El consejero delegado de Munich Sports, Xavier Berneda, ha adelantado que la marca de calzado proyecta unas nuevas oficinas en Òdena (Barcelona), a partir del 2025, para centralizar en un solo espacio muchas de las áreas de la compañía que tiene dispersas entre Capellades y la Torre de Claramunt, además de Barcelona. La compañía dispone de 2.000 metros cuadrados en esta población. Sin más concreción al respeto, Berneda se ha referido a este proyecto este jueves en la sesión Estrategias empresariales valientes, en el marco de la 34 Encuentro Empresarial del Pirineo, que se celebra este jueves y viernes en La Seu d'Urgell (Lleida). En su intervención, Berneda ha manifestado que una de las claves de Munich es la seriedad en los compromisos que coge y que se tiene que tener en todos los ámbitos, con los trabajadores, los clientes, y con los objetivos empresariales de la gestión, como es por ejemplo el medio ambiente. "Nosotros somos fieles a lo que es nuestro ADN, en todo aquello que representa nuestra marca", ha concretado. Además, ha compartido la máxima con que dirige la firma familiar: "Las cosas se tienen que hacer de manera diferente y olvidarse de lo que haga la competencia".

Berneda ha asegurado que "quién tenga la intención de vender como antes, que se olvide", porque actualmente no hay normas para entrar en nuevos mercados. Ha defendido la necesidad de ir evolucionando y la importancia de crear colaboraciones nuevas para poder incrementar la facturación. En este sentido, ha recordado que su abuelo, el fundador de la empresa, hacía botas de esquí y zapatillas de boxeo, y que ahora la compañía tiene colaboraciones con Oysho o que prevé diversificar entrante en el sector de la moda con colecciones de ropa que llevarán su propia marca. Munich cerró en el 2022 con un 40% más de facturación, hasta llegar a los 75 millones de euros, después de vender más de dos millones de zapatillas. Con relación al presente ejercicio, ha dicho que "después de un salto del 40%, este año toca consolidar el crecimiento".

Sobre los aspectos medioambientales y la política empresarial que llevando a cabo, el responsable y propietario de la marca junto con su hermano ha explicado que la empresa está trabajando para conseguir la certificación BCorp de sostenibilidad. Un aspecto primordial de futuro porque "viene para quedarse". Ha apuntado que tener esta certificación "no es ninguna broma" y que no solo afecta que las zapatillas sean sostenibles, sino todos los procesos de la empresa y que el cliente sea responsable con las compras en línea. También ha dado detalles de Duuo, el proyecto de zapatillas veganas del grupo, del cual actualmente se producen 35.000 pares al año y factura dos millones.

El máximo responsable de la empresa ha subrayado la necesidad de ser transparente e incorporar un código a los productos para poder trazar el origen y demostrar que son sostenibles. Su intervención ha tenido lugar en la mencionada mesa de debate, que ha compartido con el director general d'Enrique Tomás, Enrique Tomás, y que ha sido moderada por el exembajador de España en Andorra, Àngel Ros.