El grupo alemán Hartmann, conocido entre otros productos por la fabricación de los apósitos adhesivos con la marca Tiritas, ha reforzado en el último año la apuesta por la fábrica que tiene en Mataró (Barcelona) impulsando su actividad productiva. Especializado en la producción de apósitos adhesivos sanitarios para todo el grupo, el centro de excelencia e innovación de Mataró ha incorporado nuevos productos de alto valor añadido que tienen altas prestaciones sanitarias.

Las últimas novedades, que hasta ahora se producían en Alemania: el apósito autoadhesivo estéril de silicona para personas con aversión al dolor, pieles muy sensibles y heridas crónicas y dirigido al cuidado de heridas postquirúrgicas, así como para el uso en cualquier herida doméstica, con la marca Cosmopor; la marca Hydrofilm de apósitos que actúan como capa protectora sobre heridas para reducir el riesgo de infección; Atrauman, un apósito antimicrobios que incorpora un tul, impregnado el tratamiento de heridas con alta carga bacteriana o heridas infectadas.; y Omnistrip, los apósitos de tiras para sutura cutánea.

Estos productos, de los cuales saldrán centenares de millones de unidades anuales de las instalaciones de Mataró —con la fábrica trabajando a tres turnos todo el año—, junto con el resto de líneas de producción se destinan en un 80% a la exportación para los 130 países donde tiene presencia la multinacional alemana, desde los centros de distribución del grupo en Europa, uno de los cuales está en Madrid. En el mercado español, laso marcas se comercializan en farmacias y parafarmacias y se cubre directamente la demanda de los centros sanitarios y hospitalarios.

“Industrialmente, hemos sido capaces, y tenemos que continuar, atraer inversiones industriales para Mataró y seguir desarrollando e innovando en productos de más valor añadido para ser competitivos”, manifiesta Jordi Guinovart, director general de Hartmann para España y Portugal. El directivo explica que el centro está consolidado, pero tiene que profundizar en los cambios tecnológicos, “o puede llegar a sufrir ante la competencia, dentro y fuera del grupo”, explica en referencia a la nueva planta de fabricación que la multinacional ha abierto en Polonia para series largas de algunos productos. Por eso, incluso para los artículos más básicos, como las Tiritas —que exportan con las marcas Cosmos y Dermaplast, en el resto de Europa y América— el equipo de Mataró hará mejoras industriales en las líneas de producción.

Esta política se traduce en inversiones constantes anuales. La media es de unos 10 millones bienales en inversión industriales, pero últimamente también se han aportado recursos importantes para obtener las certificaciones reguladoras correspondientes y los estudios clínicos y de toxicidad para los nuevos productos y otros.

Jordi Guinovart, director general de Hartmann España, el fabricante de la marca Tiritas
Jordi Guinovart, director general de Hartmann España, el fabricante de la marca Tiritas

El 20% del grupo alemán

La filial española acaba de cerrar el balance de 2023 con una facturación agregada de España y Portugal, de 325,9 millones de euros, con un 7% de incremento sobre los 275 millones del 2022. Se trata de un crecimiento constante y reafirma el peso de la filial española dentro del grupo, un 20%.

Las ventas anuales no solo provienen de los adhesivos sanitarios. El grupo tiene otra fábrica en Montornès del Vallès, donde desarrolla y produce la marca Lindor, de soluciones para la incontinencia en adultos. Esta área de actividad es el fruto de una operación de compra que realizó la compañía alemana para España y Portugal del negocio de incontinencia de Procter & Gamble, asumiendo la fábrica y la plantilla. Actualmente, el 15% de los artículos Lindor, a pesar de ser una marca local, también se exportan; de hecho, este volumen incluye un 7% que se distribuye para los países del norte de Europa.

La multinacional también ha dado sus cifras anuales: las ventas ascendieron a 2.353,3 millones de euros, con un crecimiento del 2,3% respecto de 2022; mientras que el resultado operativo (ebitda) ajustado se elevó a 203,4 millones, 12 millones más que el año anterior.

El grupo alemán ingresó unos 584 millones en la línea de productos para la cura de heridas y otros 500 en la cura de infecciones, unos 760 millones con los artículos de incontinencia y 492 millones con la marca CMC de cosmética, medicina y cuidado del hogar y del bebé y la marca Kneipp de complementos para el cuidado y el bienestar personal. Para el negocio de complementos, Hartmann España también trabaja globalmente para el desarrollo conceptual de la marca Kneipp, desde Mataró.

Las Tiritas y Laboratorios Unitex

El centenario grupo alemán, que cerró su filial en España durante la Guerra Civil, volvió a aterrizar en el país en 1988 con la compra de la empresa catalana Laboratorios Unitex, que en 1954 había creado la marca Tiritas para los apósitos adhesivos y también fabricaba el esparadrapo Imperial. Estos laboratorios comercializaban también los parches de Sor Virginia o la crema hidratante Famos; ambos productos fueron a parar a otras compañías farmacéuticas.

Una vez adquiridas las marcas Tiritas e Imperial, Hartmann ya reforzó la producción de los apósitos con la construcción de la planta de Mataró, en 1995, que la convirtió también en la sede de la filial para toda España. Ahora el grupo cubre España y Portugal y tiene una plantilla de 600 profesionales, de estos, unos 200 están en Mataró y unos 100 son visitadores para los centros hospitalarios al conjunto de España.

El negocio hospitalario es muy significativo para la compañía y uno de los más innovadores en productos, pero también en servicios. Mediante los sistemas de etiquetado de los productos estériles y de sus embalajes se puede controlar la trazabilidad de todo el proceso quirúrgico “que proporciona más seguridad clínica”, concreta Jordi Guinovart. El director general destaca que Hartmann se ha convertido en un solucionador para sus clientes, con la aplicación de tecnologías como la inteligencia artificial o el Big Data.