Juan José Álvarez (Madrid, 1966), secretario de Organización de Asaja, lleva 33 años dedicado al campo, desde que entró en la organización agraria, donde ha sido adjunto al presidente o director general. Es su voz en las negociaciones con el gobierno español y consejero por Asaja en el CES. Administrador de fincas, es colaborador en varios medios de comunicación y un apasionado de la magia.

Álvarez explica los motivos que han llevado al campo a movilizarse con cortes de carreteras que han puesto a los agricultores en medio del debate político y mediático. “Nuestros problemas son los mismos que hace cuatro años, cuando ya hicimos movilizaciones”, dice. Se queja, y mucho, de la CE, pero también del gobierno español y del ministro Planas, al que acusa de haber negociado una PAC que “no es buena para los intereses españoles”. Sobre las movilizaciones espontáneas al margen de las organizaciones dice que “son bienvenidas”, aunque matiza que las convocadas por Asaja, Coag y Upa se han hecho con permiso y dentro de la legalidad. De momento, hay acciones por toda España durante todo febrero.

Estos días, algunos ministros han dicho que el Gobierno está con los agricultores españoles.
Bueno, si el Gobierno está con nosotros, que me lo demuestren. Que me pongan en la mesa todo lo que demandamos. Tampoco se pide tanto. Y lo saben y pueden hacerlo. Tenemos que preocuparnos políticamente más de las cosas de comer y ha llegado ya el momento. Pero parece que estamos pendientes de otras cosas. Mi presidente (Pedro Barato), y yo también, decimos que con las cosas de comer no se juega. Y estamos jugando.

¿Qué demandas han motivado las movilizaciones de esta semana y de las próximas?
Pues pedimos lo que pedíamos hace cuatro años, cuando también hicimos movilizaciones, porque antes de la pandemia, en 2020, estábamos con tractoradas, también convocadas en unidad de acción de Asaja, Upa y Coag. Y ahora pedimos lo mismo, pero con problemas acrecentados por los incrementos de costes que se han multiplicado por tres en estos cuatro años. Cierto que de aquellas movilizaciones salió la ley de la Cadena Alimentaria, pero es una ley que no nos vale, porque no se aplica como tiene que aplicarse. Por tanto, el problema sigue sin resolverse.

Pedimos lo mismo que pedíamos hace cuatro años, cuando también hicimos movilizaciones

¿En qué consiste esta ley?
Es una norma en la que estamos los tres eslabones de la cadena alimentaria —la producción, la industria y la distribución—, pero los agricultores y ganaderos no tenemos los mismos parámetros y beneficios en el eslabón de la cadena. Seguimos teniendo precios en muchas de las producciones por debajo de los costes de producción y eso es lo que no se puede permitir. Para eso está la ley de cadena alimentaria, para poner mecanismos, inspecciones que lleve a cabo el Ministerio de Agricultura a través de la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios), que es el organismo competente y que no funciona. Lo hemos dicho siempre: necesitamos una ley de calidad alimentaria que funcione, que sea equilibrada y tenga un tercio para la producción, un tercio para la industria y un tercio para la distribución. Eso sería lo ideal.

¿El tercio de los beneficios que genera la alimentación?
Si nuestros costes de producción suben, también suben los costes de producción en la industria y en la distribución, está clarísimo, pero también tienen que subir nuestros precios.

¿Tienen mucha fuerza los otros dos eslabones de la cadena alimentaria?
Cada uno tenemos nuestro papel y no me meto en quién saca mayor beneficio o quién saca menos. Lo que pedimos es que se equilibre esa cadena, porque si la distribución funciona bien, es mejor para nosotros, porque no queremos que el consumidor tenga unos precios desorbitados. Pero el consumidor tiene que saber lo que el productor está cobrando. Aquí hay un problema de oferta y demanda, de precios, pero el gran problema son los costes. Hace unos años, pagábamos por una tonelada de pienso 250 euros, y ahora 600; y por una rueda de tractor, de 800-900 euros a 1.600. Hablemos de costes, porque si yo puedo repercutirlos en mi precio, lo haré, y si puedo repercutir la subida del salario mínimo, lo haré. Y entonces, que suban el SMI todo lo que quieran. ¿No sería mejor subvencionar las cotizaciones sociales y darle al trabajador esa diferencia? Entonces sí que tendré mano de obra en el campo, que no encuentro mano de obra. Y la mano de obra más bienvenida en este momento para el campo es la inmigrante, que son buenísimos.

