Indra ha cerrado los nueve primeros meses del año con unos resultados financieros que reflejan una salud empresarial robusta y una estrategia de crecimiento claramente exitosa. La compañía ha obtenido un beneficio neto de 291 millones de euros, una cifra que supone un incremento espectacular del 57,9% respecto al mismo periodo del año anterior. Este impulso no es fruto de la casualidad, sino la consecuencia de una mejora operativa generalizada y, especialmente, de la revalorización de su participación en Tess Defence, un movimiento estratégico que está dando sus frutos.
Más allá de los beneficios, la línea de ingresos también muestra un comportamiento positivo, con un crecimiento del 6,2%, alcanzando la cifra global de 3.611 millones de euros. Este progreso se produce en un contexto empresarial de gran expectación, mientras la empresa espera el cierre definitivo de dos operaciones corporativas de gran alcance: la adquisición del operador de satélites Hispasat y la posible fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), empresa propiedad del mismo presidente de Indra, Ángel Escribano, y de su hermano Javier, también consejero de la tecnológica.
Los resultados, comunicados este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ofrecen una visión completa del estado de la compañía:
- Deuda: La deuda neta del grupo experimentó un incremento del 62,2%, situándose en 114 millones de euros. Este aumento es frecuente en periodos de expansión agresiva e inversión estratégica, como el que vive Indra.
- Cartera de pedidos: Uno de los indicadores más sólidos del futuro inmediato de la empresa es su cartera de pedidos, que ha alcanzado la cifra récord de 9.512 millones de euros, un 34,9% más. No obstante, esta cifra está distorsionada por el impacto de la incorporación de Tess Defence, que supuso 1.476 millones. Si se excluye este efecto, la cartera de pedidos habría crecido un notable 14%, una prueba de la fortaleza orgánica del negocio.
El análisis por divisiones de negocio revela dónde se encuentran los motores reales de Indra:
- Minsait (Tecnología): Sigue siendo la división que más factura, con 2.226 millones de euros (un 3,1% más). A pesar de ser el negocio más grande, su crecimiento es más moderado.
- Defensa: Es, sin duda, la estrella emergente. Los ingresos en esta área crecieron un potente 13,5%, hasta los 764 millones de euros. Dentro de esta división, destaca el proyecto Eurofighter, que disparó sus ingresos un 28,9% hasta los 178 millones. En el lado opuesto, el programa FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate) vio como sus ingresos disminuían un 15%, hasta los 173 millones, reflejando la naturaleza cíclica y por fases de estos megaproyectos.
- Tráfico Aéreo y Movilidad: La división de tráfico aéreo presentó un excelente comportamiento, con un crecimiento del 16,5% (364 millones), mientras que el área de movilidad se mantuvo estable, con un ligero incremento del 0,7% (258 millones).
Las inversiones de futuro
Indra no solo crece en cifras, sino también en capital humano. La plantilla, a fecha de 30 de septiembre de 2025, alcanzó los 61.475 trabajadores, con un incremento del 5% (2.765 nuevos trabajadores), la gran mayoría de ellos contratados en España. Este hecho ha sido especialmente destacado por el presidente, Ángel Escribano, quien ha subrayado la "solidez" de los resultados y el crecimiento del empleo en el territorio español, que alcanza el 7%. El tercer trimestre también ha estado marcado por eventos clave que apuntan al futuro:
- Financiación para la innovación: La firma de un crédito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) por valor de 385 millones de euros, destinado específicamente a impulsar las actividades de I+D en las áreas de defensa y espacio.
- Expansión corporativa: La compañía ha procedido a la adquisición de Aertec Defence & Aerial Systems (DAS) y de la planta de Gijón de Duro Felguera, consolidando aún más su capacidad industrial.
José Vicente de los Mozos, consejero delegado de Indra, ha puesto en valor el papel del grupo como aglutinador de "todo el ecosistema industrial nacional", especialmente tras la adjudicación de los programas especiales de modernización lanzados por el Ministerio de Defensa. Estos resultados no solo consolidan a Indra como líder tecnológico, sino que la sitúan en una posición de inagotable fuerza para afrontar las próximas fusiones y las ambiciosas demandas de los programas de defensa europeos.