OHLA espera poder relanzar a finales de ese año o comienzos del siguiente la venta del negocio de servicios una vez que acometa una "profunda reestructuración", mientras mantiene negociaciones con su socio en el proyecto para una posible venta de su 50 % en el Proyecto Canalejas de Madrid.
El consejero delegado de OHLA, Tomás Díaz, ha dicho a EFE que no sabe qué planes tiene José Elías para la empresa y ha declarado en entrevista con El Economista que le resulta "paradójica" la actitud del empresario catalán, que decidió no acudir a la ampliación de capital y ahora pretende reforzar su posición en la empresa.
El grupo constructor, que acaba de cerrar una ampliación de capital de 50 millones de euros -la tercera en pocos meses tras dos previas por un total de 150 millones- no espera sorpresas en el accionariado tras esta operación ni se muestra preocupado respecto a los posibles planes de José Elías -dueño de Audax Renovables y de La Sirena- de querer aumentar su peso en OHLA.
Sin embargo, el consejero delegado de OHLA, Tomás Díaz, asegura en una entrevista con EFE que sí ven falta de consistencia e imprevisibilidad en Elías, que antes de la ampliación tenía un 10 % del capital y que llegó a ser consejero y vicepresidente.
Desde OHLA reconocen no saber cuáles son realmente los planes de Elías y se muestran a la espera de ver qué hace, aunque tras su salida del Consejo el grupo ya tiene perfilada la nueva composición.
No ven necesidad de una nueva ampliación
OHLA no tiene previsto llevar a cabo otra ampliación de capital y considera que está preparada y que tiene caja suficiente para atender lo que pueda derivarse del próximo laudo que se espera en torno al Hospital de la Sidra de Catar, con el que se muestra "cautelarmente optimista" de cara a su resultado.
Pese a que Elías no acudió a la reciente ampliación, Díaz muestra su satisfacción con el resultado de la misma, que se cerró con sobredemanda, y asegura que ello demuestra la confianza de los accionistas y el interés del mercado en el grupo, en el que los hermanos mexicanos Amodio siguen siendo los principales accionistas con un 21,6 % y el mexicano Andrés Holzer mantiene su 8,4 %.
OHLA sigue centrada en reducir su apalancamiento tras haber pagado 560 millones desde la llegada de los Amodio en 2022.
Por ello, sigue buscando la venta del negocio de servicios y del 50 % que tiene en el proyecto Canalejas "sin prisas para no malvenderlo".
Como parte del nuevo plan estratégico que acaba de presentar con horizonte 2029 y su objetivo de reducción de costes, OHLA trabaja en una restructuración "muy a fondo" del negocio de Servicios para recortar gastos y recuperar márgenes.
En Canalejas, pendiente de su refinanciación, OHLA tampoco tiene interés en continuar.
Valorará si puede recuperar el dividendo
Hasta mediados de 2026, y en el marco de la refinanciación del grupo, OHLA no contemplará si puede retomar el dividendo.
El grupo, que presentará próximamente las cuentas del primer trimestre, señala que, aunque ambiciosos, los objetivos que se ha marcado con el nuevo plan estratégico son realistas.
"Nos hemos vuelto una compañía previsible, que cumple lo que dice", recalca su CEO.
Aunque construcción seguirá siendo el principal generador de caja, OHLA quiere dar un nuevo impulso al de concesiones con la vista puesta en Estados Unidos -donde tiene una cartera récord-, Latinoamérica -enfoque flexible en función de la coyuntura geopolítica- y Europa (España, República Checa y países del norte).
Entiende que aunque se podría plantear crear una plataforma que aglutine todas sus concesiones y dar entrada a un socio en la misma aun no hay una masa crítica para hacerlo.
Ultima la entrada de dos independientes
OHLA espera anunciar en las próximas semanas la entrada de dos nuevos consejeros independientes hasta llegar a un total de cinco independientes, cuatro dominicales y un consejero ejecutivo tras la salida en bloque de Elías y sus socios.
De momento, sigue en marcha la investigación de la CNMV contra Antonio Almansa, aliado de Elías, por una supuesta venta ilegal de acciones de OHLA en periodo de 'lock-up' haciendo uso de información privilegiada.