Las grandes empresas que cotizan en bolsa en la Unión Europea, y, por lo tanto, también todas aquellas del IBEX 35, tendrán que tomar medidas con el fin de aumentar la presencia de mujeres en sus puestos directivos. Una nueva ley europea obligará a que al menos un 40% de los puestos de director no ejecutivo o el 33% de todos los directivos estén ocupados por el género menos representado antes del final del mes de junio de 2026.

La normativa fue anunciada en nota de prensa el pasado 22 de noviembre y no afectará a las pymes con menos de 250 trabajadores. Las empresas cotizadas tendrán que informar sobre la representación de hombres y mujeres a sus consejos de administración a las autoridades competentes una vez al año y si no han alcanzado los objetivos tendrán que detallar sus planes para hacerlo. Esta información, además, tendrá que ser pública en la web de la empresa de una forma que sea fácil encontrarla.

Los estados miembros de la Unión Europea tendrán que establecer sanciones efectivas, disuasivas y proporcionadas, tales como multas, para las empresas que no apliquen procesos de contratación abiertos y transparentes. Además, los tribunales podrán anular el nombramiento de toda junta directiva que no cumpla con los principios de la normativa.

La ley europea, aprobada por el Parlamento y por el Consejo Europeo, entrará en vigor 20 días después de su publicación en el diario oficial de la Unión Europea y los estados miembros tienen dos años para aplicar sus normas. Se trata de una propuesta que se presentó por primera vez el año 2012, pero estuvo bloqueada durante casi una década, hasta que los ministros de Trabajo y Asuntos Sociales pactaron una posición el pasado mes de marzo. Los equipos negociadores del Parlamento y del Consejo llegaron a un acuerdo en junio.

La desigual situación actual lleva a la Unión Europea a adoptar este tipo de medidas. Un estudio del European Institute for Gender Equality publicado el pasado mes de abril detallaba que solo tres de cada 10 directivos eran mujeres en toda Europa. España, con un 32,6% de mujeres, ocupa el décimo lugar del ránking del estudio con respecto a igualdad.

Solo Francia, de entre los 27 países miembros, supera al 40% de mujeres en puestos directivos, con un 45,3% de mujeres, muy por encima de Italia, que tiene un 38,8%, y de Holanda, que tiene un 38,1%. Quince de los países miembros están por debajo de la media del 30%, con Chipre en la cola. Solo un 8,5% de sus directivos son mujeres, por lo cual es el país que tendrá que hacer un mayor esfuerzo con el fin de alcanzar los objetivos obligados por la nueva normativa. Tendrá que multiplicar por 4,7 la presencia femenina en asientos directivos con el fin de llegar a los estándares.

Las cifras en el ámbito europeo son todavía peores con respecto a CEOs y presidentes. Solo un 8,5% de los CEO de las principales empresas europeas son mujeres, por un 7,8% de mujeres a la presidencia de las juntas de empresas. Son cifras, sin embargo, mucho mejores que el año 2013, cuando un 2,2% de los CEO y el 3,6% de los presidentes eran mujeres.

El mismo estudio muestra que un 0% de los gobernadores de los bancos centrales son mujeres, es decir, ninguno en toda la Unión Europea. Un 28% de mujeres ocupan puestos de vicegobernadora de bancos centrales, por un 26,4% que están en puestos directivos de responsabilidad.

Peor en los Estados Unidos

Las cifras de mujeres en puestos directivos son todavía peores en los Estados Unidos y Canadá que en la Unión Europea. Allí, solo una de cada cuatro personas en puestos directivos de empresas es una mujer, según un estudio reciente de la consultora McKinsey & Company  y la asociación LeanIn.org, que ha analizado la información de 333 empresas de ambos países norteamericanos que dan trabajo a más de 12 millones de empresas.

Se trata de un documento que analiza las experiencias y aspiraciones profesionales del talento femenino y demuestra que uno de los topes que frena la ascensión de las mujeres hacia el liderazgo se encuentra a la gerencia, donde de cada 100 hombres que promocionan hacia el nivel de mánager, solo lo hacen 87 mujeres.

Este mismo estudio también pone de relieve que el hecho de ser madres influye negativamente en la evolución profesional de las mujeres, mucho más que a los hombres. Un 39% de ellas han pensado en reducir su horario o bien aceptar un empleo menos exigente e incluso dejar el trabajo, por un 22% de hombres que han hecho lo mismo. Para el 49% de las mujeres en puestos de liderazgo, la flexibilidad es uno de los factores más importantes a la hora de decidir si se incorporan o se quedan en una empresa, por un 34% de los líderes masculinos que piensan lo mismo.