El jueves 25 de enero pasado se celebró en Bruselas la primera reunión del Diálogo estratégico sobre la agricultura europea iniciado por la Comisión Europea. En este final de su mandato, una vez que ha dimitido el vicepresidente Timmermans (coordinador y destacado promotor del Pacto Verde Europeo), la Comisión Europea parece (¡por fin!) haberse dado cuenta de que el diálogo con los actores sociales es indispensable para conseguir su adhesión activa a la transición ecológica, en este caso, a la transición agroecológica, para conseguir adaptarse al, y mitigar el, impacto del cambio climático.

Estos son los antecedentes directos. El miércoles 13 de septiembre de 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, compareció ante el Parlamento Europeo con un importante discurso sobre el estado de la Unión. Entre otros muchos temas abordados, reclamó "más diálogo y menos polarización" en el debate entre la protección del medioambiente y el futuro de la agricultura en la Unión Europea, un área donde la tensión política ha aumentado notablemente en los últimos tiempos. Insistió: "Necesitamos más diálogo y menos polarización. Por eso queremos lanzar un diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura en la UE. Estoy convencida de que la agricultura y la protección del mundo natural pueden ir de la mano”.

Tres meses más tarde, en la gran misa de fin de año sobre la agricultura europea, organizada por la Comisión Europea, concretamente el 6 de diciembre, la presidenta Von der Leyen reiteró su anuncio y añadió que la iniciativa comenzaría en enero de 2024.

Un mes más tarde, ya en el año nuevo, el 9 de enero, el vicepresidente de la Comisión, Maroš Šefčovič, visitaba una explotación agrícola flamenca, de la mano del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores (CEJA). Es actualmente responsable de coordinar los trabajos de la Comisión relativos al Pacto Verde europeo en sustitución del comisario Timmermans, que dimitió para presentarse a las elecciones legislativas en su Estado miembro, los Países Bajos. Aprovechó la ocasión para insistir en que “queremos iniciar debates para reconstruir el consenso sobre la PAC y la agricultura europea".

El 23 de enero la presidencia belga del Consejo, que ha tomado el relevo de la presidencia española, ha promovido un debate entre los ministros de Agricultura para “preparar este diálogo”. La Comisión convocó la primera reunión para el jueves 25 de enero. Después de un largo paréntesis de todos estos meses, los invitados al diálogo tuvieron 24 horas para responder.

Para el verano la Comisión espera contar con unas conclusiones que recojan soluciones y una visión sobre el futuro del sector agrario y alimentario de la UE consensuadas

Una buena noticia, primero. La selección de los participantes tiene que ser siempre arbitraria. Han invitado a representantes de las principales partes interesadas de toda la cadena agroalimentaria (agricultores, cooperativas y empresas agroalimentarias), las comunidades rurales, organizaciones no gubernamentales, representantes de la sociedad civil, instituciones financieras y universidades. El Consejo de la UE y el Parlamento Europeo también intervienen. En total son una treintena, lo que debería permitir una buena discusión. En la noche previa a la reunión, la presidenta invitó a todos los participantes a cenar en la última planta del Berlaymont.

Está previsto que el calendario de reuniones se alargue a lo largo de este primer semestre. Para el verano la Comisión espera contar con unas conclusiones que recojan unas soluciones y una visión sobre el futuro del sector agrario y alimentario de la UE consensuadas. Cabe preguntarse cómo se integra este ejercicio con el calendario comunitario. La presente Comisión se acaba a finales del presente año y en junio habrá nuevas elecciones al Parlamento Europeo. En base a sus resultados, que sin duda serán distintos de los actuales, tendremos nuevos equilibrios políticos en el Parlamento y en la Comisión.

El presidente del diálogo es el alemán Peter Strohschneider, un profesor emérito de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich y expresidente de la Fundación Alemana de Investigación DFG. Sus focos de investigación se encuentran en los campos de la cultura y literatura alemana medieval y premoderna, así como en la política de investigación académica. Nada que le predispone, en principio, para estar donde está.

Sin embargo, es verdad que ya encabezó un ejercicio similar sobre el futuro de la agricultura en Alemania. Como presidente de la Comisión para el Futuro de la Agricultura del gobierno federal de Alemania (Zukunftskommission Landwirtschaft, ZKL), coordinó la elaboración del informe titulado The future of agriculture. A common agenda, publicado en el año 2021. Como era previsible, este informe generó reacciones contradictorias, a veces vehementes, por parte de los interlocutores sociales y políticos.

Con buen criterio, la primera fase de las discusiones va a ser para que los participantes pongan encima de la mesa los puntos de acuerdo

Hay que reconocer que los primeros pasos dados por el presidente han sido brillantes. Aunque los debates internos del diálogo son secretos, se sabe que su primera intervención fue para marcar el camino que van a seguir. Con buen criterio, la primera fase de las discusiones va a ser para que los participantes pongan encima de la mesa los puntos de acuerdo. Después, y solamente después, se identificarán las diferencias. Metidos en esta dinámica, todos se han quedado sorprendidos de la cantidad de puntos sobre los cuales hay convergencias importantes y del buen ambiente en las reuniones.

El futuro de nuestra alimentación y la alimentación de nuestro futuro, la seguridad del abastecimiento de los consumidores europeos, la contribución desde el ámbito de la alimentación a un mundo más justo y equilibrado, la adaptación al, y mitigación del cambio climático, el futuro del medio rural y de nuestros pueblos... todos son temas importantes que deberían ser objeto de un nuevo contrato social; son cuestiones de estado a nivel nacional y de ámbito europeo.