El fabricante de hemoderivados Grifols ha salido en su propia defensa ante los mercados de capitales, argumentando dos extremos: tiene 2.400 millones en liquidez -en parte por el ingreso de la venta del 20% de la china Shanghai Raas- y destinará los recursos al pago de los vencimientos de la deuda, en los plazos establecidos. En una comunicación remitida este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Grifols ha querido apaciguar a los inversores después del desplome del valor en el IBEX 35, en la sesión de este jueves, cuando se ha hundido por debajo de los 8 euros (7,97 euros), un nivel que no marcaba desde el pasado mes de marzo. Los mercados se han visto influenciados por la información de la agencia de calificación Moody's que este miércoles rebajó el rating de la multinacional desde B3 a B2 por los niveles de apalancamiento y su modelo de gobernanza.
Con el resultado de este jueves, la compañía acumula una depreciación bursátil en lo que va de año del 48%, en tanto que la capitalización se ha situado en los 4.685 millones de euros, lejos de los casi 10.000 millones con los que despidió 2023.
En concreto, Grifols ha asegurado que podrá satisfacer los vencimientos de deuda que tienen en 2025, con los 1.600 millones de euros ingresados con la venta del 20% de Shanghai Raas (SRAAS), importe que ya ha ingresado y que se destinará completamente al pago de la deuda que caduca en 2025 y 2027. "En consecuencia, la empresa pagará totalmente los vencimientos de deuda de 2025, sin tener ningún vencimiento adicional hasta 2027", ha asegurado la empresa. Además, mantiene una "sólida posición de liquidez", con más de 2.400 millones de euros a cierre de junio. Asimismo, al término de este mes, la compañía estima que su ratio de apalancamiento alcance 5,4 veces frente a 6,8 veces en marzo.
Sobre el negocio, la compañía ha informado al regulador del mercado que el flujo de caja libre del segundo trimestre se espera que sea positivo, manteniendo el 'guidance' de alcanzar un flujo de caja libre de cinco millones a cierre del presente ejercicio, que incluye 480 millones extraordinarios. Anticipa además un incremento significativo de esa métrica para 2025.
La empresa insiste también en que es una entidad "completamente separada" de Scranton, sociedad holandesa patrimonialista de los miembros de la familia Grifols, para salir al paso de algunas informaciones que señalaba que CaixaBank, BBVA y Sabadell han rechazado refinanciar su parte del crédito de 400 millones de euros de deuda con vencimiento inmediato de Scranton Entreprises BV. En el comunicado, Grifols afirma que ninguna de las obligaciones de Scranton se consolida en las cuentas financieras del grupo.
Según El Confidencial, CaixaBank, el principal acreedor, con casi 70 millones prestados, "se ha opuesto a alargar hasta 2029 el pasivo de los Grifols", dado que la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar "no ha aceptado la propuesta de los empresarios, que habían solicitado extender cinco años el crédito de 400 millones con amortización total a la finalización del mismo, es decir, con la modalidad tipo 'bullet'". Asimismo, BBVA y Banco Sabadell, que le concedieron 20 y 40 millones de euros, en cada caso, tampoco han aceptado, según apuntan las mismas fuentes. No obstante, algunas entidades internacionales sí estaban por la labor de extender el vencimiento de esta deuda, pero la negativa de CaixaBank y Banco Sabadell, y "las dudas de BBVA han hecho imposible la renovación".