Grifols avanza en su transformación corporativa con la apuesta firme por Nacho Abia para liderar una etapa llena de incertidumbre. El nuevo consejero delegado de la farmacéutica catalana ha tomado oficialmente las riendas de la compañía y tiene por delante una serie de retos que afrontar en los próximos meses. Reducir la abultada deuda, generar flujo de caja positivo y, sobre todo, recuperar la credibilidad perdida ante el mercado desde que a principios de año Gotham City Research acusase a Grifols de maquillar sus cuentas, son claves en el nuevo periodo.

"Con unos sólidos fundamentales, gran talento y destacada capacidad innovadora, no tengo ninguna duda de que Grifols tiene un futuro brillante por delante", ha destacado Abia a través del comunicado de presentación. El nuevo CEO del grupo destaca que entre sus prioridades se encuentran continuar acelerando el crecimiento, "mejorar la excelencia operativa" y seguir ejecutando el plan de desapalancamiento de la compañía

Todo ello, además de continuar reduciendo la "complejidad de las operaciones y mejorando la claridad", dos de los asuntos más analizados y criticados por Gotham, los inversores minoritarios y la Comisión Nacional del Mercado de Valores en su último informe. Por el momento, Nacho Abia iniciará su andadura de la mano de Raimon Grífols y Víctor Grífols Deu hasta el 31 de mayo, fecha hasta la que permanecerán como asesores de la compañía.

No obstante, ya han transferido sus funciones ejecutivas (director corporativo y director de operaciones) al nuevo consejero delegado, que reportará al presidente Thomas Glanzmann. Cabe destacar que Glanzmann seguirá ocupando su cargo hasta 2025, momento en el que cesarán sus funciones ejecutivas en Grifols, tal y como explicó en la última conferencia con analistas tras la presentación de resultados de 2023. 

La deuda y el flujo de caja de Grifols generan dudas 

Con la familia fundadora echándose a un lado de la gestión, Abia tendrá que afrontar los retos relacionados con la situación económica de Grifols. Principalmente, la deuda financiera neta de 9.420 millones de euros y la ratio de apalancamiento de 5,4 veces tras la venta del 20% de su filial Shanghai RAAS a Haier. El objetivo de la cotizada es avanzar a un ratio de 4 veces la deuda, según explicó la propia compañía.

Aunque la desinversión en China irá íntegramente a amortizar la deuda, la cifra sigue generando dudas entre los analistas. "La farmacéutica sigue estando muy apalancada y cualquier variación de sus ventas hace que su beneficio sea muy volátil. Es cierto que los tipos de interés bajarán a lo largo de este año y el que viene, pero el endeudamiento persistente puede ser más peligroso de lo que lo era hace una década", apuntan desde el bróker XTB.

En este sentido, agencias calificadoras como S&P y Moody's han rebajado y puesto en revisión su rating, respectivamente, por las dudas que genera su deuda y los riesgos de refinanciación que ven en la compañía. De este modo, desde S&P, por ejemplo, estiman que ha el apalancamiento de Grifols aumente a 6,6 veces a finales de 2024 y no se reduzca como espera la farmacéutica.

Por otro lado, el flujo de caja libre es otra de las grandes preocupaciones. Se trata de una cifra fundamental para despejar las dudas sobre la solvencia de la empresa y que Grifols ha registrado de manera negativa en los últimos tres ejercicios. "Los principales problemas son el daño a la credibilidad de la compañía que ha supuesto este episodio, el elevado endeudamiento y la falta de 'cash flow' libre positivo en 2021, 2022, 2023 y según las propias indicaciones de Grifols, tampoco lo habrá en 2024", señalan los analistas de Bankinter en un comentario.

Si bien la farmacéutica aclaró que espera generar un flujo de caja libre de 485 millones en 2024, excluyendo extraordinarios, aseguró que se verá "temporalmente afectado" durante este año por el capex (las inversiones en bienes de capital que crean beneficios) de crecimiento extraordinario relacionado con el acuerdo preexistente con ImmunoTek.

Esta situación ha forzado una desinversión relevante como la de Shanghai RAAS para poder atender los próximos vencimientos de la deuda. "De no corregirse la falta de flujo de caja libre, la compañía se verá obligada a vender más activos y podría llegar al extremo de ser troceada", advierten desde Bankinter.

Recuperar la credibilidad ante el accionista

Más allá del contexto financiero, Nacho Abia tiene por delante el mayor reto para calmar las aguas en el mercado, recuperar la credibilidad ante los inversores. Las acciones de Grifols han perdido un 41% de su valor en el IBEX 35 desde que Gotham publicara su primer informe acusando a la empresa catalana de manipular sus cuentas. Una situación difícil de revertir, más aún cuando los fondos bajistas siguen instalados en el capital de Grifols con posiciones cortas que actualmente concentran el 2,35%.

Y es que, el informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre el caso respaldó el grueso de sus cuentas, pero puso en evidencia numerosas deficiencias y no descarta posibles expedientes sancionadores. "El informe de la CNMV era una de las bazas de la compañía para remontar en bolsa y ganarse la confianza de los inversores, pero los puntos negativos que señalaba el regulador no hicieron más que dejar un sabor agridulce" destacan desde XTB. 

En este sentido, la firma explica que "sin ese as bajo la manga, a Nacho Abia no le queda otra que darle la vuelta a la situación, cambiando por completo el trato de la empresa con el accionista. Más transparencia y claridad en sus informes e incluso una organización societaria más simple serían un impulso para las acciones y para recuperar la confianza del mercado".

La desconfianza aún está presente, especialmente entre los accionistas más pequeños. Desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) explicaban recientemente a ON ECONOMIA que analizan el informe del regulador "por si pudiera haber algún tipo de vía para ejercitar alguna de acción judicial por vía civil", aunque reconocían no contar por ahora con peticiones de inversores para iniciar acciones legales.