la electricidad en España y un 50,3% de la demanda catalana eléctrica, lastrada por la lentitud del crecimiento renovable. 

La Comunidad de Madrid, que apenas tiene renovables, también depende en un 40% de la energía nuclear proveniente de la central de Almaraz.

Estudios a encargo de la patronal nuclear han señalado que los precios de la luz subirán si se cierran las nucleares y que además puede complicar la competitividad industrial. En territorios como Cataluña o la Comunidad de Madrid, la falta de nuclear puede comprometer aún más una ya elevada dependencia energética. Además, defienden que sin la cuota nuclear se quemarían más combustibles fósiles porque se tendría que tirar más de gas para hacer ciclos combinados. 

Pero los detractores de alargar su vida cuestionan el precio y la seguridad de la gestión de los residuos y creen que las renovables tienen potencial para cubrir prácticamente la totalidad del consumo eléctrico a corto o medio plazo.