Con la llegada de Marc Murtra en la presidencia de Telefónica, los planes de la compañía para desinvertir en el mercado latinoamericano se han acelerado. Desde que aterrizó en la cúpula directiva a finales de enero, sustituyendo a José María Álvarez-Pallete, la multinacional ha llegado a acuerdos para la venta de cuatro de sus filiales: Argentina, Colombia, Perú y Uruguay.

La primera operación fue en febrero en Argentina, cuando el consejo de administración del grupo aprobó la venta de su filial en Argentina a Telecom, propiedad a partes iguales del Grupo Clarin y del fondo Fintech, del empresario David Martínez, por unos 1.190 millones de euros. Telecom Agentina se fusionó en 2017 con Cablevisión, una empresa del grupo Clarín, el mayor grupo de medios de comunicación en Argentina. Esta fue la primera gran operación corporativa de Murtra tras asumir el cargo y el movimiento se enmarcó dentro del plan estratégico aprobado en 2019 para desinvertir en Hispam.

Un mes más tarde, Telefónica selló la venta de su negocio en Colombia. La operadora llegó a un acuerdo con Millicom para venderle el 67,5% del capital de su filial Colombia Telecomunicaciones (Coltel) por 368 millones de euros. Telefónica notificó el verano pasado un acuerdo no vinculando entre su filial Telefónica Hispanoamérica y el grupo Millicom para explorar una posible operación corporativa con respecto a los activos que ambos grupos tenían en Colombia, lo cual podía implicar la venta de las acciones. 

Uruguay, la última desinversión de la compañía

En abril, Telefónica traspasó su filial del Perú a Integra Tech International por 900.000 euros. Después de tres décadas en el país, la compañía de telecomunicaciones vendió la totalidad de su participación a Telefónica del Perú (TdP) a la firma argentina Integra Tech Internacional. Con respecto a esta operación, la subsidiaria se encuentra en concurso de acreedores y a finales del 2024 tenía una deuda de unos 1.240 millones de euros.

Este jueves, la teleco hizo pública la venta del 100% de su filial en Uruguay a Millicom Spain por unos 389 millones de euros. A diferencia de las recientes ventas de las filiales de Telefónica en Argentina y el Perú, las cuales se cerraron en el mismo momento del anuncio, la operación en Uruguay está sujeta a la obtención de las pertinentes aprobaciones reguladoras.

En el aire quedan la venta de los negocios en Chile, México y Ecuador. Con respecto al primero, Laura Abasolo, directora general de finanzas y control del negocio, indicó hace un par de semanas que "Telefónica no dice nada sobre los acuerdos hasta que no se materializan". Sin embargo, El Confidencial apunta que Telefónica ha encargado a Cit la venta de Chile, una operación que podría reportar a la multinacional unos 1.000 millones de euros.

Reducción de la deuda de Telefónica

La venta de la filial en Argentina tuvo un impacto contable en los resultados de Telefónica correspondientes al primer trimestre del ejercicio de unos 1.200 millones de euros, mientras que la transacción en el Perú supuso en torno de 500 millones de euros. El impacto conjunto de estas dos operaciones --1.731 millones de euros en total-- lastró las cuentas del grupo correspondientes a los tres primeros meses del ejercicio, en el cual registró unas pérdidas netas de 1.304 millones, enfrente del beneficio de 533 millones del 2024. Tal como explicó la compañía en la llamada con analistas, Telefónica espera reducir su deuda en unos 1.200 millones de euros una vez contabilizadas las desinversiones de Colombia y el Perú.

"Nuestra deuda neta se reducirá a 25.800 millones de euros tras la venta del Perú, la firma del acuerdo vinculante de Colombia y la consolidación de la deuda neta", aseguró Abasolo. En este sentido, la directiva destacó la "amplia liquidez de Telefónica" y el "perfil de vencimientos fluido" que posee, lo cual permitirá a la empresa cubrir los vencimientos de deuda durante los próximos tres años.

En este contexto, Murtra considera que la salida de la empresa de Hispanoamérica "mejora su posición para abordar operaciones de consolidación en el sector de las telecos en Europa", donde se concentran tres de sus cuatro principales mercados: España, Alemania y Reino Unidos, además del Brasil. "Las operaciones pueden tener riesgo, porque el riesgo va con el retorno, pero tienen que tener una racionalidad muy clara".

482 millones en Venezuela

A pesar de las desinversiones, Telefónica no ha cerrado la puerta por completo en Latinoamérica, ya que en febrero anunció que invertiría unos 482 millones de euros en los próximos dos años a Venezuela para desplegar la tecnología 5G y fortalecer su red ya existente de 4G/LTE.

Aparte, la multinacional está inmersa en la redacción de una nueva estrategia con el foco puesto en Europa y Brasil. En tanto que se revelan sus planes, la aceleración de sus desinversiones en Hispanoamérica ha supuesto que el negocio para esta rúbrica haya pasado de generar el 21% de la facturación al 12%. De enero a marzo, Telefónica obtuvo una cifra de negocio en esta región de 1.245 millones de euros, un 8,6% menos que el año pasado.

Las desinversiones empezaron el año 2019

La estrategia de desinversión de Telefónica en Hispanoamérica empezó en 2019, con un plan ideado por Álvarez-Pallete que contemplaba reforzar su presencia en los cuatro territorios principales de la compañía y simplificar su negocio en Latinoamérica. Las primeras desinversiones se produjeron en enero de 2019, cuando la operadora vendió a su competidor América Móvil sus filiales en Guatemala y Salvador por 648 millones de euros.

En mayo del mismo año se completó la venta de su filial en Nicaragua por 437 millones de euros a Millicon, que en agosto también adquirió la parte de Telefónica de su filial en Panamá, por 594 millones de dólares. La venta de Costa Rica se hizo a Liberty Latin Amèrica por 500 millones de euros.