El Consejo de Administración de Grifols ha aceptado este jueves la dimisión presentada por el consejero Tomás Dagá como secretario no miembro de la Comisión de Auditoría, aunque continuará como miembro del consejo de administración de la empresa, a la que lleva muchos años vinculado, siendo además accionista de Scranton Enterprises, la sociedad patrimonial vinculada a la familia Grífols que es titular de algo más del 8% del capital de la farmacéutica. La dimisión se ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras la reunión que ha celebrado el consejo de administración de Grifols en la que se ha adoptado, por unanimidad, este acuerdo.

Se trata de la segunda remodelación de la Comisión de Auditoria, en un año. En abril de 2023, la compañía decidió el nombramiento de Tomás Dagá como secretario no miembro del comité de auditoría, en aplicación de los requisitos establecidos por la Securities and Exchange Commission (SEC) y la National Association of Securities Dealers Automated Quotation (NASDAQ) para las comisiones de auditoría. Una circunstancia que se da, puesto que la compañía también cotiza en el mercado de valores estadounidense.

En la reunión de este jueves, el consejo también ha acordado designar, previa propuesta favorable de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, a la actual vicesecretaria no consejera del consejo, Laura de la Cruz, como sustituta de Dagá en el cargo. Integran también la comisión de auditoría, Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones, como presidente, con la consideración de independiente, y Carina Szpilka Lázaro y Montserrat Muñoz Abellana, como vocales, también independientes.

El abogado Dagá, socio del bufete Orborne Clarke en España que ha actuado como asesor de referencia de Grifols en diversas transacciones mercantiles, es una persona de plena confianza de la familia Grífols y es artífice de la compleja arquitectura fiscal y de deuda de la multinacional. Dagá es consejero de Grifols desde abril del año 2000 y fue vicesecretario del consejo de administración desde mayo del 2016 hasta diciembre del 2023. 

Según algunas informaciones recientes, recogidas hace unas semanas por el diario Expansión, el asesor de gobierno corporativo de los grandes fondos Glass Lewis, emitió un informe tras la junta general de accionistas referente a 2023 en el cual se alertaba de la relación entre Grifols y el bufete Orborne Clarke, y se cuestionaba que este prestara servicios legales a la farmacéutica, dadas estas relaciones personales existentes. Unas relaciones que se extienden a la familia Grífols. En concreto, Raimon Grifols, director corporativo y vicepresidente de la empresa, fue socio del despacho hasta el año 2016. Nuria Martín, secretaria del consejo del fabricante de hemoderivados, es la presidenta del consejo de Osborne Clarke. Por otra parte, uno de los administradores de Scranton, Jordi Fábregas, fue socio del despacho, según las informaciones publicadas por la prensa económica.