Muchas veces no existe una línea totalmente definida entre prohibir, limitar y aconsejar. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), presidida por Rodrigo Buenaventura, está tocando los temas más sensibles al bolsillo de los ahorradores y a la transparencia en un segmento, como los fondos de inversión, donde aún hay mucho margen de mejora. Una muestra de ello es la Guía Técnica publicada este pasado mes de febrero sobre refuerzo de la transparencia de IIC con objetivo concreto de rentabilidad y de IIC de renta fija con estrategia de comprar y mantener.

Un tipo de producto el de la rentabilidad objetivo que ha tenido mucho éxito este año en el que las gestoras de fondos anuncian (no aseguran) una ganancia si el partícipe del fondo mantiene su posición durante un periodo de tiempo determinado. La CNMV con esta Guía Técnica ha intentado despejar las dudas de los inversores y exigir a las gestoras la transparencia suficiente para explicar esa promesa de rentabilidad.

Hace unos días un gestor de uno de estos fondos –no desea revelar su nombre- explicaba que en el trámite de aprobación de su fondo objetivo, el organismo supervisor del mercado le había instado a rebajar las comisiones del fondo para que fuera aprobado con normalidad. Cosa que, según cuenta, hizo y el fondo fue autorizado sin mayores dificultades. Desde la CNMV a este respecto hacen referencia a que “en contadas ocasiones y de acuerdo con lo informado en el comunicado de enero de 2015, ha introducido advertencias informativas en los folletos de fondos con objetivo concreto de rentabilidad cuando las comisiones superaban 0,6 puntos porcentuales sobre el patrimonio (del mismo modo que ese porcentaje se usa en la Circular 1/2018 de la CNMV sobre determinadas advertencias y en la reciente Guía Técnica sobre fondos de comprar y mantener o rentabilidad garantizada)”, explican.

Advertencias en el folleto que pueden ser disuasorias para que las gestoras apliquen comisiones más elevadas a ese umbral del 0,6%. Así, desde la CNMV concluyen que “el hecho de que la gran mayoría de productos se sitúen por debajo de ese nivel es lo que justifica que tales advertencias hayan sido hasta ahora absolutamente marginales”.

Así, este umbral de comisiones para este tipo de fondos de inversión que, en principio, no suponía más que la necesidad de una advertencia al partícipe ha podido pasar a convertirse en una obligación, aunque no explícita.

Liquidez, plazo, valoración

La CNMV lanzaba el pasado mes de febrero una consulta pública sobre estos fondos objetivo con el fin de que los partícipes conozcan todos sus riesgos y valoren la rentabilidad prometida. En esta consulta, el supervisor hace hincapié en la necesidad de aumentar a 12 las ventanas de liquidez en un año sin que se paguen comisiones de reembolso, en vez de las cuatro actualmente previstas.

También pide “establecer criterios sobre el riesgo derivado de no valorar parte de sus operaciones durante el plazo de comercialización, así como de los efectos de la inflación sobre la rentabilidad nominal de sus inversiones”, y “fijar criterios sobre la rentabilidad estimada (en términos de TAE) que razonablemente puede esperar en los fondos de renta fija con estrategia de comprar y mantener en el supuesto de que mantenga su inversión hasta el vencimiento”. Por último, el supervisor habla de ampliar y mejorar las advertencias establecidas sobre el riesgo por el plazo y por el coste por la liquidez del fondo.

El tema de las valoraciones después de la comercialización lleva a no pocos ahorradores a situaciones de confusión que esta Guía Técnica ha intentado aclarar. Los activos de renta fija, aunque sea a corto plazo, se valoran diariamente y se pueden incluso registrar pérdidas pasajeras. Unas pérdidas que desaparecen cuando  se espera al vencimiento de la emisión –por ejemplo letras del Tesoro- y el fondo recibe tanto el principal invertido como el cupón prometido.