El presidente ejecutivo de Globalia y Air Europa, Juan José Hidalgo, mantendrá el control absoluto y sin condicionantes sobre la dirección estratégica de la compañía aérea, a pesar de la reciente entrada de Turkish Airlines en su capital. La aerolínea turca, que ahora es propietaria del 26% de las acciones de Air Europa tras una inversión de 300 millones de euros, podría obtener representación en el consejo de administración, pero Hidalgo ha dejado claro que esta eventual participación no mermará su autoridad ejecutiva.

En una entrevista a Europa Press, el directivo ha expuesto que los detalles sobre la posible presencia de Turkish Airlines en los órganos de gobierno aún están por concretar. No obstante, Hidalgo está tranquilo ante este escenario, asegurando que su posición es incuestionable. "Yo soy el presidente, tengo todas las potestades y todos los cargos", ha remarcado.

Según el empresario, tanto Turkish Airlines como International Airlines Group (IAG), que posee un 20% del capital de Air Europa desde 2022, no han realizado sus inversiones movidas por una lógica de integración operativa inmediata, sino por la confianza en un modelo de negocio que califica de "empresa modélica". Estas inyecciones de capital han situado la valoración de Air Europa en prácticamente 1.200 millones de euros.

Las operaciones con Turkish Airlines y IAG representan, de hecho, una "hito relevante" dentro del sector de la aviación comercial europea, ya que agrupan bajo una misma entidad a tres actores estratégicos de primera magnitud. Esta triangulación capitalista, con Globalia como accionista mayoritario, IAG manteniendo su participación y Turkish Airlines incorporándose como socio minoritario, dibuja un mapa accionarial inédito con un potencial significativo para alianzas futuras.

Una etapa de saneamiento financiero y limitaciones operativas

La operación con Turkish Airlines ha marcado el inicio de una nueva fase para Air Europa, que el presidente define como "una empresa saneada, sin deudas y con un futuro muy importante". Esta transformación ha sido posible gracias a la reestructuración financiera llevada a cabo en los últimos años, que culminó con la devolución anticipada en un año de los créditos pandémicos concedidos por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Concretamente, el 1 de noviembre de 2023, Air Europa canceló los préstamos ordinario y participativo con la SEPI por un importe cercano a los 500 millones de euros. Anteriormente, en mayo, ya había liquidado otro préstamo bancario de 141 millones de euros, garantizado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Hidalgo remarca el valor de estos instrumentos de apoyo público. "Los 475 millones de euros prestados por la SEPI fueron esenciales no solo para garantizar la recuperación completa de la actividad tras la pandemia, sino también para generar un retorno muy positivo en la actividad económica". Durante este periodo, Air Europa abonó al Estado aproximadamente 70.000 euros diarios en concepto de intereses, sumando un total superior a los 97 millones de euros, lo que supone un retorno adicional del 20% sobre el capital prestado para la SEPI.

Además, la compañía pudo mantener sus 4.000 puestos de trabajo y crear 600 nuevos. No obstante, esta posición financiera contrasta con las limitaciones operativas actuales. Air Europa se encuentra con las capacidades de crecimiento restringidas porque opera con toda su flota actualmente activa y se enfrenta a los conocidos problemas de la cadena de suministro de los dos gigantes aeronáuticos mundiales, Airbus y Boeing. Esta escasez de nuevos aviones condiciona cualquier plan de expansión a corto y medio plazo.

La compañía, que tradicionalmente ha operado con una flota 100% compuesta por aparatos Boeing, sorprendió al sector el mes pasado al firmar un acuerdo con Airbus para la adquisición de hasta 40 aviones de modelo A350-900. Esta decisión responde principalmente a los largos plazos de entrega impuestos por Boeing. Las primeras unidades de Airbus se incorporarán a partir de 2028, pero su entrada no aumentará el número total de aeronaves, sino que mejorará la capacidad mediante una mayor cantidad de asientos por avión, optimizando así la rentabilidad por ruta.

En cuanto a las nuevas rutas, Air Europa tiene previsto lanzar conexiones hacia Marrakech, Tánger y Túnez este verano, además de una ruta hacia Johannesburgo (Sudáfrica), aunque para esta última no ha establecido una fecha concreta. En cuanto a la colaboración con Turkish Airlines, las posibilidades están en fase de estudio. Se evalúa la implantación de un segundo vuelo diario entre Madrid y Estambul, así como una conexión que incluya también Barcelona, además de la operación de dos aviones de carga. Hidalgo prefiere ser prudente y señala que todo esto son "ideas que se están discutiendo y analizando", sin detalles concretos, por lo que aún no se puede precisar "hasta dónde llegarán" las estrategias conjuntas.

Esta fase de consolidación capitalista y saneamiento financiero sitúa a Air Europa en una posición de privilegio dentro del concurrido mercado de las compañías aéreas europeas de media distancia. La combinación de un accionariado fuerte, una estructura de deuda cero y alianzas estratégicas con dos grupos de primera línea como IAG y Turkish Airlines le otorga una plataforma óptima para afrontar los retos del sector, que incluyen la transición energética, la presión competitiva y la volatilidad de los precios del combustible. El relanzamiento de Hidalgo implica aprovechar este capital de confianza para navegar las actuales restricciones de la industria y preparar el terreno para un crecimiento sostenido a partir de la próxima década.