Los gemelos Winklevoss vuelven a estar en el foco mediático y no es por una buena razón. Los hermanos Cameron y Tyler, archiconocidos por disputar y perder una de las batallas legales más importantes de Silicon Valley, volvieron a labrarse una nueva reputación gracias al instinto inversor que les llevó a convertirse en pioneros en un mercado tan controvertido como el de las criptomonedas. Ahora, la situación se ha tornado en su contra de nuevo y los empresarios viven una etapa de despidos en su plataforma y demandas millonarias por supuesto fraude de ley. Una tendencia muy de moda entre las principales firmas del ecosistema criptográfico en los últimos meses.

Eran otros tiempos cuando los gemelos estudiaban en Harvard y coincidieron con Marck Zuckerberg. Llegaron a hacerse conocidos a finales de 2009 por demandar a Zuckerberg alegando que les había robado la idea de Facebook y acordar con el magnate tecnológico dos años más tarde una indemnización de 65 millones de dólares, suceso recogido en la película La Red Social, de David Fincher.

Si bien no consiguieron ser reconocidos como autores intelectuales de una de las redes sociales que han marcado el devenir de la historia, los gemelos Winklevoss no se quedaron estancados en su derrota. En 2013, cuando empezaba a hablarse de una nueva tecnología considerada por algunos como revolucionaria, no dudaron en poner toda la carne en el asador y decidieron que Bitcoin y las criptomonedas serían sus catalizadores para crear un imperio en el mundo tecnológico.

Invirtieron 11 millones de dólares en comprar 90.000 bitcoins, el 1% de lo que había por entonces en circulación. La confianza en este nuevo activo digital descentralizado hizo que no vendieran ni una sola criptomoneda, pudiendo acumular una riqueza que les llevaría a encabezar la lista de multimillonarios de Bitcoin. Según la revista Forbes, en 2021, año dulce para el sector, los gemelos poseían una fortuna en criptomonedas valorada en 1.400 millones de dólares. 

Tres rondas de despidos y un problemático efecto dominó

A lo largo de los últimos años, han situado sus nombres entre los grandes nombres de la industria, gracias a su 'exchange' Gemini, y su fondo de inversión, Winklevoss Capital. Sin embargo, su actividad, como el de muchas otras grandes plataformas de criptomonedas, está en entredicho. Los hermanos han anunciado que volverán a acometer una ronda de despidos en su compañía que afectará al 10% de la plantilla, siendo esta la tercera vez en menos de un año que deciden recortar personal.

Según los datos de la consultora PitchBook, a fecha de noviembre de 2022 Gemini contaba con 1.000 trabajadores en plantilla, por lo que este nuevo recorte supondría la salida de alrededor de unos 100 trabajadores. Así lo confirmó también un portavoz de la empresa a la cadena norteamericana CNBC recientemente. Estos nuevos despidos llegan después de los llevados a cabo en julio y junio del año pasado y que han ido en paralelo con la caída del valor del mercado criptográfico, así como las sucesivas quiebras e investigaciones judiciales en importantes players del sector.

"Teníamos la esperanza de evitar más reducciones después de este verano, sin embargo, las persistentes condiciones macroeconómicas negativas y el fraude sin precedentes de malos actores en nuestra industria no nos han dejado otra opción que revisar nuestra perspectiva y reducir aún más la plantilla", escribió Cameron Winklevoss en un mensaje interno al que tuvo acceso el medio The Information.

Además del contexto económico global y particular, Gemini se ha enfrentado en los últimos meses a las presiones del mercado por otra plataforma que ha anunciado su quiebra hace a penas unos días. Se trata de la plataforma estadounidense Genesis que, junto a dos de sus subsidiarias de préstamos, se ha declarado en bancarrota por su elevada exposición a la plataforma FTX, también quebrada a finales de 2022 y con su dueño, Sam Bankman-Fried, siendo juzgado por delitos de fraude y malversación, entre otros.

En este sentido, la caída de Genesis supone dejar a la plataforma de los gemelos Winklevoss entre la espada y la pared. Resulta que Gemini es el principal acreedor de la plataforma quebrada, que le debe un montante de 765,9 millones de dólares. Sin duda, el efecto dominó que comenzó con FTX sigue cobrándose víctimas a una velocidad de vértigo y los dueños de muchas plataformas de criptomonedas están descubriendo el lado oscuro de un mercado con todavía poca regulación y marcado por el elevado riesgo. 

A esta situación se suma la coyuntura económica actual, con el mercado sumido todavía en un 'criptoinvierno' desde que alcanzara récord de capitalización en noviembre de 2021. El aumento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, la caída de la confianza inversora por los colapsos y quiebras y los cientos de despidos acometidos por importantes empresas del sector como Coinbase, Crypto.com o Silvergate Capital, dibujan a la perfección el retrato actual del mercado de las criptomonedas. Pero no son los únicos problemas a los que tendrán que hacer frente los famosos gemelos Winklevoss.

Gemini se enfrenta a una demanda por fraude 

A esta oleada de quiebras, deudas sin pagar y despidos masivos, Gemini se enfrenta también a una acusación que puede costarle su reputación. La plataforma de intercambio de activos digitales ha sido acusada por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) de cometer un supuesto fraude de valores. 

El organismo regulador considera que la empresa de los gemelos ha violado la normativa estadounidense con su programa de 'criptopréstamos' Gemini Earn, a través del cual vendía valores de forma ilegal a cientos de miles de inversores. En este caso entra de nuevo en juego Genesis, su socio prestamista en el programa, que también está acusado de fraude. De este modo, Genesis llegó a un acuerdo con Gemini en diciembre de 2020 para ofrecer a los clientes de la plataforma de los Winklevoss la oportunidad de prestar sus criptoactivos a Genesis a cambio de ganar intereses.

Según el regulador, a partir de febrero de 2021 recaudaron miles de millones de dólares en criptoactivos de los inversores, un capital que en noviembre del año pasado la ya quebrada Genesis impidió a los inversores retirar debido a que la volatilidad del mercado provocó una crisis de liquidez. Por aquel entonces, la plataforma tenía alrededor de 900 millones de dólares en activos de 340.000 inversores de Gemini Earn. 

Todo ello en un contexto de disputas legales entre los gemelos Winklevoss y el fundador de DGG (matriz de Genesis), Barry Silber, a quien acusan de malas prácticas y anunciaron que emprenderían acciones legales contra él. Los empresarios acusan directamente a Genesis como responsables de los 900 millones de dólares que deben a sus usuarios y aseguraron recientemente que la declaración en bancarrota de su deudora es una buena noticia, porque ahora estará sujeta a supervisión judicial y significa un paso más para la recuperación de sus activos.

En cualquier caso, los hermanos Winklevoss siguen acumulando problemas en esta etapa de su vida como magnates de las criptomonedas. Si bien no consiguieron pasar a la historia liderando una de las revoluciones tecnológicas más importantes de las últimas décadas, sí han podido dejar grabado su nombre en otro de los fenómenos disruptivos protagonista en los últimos años. La justicia, el mercado y el tiempo dirán cuál es el lugar al que pertenecen.