El mercado bursátil español inicia la temporada de juntas de accionistas con unos datos que evidencian tendencias contradictorias en materia de gobernanza corporativa. Por un lado, se consolida la diversidad de género en los consejos de administración, pero por otro, se profundizan las desigualdades retributivas y se produce un preocupante retroceso en la presencia femenina en los puestos de máxima responsabilidad ejecutiva.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha revelado en sus informes de gobernanza corporativa y remuneraciones que los consejeros ejecutivos de las empresas cotizadas experimentaron un incremento salarial del 7,6% durante el año 2024, situando su retribución media en 1,9 millones de euros anuales. Esta cifra, que supera con creces la inflación, refleja una dinámica alcista que se ha mantenido constante en los últimos ejercicios.
El fenómeno no se limita a los cargos ejecutivos. Los consejeros no ejecutivos, aquellos que no forman parte del equipo directivo, pero supervisan la gestión, vieron cómo sus asignaciones aumentaban un notable 9,4%, hasta alcanzar los 175.000 euros de media. La retribución global media entre todos los consejeros, tanto ejecutivos como no ejecutivos, se sitúa ahora en 425.000 euros anuales, tras un crecimiento del 5,2%.
Uno de los aspectos más relevantes del informe es la evolución de la presencia femenina en los órganos de gobierno. Por un lado, el porcentaje global de mujeres en los consejos de administración ha pasado del 34,5% en 2023 al 36,3% actual, acercándose así al objetivo del 40% establecido por la legislación. Además, las presidencias en manos de mujeres han experimentado un salto significativo, pasando del 9,4% al 14% en un solo año.
Sin embargo, este progreso esconde una realidad más compleja. La presencia de mujeres en cargos estrictamente ejecutivos ha sufrido un ligero retroceso, del 0,7%, situándose en un mero 8,3%. Esta cifra revela que, si bien las mujeres ganan espacio en funciones de supervisión y control, continúan encontrando grandes obstáculos para acceder a los puestos de toma de decisiones operativas y de gestión diaria. El contraste retributivo por género presenta un panorama fragmentado y complejo. En conjunto, las mujeres de los consejos de administración cobran un 17,4% menos que sus homólogos masculinos. Pero esta media esconde situaciones radicalmente opuestas según el tipo de empresa y cargo.
En el segmento del Ibex-35, las pocas consejeras ejecutivas existentes perciben una remuneración media un 30,4% superior a la de los consejeros ejecutivos, unos datos que refleja probablemente el altísimo perfil y la excepcional trayectoria requerida para alcanzar estos puestos en las mayores compañías. En cambio, en el resto de sociedades cotizadas, la situación se invierte radicalmente, con las ejecutivas percibiendo un 120,6% menos que sus colegas masculinos. La CNMV matiza estos datos señalando que el número "reducido" de ejecutivas femeninas "resta representatividad a esta media", sugiriendo que las circunstancias individuales pueden distorsionar las comparaciones.
En cuanto a los consejeros no ejecutivos, la desigualdad es más nítida: la remuneración de los hombres supera en un 35,2% la de las mujeres. Sin embargo, entre los consejeros independientes, el tipo de consejero más prevalente en las grandes compañías, la brecha salarial "casi" no existe, según destaca el informe. Los consejos de administración mantienen un tamaño estable, con una media de diez miembros, la misma cifra que el año anterior. Se observa un ligero descenso (-3%) en el porcentaje de presidentes con categoría ejecutiva, que ahora se sitúa en el 46,6%, una tendencia que refleja la separación progresiva entre las funciones de presidencia y dirección ejecutiva.
En cuanto al cumplimiento de las normas de buen gobierno, el grado de seguimiento de las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de la CNMV alcanzó el 88,2%, una mejora marginal del 0,1% respecto a 2023. El 53% de las compañías sigue al menos el 90% de las recomendaciones, el mismo porcentaje que el año anterior, mientras que el número de empresas que aplican el 100% de las recomendaciones ha bajado de 9 a 6. Estos datos surgen en un contexto de creciente escrutinio público sobre las retribuciones de los altos cargos y las políticas de diversidad. La aceleración de los incrementos salariales en los niveles más altos, en contraste con la evolución de los salarios medios, puede alimentar el debate social sobre la desigualdad retributiva.
La paradoja en los datos de género, mejora en la presencia global, pero retroceso en los puestos ejecutivos, sugiere que las políticas de diversidad podrían estar llegando a un límite en su efectividad, y que se requieren acciones más decididas para garantizar que las mujeres no solo entren en los consejos, sino que también accedan a los cargos de máxima responsabilidad ejecutiva. Las próximas juntas de accionistas serán el escenario donde se debatirán estas tendencias y donde se pondrán a prueba los mecanismos de control sobre las políticas retributivas y de diversidad de las grandes empresas españolas.