El reconocido pastelero y chocolatero Lluc Crusellas, galardonado con el World Chocolate Masters de 2022, se ha enredado en un proyecto empresarial con la constitución de la empresa y la creación de la marca de chocolate Eukarya, con una inversión de un millón de euros y la vista puesta por todo el mundo, pero especialmente al Asia y Sudamérica. Para conseguirlo, Crusellas ha reforzado la alianza profesional que tiene con el grupo PaVic, que está controlado por el empresario Quim Novellas, creando la firma al 50% y construyendo un obrador de 700 metros cuadrados en Vic, donde también abrirá una tienda de venta y degustación, de 70 metros cuadrados, a finales del mes de noviembre. Para abarcar los mercados internacionales, Crusellas potenciará la venta online, "porque se trata de un proyecto que nace con la voluntad de crecer fuera, sin dejar de lado Catalunya," con un proyecto que "hace un año que lo trabajemos" y que "tiene que generar volumen de negocio a fuera, no tanto en Catalunya", explica Lluc Crusellas a ON ECONOMIA. Inicialmente, para este otoño e invierno, el obrador funcionará al 30% de su capacidad total.

Para el lanzamiento masivo de la marca, el chocolatero repite la producción de turrones para Navidad -que ya comercializó el año pasado- y que este año llegarán más masivamente al consumidor final a través de la cadena de alimentación Almendro Origen. Seguirá con la gama de tabletas de chocolate "que son el pilar de la marca", asegura Crusellas, pero también pone énfasis en los productos "de consumo más diario, como los esféricos que elaboramos con fruta seca, tostada, caramelizada y recubierta de chocolate, que iremos ampliando fomentando una línea de productos street food", que probablemente acabarán también en las estanterías de los establecimientos Almendro Origen. De momento, sin embargo, la línea de bombonería solo se podrá encontrar en las tiendas de Vic. "Queremos ser muy selectivos con respecto a la distribución y los puntos de venta, porque tenemos que cuidar del producto y de la imagen de la marca", manifiesta, aunque adelanta que dentro de esta selección habrá una conocida pastelería del Vallès y otra de Girona. En Barcelona, ahora mismo, ha puesto en marcha una reducida pop up en el interior del hotel Yurbban, en la calle Trafalgar, donde tiene los productos en venta, porque "a pesar de tener el corazón del negocio en Osona, tenemos que salir fuera de la comarca", indica.

El proyecto empresarial tendría que ser rentable y haber recuperado con creces la inversión a finales de 2024, cuando la cifra de negocios tendría que ser de unos 2 millones de euros. "No nos queremos hacer riesgos porque lo que venden es una experiencia de calidad, pero que tiene que ser accesible", por lo tanto,"tendrá un precio aceptable para poder llegar al máximo de hogares posible y cubrir los costes de las materias primas y la producción", admite Crusellas cuando define su chocolate como "un lujo accesible". Para conseguirlo se ha servido de los mejores proveedores que "fui a buscar en París para buscar cacaos de diferentes orígenes y saber qué quería comprar", y en Barcelona, "tenemos Casa Gispert, uno de los mejores maestros tostadores de fruta seca." Así, el cacao proviene de Papúa Nueva Guinea, "que es mi cacao preferido", porque tiene matices de madera, caramelo, tostado, leña -ya que se seca al fuego-, y del Perú, que "es más seco, pero nos aporta notas tostadas, de café... que redondean el cacao". Con los ingredientes adecuados, la elaboración complacerá todos los paladares, "incluso la cultura asiática, donde se consume más el chocolate blanco o caramelizada; mientras que en Sudamérica el sabor por el chocolate es más similar al europeo", asegura a Crusellas.