El pasado viernes, los trabajadores de la empresa japonesa de complementos de automóvil Hi-lex anunciaron una huelga para protestar contra el cierre de la planta que la empresa tiene en Granollers y que amenaza 67 puestos de trabajo. Los trabajadores de otra multinacional de automoción, Magneti Marelli, se declararon también en huelga unos días antes por el cierre en Santpedor, que se saldará con 52 despidos. Las salchichas de la Zona Franca de Barcelona de Schara, con 56 empleados, la de motos Gasgas, en Terrassa con 22 trabajadores, y la fábrica de plásticos Plastiverd, en El Prat, con 90 trabajadores, completan una primera quincena de noviembre muy dura para los polígonos metropolitanos, a los que hay que sumar el cierre anunciado en octubre de los envases de MM Fiberpackaging, con 91 despidos, en Montcada. En total, 378 puestos de trabajo fulminados en poco tiempo en un golpe duro, pero no alarmante, para la industria
El secretario general de UGT Fica del Vallès Oriental, Sergio Moreno, aclara que en la región metropolitana "hay empresa joven que está contratando" y que la salud de la industria química y alimentaria es fuerte, pero alerta de que "hay que ponerse las pilas con la reindustrialización" y reconoce "la gripe que sufre el sector de la automoción". De hecho, en el caso de Hi-lex, que fabrica elevalunas para Volvo y Ford, concentrará la producción en otras plantas afectada por la situación de la planta de Ford en Almussafes, en ERTE, y la parálisis del coche eléctrico en Europa. "Ha tocido Ford y ha tocido Hi-lex", reconoce. Lamenta la oferta de indemnización de 27 días por año trabajado, contra la que luchan, y pide que la empresa "se mueva para recolocar a los trabajadores en otras empresas del sector, como los proveedores con los que tiene contacto".
El responsable de industria y empresa de Pimec, Carles Sala, ve algunas similitudes entre los casos porque "mayoritariamente son empresas internacionales sin raíz en el territorio, que toman decisiones de moverse o cerrar por lógicas mundiales". "Las empresas con raíz lo último que hacen es marcharse", añade. Otras empresas, también internacionales, arrastran crisis de hace años y deciden cerrar. Hay quien concentra la producción en otras plantas, como ya hizo Danone recientemente, y quien marcha a otros países más baratos a producir. "A pesar de ello, a veces pasa que se suceden cierres en cadena sin que haya una causa muy concreta", dice. Pero alerta también de que el golpe de los aranceles está haciendo mover las producciones industriales.
En el caso de Magneti Marelli, la planta afectada es la de Santpedor, donde fabrican tubos de escape. "Ya hace años que están con ERTEs", explica Cristina Priego, secretaria general de Comisiones Obreras de Industria del Vallès Occidental. "Antes daban trabajo a más de 300 trabajadores y se han quedado en 52, se ha ido dejando morir. Queríamos que la empresa hiciera una inversión para reconvertir el modelo. En las otras plantas de Llinars, donde fabrican iluminación de los coches, y Barberà, parte eléctrica, no afecta esta situación y podían haber desviado algunos trabajadores", explica.
En el caso de Schara, la fábrica sufrió un incendio en 2023 que afectó la producción local y habían previsto una nueva fábrica que, se quejaban en la memoria, no hicieron por los "serios problemas" con el Govern por las licencias. La fábrica está situada cerca de la parada de metro de Mercabarna, en una parcela con afecciones ferroviarias porque por debajo pasa la Línea 9. En la memoria indican que la Dirección General de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat no les concedió la licencia de obra hasta finales de enero de 2025, “más de 20 meses después del trágico suceso de fuerza mayor”, informa Josep Maria Casas.
Añaden que, además de los “obstáculos de la Administración”, se han encontrado con la “rigidez” de las entidades de crédito, la “presión” de las compañías de seguros y las dificultades para recuperar el mercado. Ante esta situación, acudieron a los ERTE. Sin embargo, en este informe se apunta que han cobrado una indemnización de las compañías de seguros por un importe de 7,32 millones de euros en octubre de 2024.
En el caso de Plastiverd, nacida como La Seda en 1925, dice que cierra por las pérdidas de 25 millones desde 2023 y los "elevados costes energéticos". La entrada de productos de Asia, Egipto y Turquía a menores costes también la ha perjudicado. Es propiedad del grupo español CL Grupo Industrial, que hace también acero, joyas y energías renovables, y ha decidido vender los terrenos porque la fábrica era deficitaria.
Gasgas es propiedad del grupo KTM, de Austria, y este país será el que acoja la producción que se hacía en Terrassa, donde se perderán 20 puestos de trabajo.
Y el cierre de MM Fiberpackaging, también con matriz austriaca, supondrá 91 despidos y el traslado de la carga de trabajo a centros de Madrid, Francia e Irlanda.