Nuevo capítulo en el culebrón de Ferrovial. Desde que la compañía anunciase sus intenciones de trasladar su domicilio social de España a los Países Bajos, las reacciones, críticas o apoyos se han sucedido a lo largo de estos días. En esta ocasión, Antonio Garamendi, presidente de la patronal de empresas (CEOE) ha defendido la posición de Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, y la decisión de la compañía. A su vez, ha criticado las reacciones del Gobierno de España, tildándolas de “increíble, absurda y peligrosa”, que en las últimas horas se ha pronunciado sobre la salida de la constructora, y han expresado que en esa decisión hay un condimento ideológico.

Como fuere, Ferrovial ha dejado claro que el traslado del domicilio social no tiene otro motivo que el de intentar potenciar la marca y dar un paso más hacia el salto al mercado de valores de Estados Unidos, el cual, según Garamendi “es el mercado del futuro porque les da más confianza” a las empresas. Además de por ello, Ferrovial es una de las constructoras que más presencia tiene en el mercado del país americano, por no hablar de que la mayoría de los accionistas que figuran en su capital son de origen estadounidense o tiene su sede en el estado americano.

Garamendi defiende a Del Pino

Más allá de ello, para el presidente de la patronal, el problema no es que se critique a la empresa, sino a los directivos. “Se miran personas, se buscan personas y se intenta destrozar a las personas”, ha expresado Antonio Garamendi en una entrevista en Onda Cero. El máximo mandatario de la patronal de empresas ha puesto el ejemplo de Juan Roig o de Amancio Ortega como personalidades que son criticadas asiduamente por los miembros del Gobierno nacional. Un ejemplo de ello fue la crítica de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, quien llamó al presidente de Mercadona “usurero” y “capitalista despiadado”.

Para el presidente de la CEOE, los empresarios “son la solución, no el problema” y ha insistido en que las reacciones de Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo nacional, suponen un mensaje muy malo en España y a los inversores extranjeros”. Este punto dista con lo que precisamente los miembros del Gobierno de España vienen clamando que es que Ferrovial sale del país en un momento récord de inversión extranjera, tal y como apuntaron Nadia Calviño, ministra de Economía, o María Jesús Montero, ministra de Hacienda.

Sea como fuere, Garamendi ha salido en defensa de Del Pino y de Ferrovial, y ha pedido “respeto” a la compañía y “aún más respeto” a los empresarios de esta, añadiendo que “ojalá en España hubiera más Rafaeles del Pino, padre e hijo”. Estas palabras llegan en un momento en el que varias personalidades políticas, sobre todo de los partidos que actualmente lideran el país, han catalogado la salida de España de Ferrovial como un movimiento poco patriótico, y que demuestra “su falta de compromiso con el país”, tal y como opinó Nadia Calviño hace dos días. La vicepresidenta primera sentenció que “Ferrovial le debe todo a España”, aludiendo a la cantidad de contratos que la compañía se ha llevado en el país. Esta mañana, el diario El País contabilizaba que la constructora se había llevado 1.000 millones de euros en la era de Pedro Sánchez.

España debería tener a las empresas “entre algodones”, según Garamendi

Al hilo de la decisión de Ferrovial de incorporarse al mercado neerlandés para posteriormente incorporarse al mercado de valores estadounidense, Garamendi ha dejado claro que las compañías buscan “más confianza”. El presidente de la patronal ha destacado que España debería tener al mundo empresarial “entre algodones”, ya que “parece que cuando una empresa se ha convertido en una multinacional es un ogro”.

Además de ello, y aludiendo a la situación actual del mercado español para las empresas, Garamendi ha señalado que los empresarios quieren un Gobierno “que genere seguridad jurídica, estabilidad regulatoria, calidad de la norma y confianza”. Estas palabras chocan con las pronunciadas por María Jesús Montero el pasado lunes, cuando expresó que el hecho de que estén llegando varias inversiones extranjeras al país demuestra que “las condiciones jurídicas, económicas y de estabilidad son muy importantes”.

El máximo mandatario de la patronal ha defendido el movimiento de Ferrovial “como parte de su estrategia de expansión internacional, por seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de la norma”, y ha apelado a que muchas veces todo es cuestión de “confianza”. La CEOE se ha posicionado del lado de Ferrovial, compañía que aporta 5.500 empleos, pero que, a su vez, paga fuera del territorio nacional tres de cada cuatro impuestos, tal y como informa ON ECONOMIA. Pese a ello, y aun siendo una de las compañías que ha obtenido mayores concesiones gubernamentales, para Garamendi, “Ferrovial no le debe nada a nadie”.