El próximo mes de julio, la cadena de comida rápida y sándwiches Subway entrará en subasta. Las previsiones es que la compra se pueda efectuar por 10.000 millones de dólares, poco más de 9.000 millones de euros, en una operación a la baja por el poco interés que ha creado y que constata el declive de esta marca. Así pues, la cadena se ha visto forzada a retrasar los plazos de licitación y aumentar la posibilidad de un precio de venta más bajo.

Los expertos no descartan que el precio pueda acabar rebajándose, hasta 3.000 millones menos. Pero lo que llama más la atención es como esta operación ya lleva un retraso de medio año. Después de hacer una ronda inicial de ofertas a finales de febrero, las fuentes dijeron que Subway no habían establecido un plazo para las ofertas de la segunda ronda, que normalmente llega unas semanas después de que se envíen las indicaciones de interés. Ahora, probablemente las ofertas comprometidas no se venderán hasta finales de este mes, un retraso que pretende dar a los pretendientes más tiempo para llevar a cabo la diligencia debida, según fuentes próximas al proceso.

SUBWAY Bocadillo
SUBWAY Bocadillo

¿Quién será el comprador?

Uno de los grandes problemas es que gigantes rivales de comida rápida como Yum Brands, propietario de Mancho Bello y KFC; y el propietario de Burger King, Restaurant Brands International, los llamados compradores "estratégicos" que estarían mejor posicionados para pagar un precio elevado por Subway, no parecen participar en la subasta. Mientras tanto, emprendidas de capital privado como Bain Capital, Clayton, Dubilier & Rice y TPG Capital están valorando entrar.

El diario americano Bloomberg informó la semana pasada que la firma de capital privado Roark Capital también se encuentra entre los candidatos. Roark es propietario de Inspire Brands, que es la empresa matriz d'Arby's, Buffalo Wild Wings, Dunkin' Brands, Sonic y el rival de Subway, Jimmy John's. El operador de gasolineras y restaurantes EG Group también es un posible pretendiente. Las consecuencias de esta venta afectarán en todas a las franquicias, también en las 35 que hay actualmente a todo el Estado español.

La polémica ha rodeado Subway en los últimos tiempos. El auge lo vivió a principios de la década de los 2000, pero después de la muerte en el 2015 del cofundador y director ejecutivo de Subway, Fred DeLuca, la cadena vio cómo sus ventas se desplomaban. Los años transcurridos desde entonces han sido la ruina de gran parte de la rápida expansión de Subway. Casi una cuarta parte de las más de 27.100 tiendas norteamericanas abiertas al momento de la muerte de DeLuca están ahora cerradas. En paralelo, una investigación de la revista Forbes ha revelado que los difuntos cofundadores Peter Buck y Fred DeLuca y sus familias ahorraron miles de millones para ellos y sus fundaciones de forma ilícita mientras que algunos franquiciados han admitido que no han visto el retorno económico pactado.