El Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (WSBI) ha celebrado esta semana su 34ª Asamblea General en Washington, convirtiéndose en un punto de encuentro indispensable para 82 entidades financieras de 59 países diferentes. El encuentro, que ha coincidido con las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha servido como termómetro de la salud de la banca con vocación social y como plataforma para el lanzamiento de ambiciosos proyectos de cooperación.
En su discurso de apertura, el presidente del WSBI, Isidre Fainé, a su vez presidente de la Fundación "la Caixa" y de la CECA, trazó un análisis ponderado pero severo del entorno económico internacional. "El panorama actual se caracteriza por una volatilidad persistente y ajustes continuos", afirmó Fainé ante un auditorio lleno de líderes financieros. "Las tensiones comerciales, la inestabilidad geopolítica y los desequilibrios estructurales han creado un entorno complejo y fragmentado", afirma el dirigente bancario.
El máximo representante de la organización enumeró los principales obstáculos que amenazan la recuperación económica global: las presiones inflacionistas que aún no han remitido del todo, las disrupciones en el mercado energético, agravadas por los conflictos geopolíticos, y una incertidumbre regulatoria que pone a prueba la resiliencia de las economías nacionales. No obstante, Fainé también quiso transmitir un mensaje de optimismo cauto, señalando "esfuerzos renovados de cooperación estratégica, iniciativas fiscales dirigidas a sostener el crecimiento, y una innovación tecnológica que refuerza la adaptabilidad y la competitividad".
El camino a seguir, según el presidente, requiere "un compromiso compartido con la apertura, la fortaleza institucional y el diálogo constructivo". Remarcó que "solo mediante la colaboración y estrategias con visión de futuro podremos navegar este momento transformador y construir una economía global más estable, inclusiva y dinámica".
Una de las grandes noticias que ha salido de la Asamblea es la constatación de que los miembros del WSBI han ampliado hasta alcanzar la cifra de casi 4.000 millones de dólares anuales los recursos destinados a iniciativas sociales. Esta inversión colosal, presentada en el 4º Consejo Social y Filantrópico de la organización, se canaliza a través de proyectos que abordan algunos de los retos más urgentes de nuestra era: la reducción de la pobreza, el empoderamiento juvenil, el emprendimiento femenino, el cuidado de las personas mayores y la sostenibilidad ambiental.
El Consejo, que este año ha puesto el foco en el empoderamiento de la juventud, ha servido como plataforma para intercambiar mejores prácticas y reforzar un compromiso que, para la banca minorista internacional, es "amplio y continuo". Este esfuerzo abarca desde el fomento de la educación financiera y los hábitos de ahorro, hasta la ampliación del acceso a oportunidades y la construcción de resiliencia a largo plazo. Fainé, que también preside este Consejo, agradeció el compromiso de los miembros y les animó a seguir ampliándolo: "En tiempos de incertidumbre, invertir en las personas, fomentar la confianza y actuar con propósito, son esenciales para un futuro no solo económicamente viable, sino también socialmente justo". Y añadió que "al centrarnos en temas como la juventud, estamos trabajando juntos para forjar un futuro más inclusivo y con mayor impacto para la próxima generación".
La asamblea no se quedó solo en el terreno de las declaraciones de intenciones, sino que presentó proyectos tangibles que ya están cambiando realidades. Se presentó el Campamento de Innovación Social de Junior Achievement Portugal, una iniciativa del Banco Montepio. Se trata de un bootcamp diseñado para empoderar a jóvenes, especialmente mujeres de entre 15 y 18 años, animándolas a desarrollar proyectos de emprendimiento social. También se hizo balance del éxito de la Semana Social del WSBI, una iniciativa global celebrada del 8 al 12 de septiembre de este año, que buscó visibilizar de forma conjunta la acción social de sus miembros.
En el marco de los encuentros, el WSBI presentó un ambicioso proyecto en Nigeria, iniciado el pasado mes de julio. Este proyecto piloto, que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de las pequeñas agricultoras del país africano, se desarrolla en colaboración con la Fundación Visa Internacional y la Fundación "la Caixa", siguiendo las directrices del programa WE-Fi-Code (Women Entrepreneurs Finance Initiative Code) del Banco Mundial. La naturaleza del proyecto, de un año de duración, abre la puerta a su posible extensión a otros países en un futuro.
Otro hito significativo fue la firma de un acuerdo de colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una alianza que promueve extender el compromiso del WSBI con el desarrollo sostenible. Además, la entidad ya mantiene otra alianza estratégica con AFLATOUN, una organización que ofrece educación social y financiera a 10,5 millones de niños y jóvenes en todo el mundo.
Como colofón a las jornadas, el WSBI celebró la primera edición de sus Premios, una gala que reunió a miembros de los cinco continentes para reconocer su contribución a una banca inclusiva, sostenible y responsable. Las casi 100 candidaturas recibidas en seis categorías diferentes mostraron desde productos financieros innovadores hasta soluciones de financiación climática, pasando por la transformación digital e iniciativas que empoderan a mujeres y jóvenes.
Los galardones reflejan el compromiso compartido de los miembros del WSBI con el desarrollo de sistemas financieros inclusivos, resilientes y preparados para el futuro. Con esta iniciativa, el Instituto demuestra que la banca responsable va más allá del rendimiento financiero, centrándose en la creación de valor a largo plazo para las personas, la sociedad y el planeta. En un mundo en crisis de valores, el WSBI reivindica un modelo financiero que no renuncia a los beneficios, pero que los entiende inextricablemente ligados al progreso social.