La compra de Microsoft del 4% de la Bolsa de Londres dibuja un nuevo panorama en el mercado de los datos financieros. El gigante tecnológico que dirige Sayta Nadella ha tirado de caja para comprar un paquete de acciones valorado en algo más de 1.800 millones de euros de la bolsa más grande de Europa. La operación no ha dejado indiferente a nadie y para muchos supone un movimiento estratégico que puede abrir la veda para que otras empresas tecnológicas lleven a cabo operaciones similares.

El acuerdo al que Microsoft ha llegado con London Stock Exchange (LSE) supone proporcionar análisis de datos y productos de infraestructuras en la nuve a través de sus plataformas Azure, AI y Teams. Para la multinacional con sede en Redmond (Washington), esta alianza podría reportarle 5.000 millones de dólares (unos 4.700 millones de euros) en ingresos en los próximos diez años. Asimismo, LSE invertirá entre 250 y 300 millones de libras (entre 286 y 343 millones de euros) en gastos de capital.

Aunque el acuerdo no se materializará hasta el segundo semestre de 2023, la operación supone un avance por parte de Microsoft en la guerra por el control de los datos que enfrenta a las grandes compañías tecnológicas. El propio director ejecutivo de LSE, Davis Schwimmer, destacó tras hacer pública la alianza que se trata de "un cambio radical en términos de cómo los participantes del mercado financiero interactuarán entre sí, con sus datos". 

Una operación que, además, permitirá al gigante tecnológico entrar en el consejo de administración de la Bolsa de Londres. "Uno de los principales motivos por los que Microsoft ha llevado a cabo esta compra es por la información y los datos que puedan ser analizables desde el punto de vista del 'Big Data'", explica Darío García, analista del bróker XTB a ON ECONOMIA. En este sentido, el experto considera que el beneficio que puede obtener la compañía norteamericana es mayor que el riesgo de convertirse en uno de los grandes propietarios del mercado de valores londinense. 

"La esencia de esta operación es que el interés de Microsoft por la información que pueda extraer como accionista relevante de la bolsa de Londres tiene el valor suficiente como para comprar parte de ella sólo por acceder a esa información", explica. Además, continúa García, "la integración en el marco del negocio de los centros de datos y los servicios en la nube podrían tener grandes sinergias con un negocio como el de LSE, donde el negocio de Azure de Microsoft puede verse claramente beneficiado".

Mejor Microsoft que un competidor

Otro de los puntos clave del acuerdo es el beneficio que obtendrá la Bolsa de Londres por el hecho de que Microsoft trabajará en el desarrollo de una infraestructura de mercado digital basada en tecnología en la nube. "Esto ayudará a los operadores de bolsa a interactuar con los mercados de capital en una amplia gama de clases de activos", añade el analista de XTB. 

El 4% con el que se ha hecho Microsoft pertenecía al consorcio formado por otras dos grandes corporaciones, Thompson Ruters (grupo dueño de la agencia de noticias Reuters) y el fondo de inversión Blackstone. En opinión de Joshua Novick, cofundador de la consultora de fusiones y adquisiciones Bondo Advisors, la compra dará estabilidad al mercado de valores británico.

"Thompson Reuters y Blackstone querían salir y al mismo tiempo al London Stock Exchange le viene bien tener un accionariado estable con la entrada de Microsoft, una compañía con una referencia de peso", explica el experto. Asimismo, Novick cree que "para la Bolsa de Londres, es mejor que ese paquete accionarial acabe en una empresa como Microsoft que en un competidor, como ha sucedido en otras ocasiones".

Por su parte, Antonio Castelo, analista de iBroker, considera que la operación es "absolutamente normal" y supone un movimiento inteligente para el gigante tecnológico. "Por una parte, los grandes grupos bursátiles están buscando negocios alternativos que ayuden a complementar los suyos tradicionales. Por otra parte, en los últimos tiempos se está produciendo un desarrollo cada vez mayor de la denominada “computación en la nube” y los proveedores de servicios financieros están llegando a acuerdos con las grandes empresas tecnológicas del sector (Microsoft, Amazon, IBM y Google), que cada vez les van a acercar más", explica.

Si bien el hecho de que muchas empresas financieras dependan de un número reducido de proveedores de servicios en la nube es algo que preocupa a los reguladores, dado el trastorno que podría causar en todo el sector la caída de un proveedor, los responsables de LSEG confirmaron que el acuerdo con Microsoft es una asociación no excluyente con otros proveedores y que van a seguir manteniendo su estrategia “multinube” trabajando con otros proveedores.

A la caza de un mercado de datos con un gran potencial

Sin duda Microsoft ha dado un gran paso en su estrategia por el control de datos financieros, pero no es la única compañía tecnológica en llevar a cabo una maniobra en este sector. El año pasado, Alphabet, matriz de Google, invirtió 1.000 millones de dólares en el mercado de futuros CME de Chicago para "transformar los mercados derivados globales". Con esta alianza, la multinacional consiguió tener acceso a los datos de la infraestructura del mercado para reallizar una migración hacia Google Cloud. 

También en 2021 Amazon Web Services, la plataforma de computación en la nube de Amazon, firmó el año pasado una alianza similar con Nasdaq. "En los últimos años, Microsoft ha redoblado su apuesta por la computación en la nube. En el año fiscal 2022, los ingresos de la nube de Microsoft aumentaron un 32% en tasa anual, alcanzando la cifra de 91.200 millones de dólares y, se prevé que esta cifra seguirá incrementándose año a año en base a operaciones como la anunciada con LSE", señala Castelo.

En cualquier caso, el movimiento de Microsoft supone intensificar una guerra entre las grandes compañías tecnológicas por el control de un mercado de datos financieros con mucho potencial. "En esencia Microsoft está pagando el 'know how' (conocimiento práctico) y el tiempo necesario para desarrollar una tecnología similar, y los inversores deberían saberlo. Podría suponer un nuevo "melón" para las tecnológicas que vean en la vanguardia de esta operación de Microsoft uno de los mercados más grandes del mundo", concluye García