Juan José Álvarez. Asaja
Juan José Álvarez. Asaja

¿Les han sorprendido las movilizaciones al margen de las convocada por las grandes asociaciones?
No nos han sorprendido, son bienvenidas todas las movilizaciones que hay en este momento en el campo, sea quien sea quien las convoque. Lo importante es que vayamos todos a una, pues los problemas que tenemos son iguales para todos. Por eso, las movilizaciones son bienvenidas y un respeto por ellas, por supuesto, porque en este momento es necesario estar en la calle. El miércoles estuvo el señor Sánchez en el Congreso y habló de agricultura. Hacía mucho tiempo que no se hablaba del sector, porque solo hablan cuando hay programas electorales. Pero ahora, cuando estamos en la calle, el presidente del Gobierno habla de flexibilizar la PAC, que está muy bien, de cláusulas espejo, cuando nunca hemos oído al presidente hablar de estas cláusulas, y de la ley agroalimentaria. Está bien que hable de esas tres cosas, pero yo no me conformo, porque faltan otras muchas.

Con la manifestación en Catalunya empezaron las movilizaciones de Asaja y de otras organizaciones. ¿En qué se diferencian de las primeras convocadas por Whatsapp?
Hemos fijado un calendario de movilizaciones. La primera, que ha sido convocada por las tres organizaciones y más gente, ha sido en Catalunya el pasado miércoles. Habrá concentraciones, tractoradas, cortes de carreteras y concentraciones en algunos puertos. Todo siempre con permiso y pactado con las subdelegaciones y delegaciones de Gobierno. Nosotros vamos a hacerlo todo siempre dentro de la legalidad. No queremos molestar a la opinión pública, ni queremos fastidiarles. Nosotros no queremos sacar los tractores y cortar carreteras, lo que queremos es que la gente sea consciente del problema que tenemos los agricultores. Somos nosotros los valedores de garantizar los alimentos y somos los mejores agricultores de la Unión Europea; los mejores de verdad. Pero queremos soluciones.

El gobierno francés se ha puesto al frente de las movilizaciones de sus agricultores y yo quiero un gobierno que se ponga al frente de mis intereses frente a Europa

¿Se han quedado con la sensación de que los cortes salvajes de carreteras pueden ser más efectivos para movilizar a los gobiernos?
Yo creo que los gobiernos tenían que estar movilizados, tenían que ponerse los primeros al frente de esto. El gobierno francés se ha puesto al frente de las movilizaciones de sus agricultores y yo quiero un Gobierno que se ponga al frente de mis intereses frente a Europa. No queremos molestar y cortar carreteras, yo no quisiera estar así, pero es que no me dan solución, no me dan otra opción. Yo no quiero manifestarme y cortar las ciudades principales ni los puertos. Lo que quiero es que mi gobierno me apoye y que, sin necesidad de movilizaciones, me dé soluciones.

¿Qué más problemas han provocado las protestas del campo de estos días?
Hace cuatro años ya estábamos pendientes de una política agrícola comunitaria (PAC), que tenía que haber entrado en vigor en 2021 y lo hizo en 2023. Y no es la mejor política comunitaria, como ha quedado demostrado. Se han tocado los intereses de los agricultores y ganaderos españoles: con esta PAC hemos perdido rentabilidad e ingresos; una PAC que genera mayor burocracia, con mayores exigencias, mayores obligaciones, más verde. Queremos que tanta burocratización se flexibilice, que haya menos normativas europeas, porque todo lo nuevo son obligaciones. Como los eco regímenes, que están muy bien, pero que no se pueden aplicar. O la obligación de tener un ‘cuaderno digital’ para registrar temas como el fitosanitarios, en el caso de los ganaderos. ¡Es que tienen que estar más pendientes del cuaderno digital, que de la producción! Una obligación que el Ministerio de Agricultura ha ido retrasando, pero que debe entrar en vigor en septiembre de 2024. Y no es que nos neguemos a este cuaderno digital, pero con las coberturas que tenemos en la España vaciada no se puede llevar un control digital.

¿Hay sectores más afectados que otros?
Hay sectores muy tocados, con incrementos de costes que se vienen arrastrando en los últimos años, agudizados por la guerra de Ucrania, pero también por la sequía, que los ha incrementado una barbaridad. Sectores como el cereal, el aceite de oliva y la ganadería extensiva, con problemas muy graves. Las enfermedades son un horror en este momento. Llevamos 30 años para atajar la tuberculosis y todavía no somos capaces. A la ganadería extensiva hay que darle un gran apoyo, porque, si no, va a ser increíble.

