En este mundo del dinero en el que todo se analiza, la tradición de las citas de elecciones generales en España apunta a caídas medias del 2% en los índices para el lunes de resaca electoral. Pero el peso de los acontecimientos políticos en la Bolsa es cada vez menor y dura, como mucho, solo ese día postelectoral. Tal vez, algo más podrían a reflexionar los inversores si el resultado impidiese formar una mayoría de Gobierno, pero hace unos pocos años también pasamos por este supuesto y sus efectos no fueron dramáticos para el mundo de las acciones. Los mercados están muy internacionalizados y mandan aquí también los inversores extranjeros que realizan prácticamente el 70% de las transacciones. Solo una victoria de la izquierda más extrema (algo no previsible, según las encuestas) podría dirigir capitales hacia otras economías. Por tanto, su capacidad de influencia se limitará como mucho a este lunes próximo y habrá que volver a los tipos de interés y a los resultados empresariales para dirigir el rumbo de las acciones. Vamos, lo de siempre, en tanto y cuanto no se cruce algún fenómeno geopolítico inesperado.

Estamos, además, bajo el paraguas de euro y vigilados por sus normas, lo que impide cualquier aventura económica que ponga en cuestión el modelo económico. Ya ocurrió -sálvese la distancia- con el triunfo de Giorgia Meloni  en Italia y su partido de extrema derecha. La victoria se saldó con subida del índice bursátil de Milán y sin ninguna repercusión en la prima de riesgo de su deuda respecto a Alemania.

En esta semana final de julio asistiremos a subidas de tipos por parte de la Reserva Federal Estadounidense (Fed) el miércoles y el jueves del Banco Central Europeo. Las declaraciones de sus máximos mandatarios y el sentir del mercado apuntan a un nuevo encarecimiento del precio del dinero en los 0,25 puntos que situarían el estadounidense en el 5,50% y el de la eurozona en el 4,25%. Por delante, un mes de agosto también de vacaciones para la política monetaria por lo que habrá que esperar a septiembre para nuevas decisiones de los bancos centrales. Así, las palabras de Jerome Powell y de Christine Lagarde durante las ruedas de Prensa posteriores al anuncio de subidas servirán de guía para los mercados. De momento, trabajan con un alza más para la eurozona hasta final de año, mientras Estados Unidos mantendrá estos niveles hasta 2024 donde el consenso apunta al comienzo de la bajada de los tipos de interés. Eso sí, de forma lenta y tranquila hasta que las inflaciones queden por completo controladas. La inflación de la eurozona ha caído de más del 10% a menos del 6%, pero sigue estando muy por encima del objetivo del 2% del BCE. Los próximos datos europeos clave son los índices PMI manufactureros (lunes), el índice de clima empresarial alemán IFO (martes), el indicador de confianza del consumidor alemán GfK (martes), el PIB francés del segundo trimestre de 2023 (jueves), la tasa de variación anual del IPC en Alemania (índice de inflación de los precios al consumo, viernes) y la confianza económica de la eurozona (viernes).

Más allá de la Fed, los inversores estadounidenses deberían seguir de cerca los datos del PMI manufacturero del lunes (se espera una contracción), el índice Case-Shiller de precios de la vivienda del martes (se espera que vuelva a subir la cifra intermensual), el dato provisional del PIB del segundo trimestre de 2023 del jueves (se espera una ralentización del crecimiento) y las cifras de los costes de empleo del viernes (se prevé que se mantengan sólidos).

Al otro lado del Pacífico, el gobernador del Banco de Japón (BOJ), Kazuo Ueda, sigue siendo cuestionado sobre si la política de control de la curva de tipos está lista para un ajuste, dado que la inflación lleva más de un año por encima del objetivo del 2%. Si bien los responsables políticos del BOJ están debatiendo un cambio de política monetaria este mismo mes, el gobernador Ueda restó importancia a la idea en la reunión del G20 de esta semana. Los analistas japoneses deberían estar atentos al informe de inflación de julio de la ciudad de Tokio, que suele ser un indicador adelantado de las tendencias de la inflación nacional (jueves).

La próxima semana será una de las más ajetreadas del año en cuanto a publicación de resultados: LVMH, Unilever, Airbus, Nestlé, Roche, TotalEnergies y Schneider en Europa, por citar sólo los más importantes. Microsoft, Alphabet, Meta Platforms, Coca-Cola, Boeing, Amazon y muchas otras en Estados Unidos. Ya que gran parte de la subida de la Bolsa estadounidense se basa en las tecnológicas, habrá que estar muy pendientes a los resultados de estas firmas, después de que los conocidos de Netflix y Tesla decepcionasen la semana pasada.

En España publicarán resultados Naturgy, Endesa, B.Santander, Acerinox, Aena, Enagas, Rovi, Redeia, Iberdrola, Telefonica, Repsol, Grifols (0.172), Ferrovial, B. Sabadell, Unicaja, Indra, ACS, Acciona, Acciona Energía, Colonial, Merlin, Cellnex, Amadeus, IAG, Caixabank, BBVA, Fluidra, Mapfre y Sacyr.