Iberdrola sigue con la intención de crecer en Estados Unidos, donde espera cerrar la fusión de su filial Avangrid con PNM Resources el año que viene. La compañía energética que preside Ignacio Sánchez Galán mantiene sus planes de expansión en el país norteamericano, territorio estratégico para el grupo y acelera para dejar cerrada la fusión en la primera mitad de 2024.

Así lo ha señalado Sánchez Galán en un encuentro informal con prensa en Mérida en el marco de la primera edición de los Premios 'Convive', donde ha considerado los obstáculos para el cierre de una operación anunciada en 2020 como normales, aunque se ha mostrado confiado en que la fusión se llevará a buen puerto.

En este sentido, destacó que, más allá de la operación, Estados Unidos es una región estratégica para Iberdrola, que prevé destinar un tercio de su megaplán inversor de 47.000 millones de euros al país, sin contar con el importe de la fusión, que ascendería a más 8.000 millones de dólares, considerando la deuda neta más ajustes. El pasado mes de abril, Avangrid acordó con PNM prorrogar hasta el 20 de julio el plazo para realizar la fusión a la espera de la decisión de la Corte de Nuevo México.

La operación crearía una de las mayores compañías eléctricas en EE. UU.

Sin embargo, a mediados de mayo la Corte rechazó la solicitud para someterla a una nueva audiencia y devolver el proceso de fusión al regulador, y fijó una vista oral para el próximo 12 de septiembre, lo que representa un nuevo retraso para completar la operación de fusión, después de que en diciembre de 2021 fuera echada atrás por el regulador del Estado de Nuevo México.

PNM Resources y Avangrid, junto con la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México, presentaron una moción conjunta en la Corte Suprema de Nuevo México en marzo para desestimar la denegación que había recibido y devolver así el caso al regulador. No obstante, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán sigue con su objetivo de materializar esta compra, que supondría la gran operación de la energética española para acelerar su crecimiento en el mercado de Estados Unidos.

La adquisición supondría la creación de una de las mayores compañías del sector norteamericano, con diez eléctricas reguladas en seis estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas) y el tercer operador de renovables del país, con una presencia total en 24 estados. La fusión ha recibido la aprobación de cinco agencias federales y la Comisión de Servicios Públicos de Texas.