¿Los problemas del campo español son coyunturales?
Hay temas de fondo, como la transición ecológica, que van ligados a la agricultura, sobre todo con esta PAC. La señora Teresa Rivera (vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica) tiene más que decir que el señor Planas (ministro de Agricultura), con todas las obligaciones medioambientales que hay que hacer con la PAC. O con otras medidas de transición ecológica, como la defensa del lobo. Se protege más al lobo que al ganadero. Bueno, parece ser que ahora van a darle una vuelta al tema del lobo. ¿Por qué? Porque a la señora Von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea), desgraciadamente, se le han comido un pony los lobos. Porque ahora, la Comisión está abierta a cambios. Precisamente, este martes, han anunciado que ablandan el reglamento de pesticidas. ¿Por qué ahora? Pero, bueno, están bien los cambios.

¿Qué otros problemas quedan pendientes de las movilizaciones de 2020?
Los acuerdos comerciales con terceros con las cláusulas espejo: si nosotros cumplimos unos requisitos en la producción utilizando fitosanitarios adecuados, pues que se exijan a terceros países. Como la firma con Mercosur. Nuestro gobierno no puede firmar acuerdos con terceros países si no hay cláusulas espejo que garanticen las mismas reglas de juegos. El año pasado denunciamos la sandía de Marruecos, con pesticidas prohibidos en España y en la UE. Además, tienen una mano de obra más barata.

El sector ha sido muy combativo con la subida del SMI.
Ha subido en estos cinco últimos años un 54,2%. ¿Qué decimos nosotros? Muy bien, si hay SMI, bienvenido sea, pues queremos el mejor salario para nuestros trabajadores. Pero la nómina no sube a 1.130 euros, sino casi a 1.900 con imposiciones y cotizaciones sociales. Por eso hemos pedido al Ministerio de Trabajo que se bonifiquen las cuotas a la Seguridad Social, al igual que en otros países de la UE, para hacer frente al incremento de costes sociales. O la reforma laboral, que ha sido lo más perjudicial para el campo español, porque si algún sector tiene temporalidad y estacionalidad es el agrario, o lo que son actividades eventuales. Y en materia fiscal, que también se lo hemos dicho al Gobierno, que si bien es cierto que tenemos el régimen de módulos, que es muy bueno para el campo, se olvidan de los empresarios en estimación directa. Habrá que dar una vuelta a todo el entramado fiscal al agricultor y al ganadero.

Estos días también han hablado de los seguros agrarios.
Es un tema recurrente. Son un desastre. Debemos ver cómo es la financiación del seguro y que el modelo sea válido para agricultores y ganaderos.

Sin rentabilidad económica no puede haber sostenibilidad y el campo, a día de hoy, no es rentable

¿Es rentable trabajar en el campo?
Estamos hablando continuamente de sostenibilidad, y los agricultores y ganadero son los más sostenibles, pero sin rentabilidad económica no puede haber sostenibilidad. Y el campo, a día de hoy, no es rentable. Se debe ayudar a los sectores más afectados y a los jóvenes para que se incorporen al sector, hay que hacer un relevo generacional en España. Las comunidades autónomas han de tener planes de incorporación de jóvenes, pero que sean efectivos y con un apoyo fiscal y de cotizaciones especial. En las movilizaciones francesas, he visto que la edad de los manifestantes es más baja que en España.

De los problemas del campo, ¿quién tiene más culpa, el gobierno español o la Comisión Europea?
Todos. Por eso pedimos un plan de choque con medidas a tres niveles. En Europa se hace una política que afecta diariamente a los intereses agrarios y necesitamos que reduzca la burocracia, tanta normativa que asfixia al agricultor y al ganadero, como se ha demostrado en las movilizaciones de muchos países. Ahora, la señora Von der Leyen sí está dispuesta a negociar, incluso la PAC o los eco regímenes, algo que la CE no negoció hace cuatro años. Quizá es por la cercanía de las elecciones al Parlamento Europeo, puede ser, o lo que sea, pero los mismos problemas que no negociamos hace unos años, ahora sí. Algo que es bienvenido, desde luego. Y en España, nuestro interlocutor ante la UE es el señor ministro que tiene que dejarse la piel en este caso, pues la PAC que negoció Planas no es buena para los intereses españoles y se lo hemos dicho. Y ahora dice que sí, que se puede flexibilizar, que van a negociar. Pero también las comunidades autónomas tienen mucho que hacer, por ejemplo en sanidad animal. Hay, pues, que poner medidas efectivas por parte de la UE, del gobierno español y de las comunidades autónomas. Y por eso estamos en la calle.

Juanjo Álvarez. Asaja
Juanjo Álvarez. Asaja

¿Qué se está negociando en estos momentos con el señor Planas?
Tras el anuncio de las movilizaciones y de la unidad de acción (entre Asaja, UPA y Coag), el viernes de la semana pasada nos llamó el ministro en contestación a una carta de petición de una reunión para tratar los temas que nos sacaban a la calle. El ministro nos dijo que esa reunión no respondía a las movilizaciones en ningún momento. En esa reunión puso sobre la mesa los acuerdos comerciales, la ley de la cadena alimentaria, la flexibilización de la PAC o los problemas de los sectores más castigados. Problemas que estamos reivindicando, pero dijo que no tenía que ver nada con la movilización. Yo creo que algo sí tiene que ver. Y un problema urgente que el gobierno español tiene que dejar finiquitado son las ayudas pendientes de cobrar de la sequía, que son del año pasado.

No se ha hecho nada para combatir la sequía, no se hace ninguna obra

¿Y sobre la sequía?
Hemos planteado desde Asaja la importancia de la vertebración del agua en España, el tema de los regadíos. Y es que no se ha hecho nada, no se hace ninguna obra. El dinero que ha venido para modernizar regadíos de los Next Generation se ha gastado, pero es que ha sido un 1% lo que han dado a España, ¡un 1%! Pues claro que se ha gastado en lo que se ha podido, pero es insuficiente: hay que vertebrar el agua. Porque 3,5 millones de hectáreas de regadío dan más beneficio y cuestan más que 13 millones de secano. Pero donde hay agua, hay riqueza. Entonces que dejen de mirarse el ombligo y que lo hagan de verdad, que dejen de pelearse. Que hagan un plan estratégico nacional del agua, que no se enfrenten y que hablen.

Tras la reunión del viernes, ¿el ministro ha abierto nuevas negociaciones?
Dijo que sigue siendo la mesa de diálogo que tenemos hace cuatro años, cuando empezamos con aquellas movilizaciones. Sí, el diálogo con el Ministerio es bueno, pero miren, ‘yo quiero soluciones’. Me preguntó por el plan de choque y le dije que habrá plan de choque cuando digan cuánto dinero hay para el vino, para la ganadería extensiva, tanto para las medidas fiscales, tanto para esto y para aquello. Eso es un plan de choque, y mientras tanto podemos seguir hablando de lo divino y de lo humano y de los problemas que tenemos, porque son los mismos.

Entonces, ¿ya hay negociaciones entre el gobierno español y el sector?
Con las movilizaciones de 2020 se crearon cuatro mesas: una para transponer la Directiva Europea de la cadena alimentaria que dio pie a la ley; una segunda para acuerdos comerciales, otra del seguro agrario y la cuarta sobre fiscalidad, energía y empleo. Lo que le dije al ministro el viernes es que podemos hacer todas las mesas que queramos, pero si no se reúnen... No quiero más mesas, lo que quiero es sentarme y negociar una cadena alimentaria, que se aprueben multas. Tiene que ser ya clarito.

¿Esta ola de movilizaciones en toda Europa se deriva de los ataques de los agricultores franceses a camiones españoles e italianos?
Ya salimos en septiembre en Córdoba, en unidad entre las tres organizaciones, frente al Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. Es cierto que ha habido un movimiento europeo en países como Alemania, Francia, Italia, etc. Hay un problema común de obligaciones para todos los agricultores y ganaderos europeos, pero también hay unos problemas concretos de cada país. En Alemania salieron por el coste del gasóleo. Todos tenemos incremento de costes, pero cada país tiene su problemática.

Los agricultores franceses han acusado a los españoles de competencia desleal.
Se equivocan. La competencia desleal viene de terceros países. Además, los franceses tienen 84 sustancias activas fitosanitarias, frente a 31 que tenemos en España. Chirrían con eso de la competencia desleal. Pero Europa tiene que mimar el campo europeo, no mimar los intereses de terceros países.