El grupo español de infraestructuras Ferrovial pagó el año pasado 540 millones de euros en impuestos directos en los diferentes mercados en los que opera, la mayoría de ellos fuera de España. La multinacional está presente actualmente en catorce países, pero solo cuatro son estratégicos para la empresa que preside Rafael del Pino, señalado estos días por el Gobierno y los sindicatos por la decisión de trasladarse a Holanda para reducir su factura fiscal.

Sin embargo, la memoria del ejercicio 2022 que ha publicado esta semana refleja que Ferrovial ya paga fuera de España el 77,5% de los impuestos. En concreto, de los 540 millones de euros que abonó en total el año pasado, a la Hacienda española fueron a parar 126 millones derivados de su actividad y operaciones en el país en concepto de Impuesto de Sociedades, el IVA no deducible, impuesto sobre el trabajo (empleados) e impuestos locales. El resto, 414 millones, fueron a parar a los otros cuatro países en los que concentra principalmente su actividad.

Así, la compañía abona actualmente más impuestos en mercados como Reino Unido o América, países en los que está consolidado como gestor de aeropuertos y autopistas, que en su país de origen. En Reino Unido, incluida Irlanda, desembolsó 143 millones por tributos directos, mientras que el área que forman Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Puerto Rico se llevó 153 millones. En Polonia, su segundo mercado de la eurozona en importancia por detrás de España, pagó 107 millones de euros. Los 11 millones restantes se repartieron entre impuestos pagados en Australia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal, Qatar, Eslovaquia, Turquía, Arabia Saudí y Omán.

Ferrovial consolida fiscalmente en Portugal, España, Australia, EE.UU. y Holanda. Este último país es el destino elegido por la empresa para trasladar desde España su domicilio social para potenciar su imagen de marca y dar el salto al mercado de valores de EE.UU. También alude a motivos relacionados con la seguridad jurídica, pero rechaza que tenga que ver con una maniobra para reducir su factura fiscal.

Sin embargo, según un análisis de Banco Sabadell, la empresa liderada por Rafael del Pino se podría ahorrar hasta 40 millones de euros anuales con el cambio de domicilio fiscal, una cantidad que tendrían un impacto muy limitado en las cuentas de la constructora. Sobre todo, teniendo en cuenta que, además, la cotización en el mercado neerlandés (en paralelo con el IBEX 35) tiene consigo unos gastos implícitos de unos 20 millones de euros.

El 80% de su negocio, fuera de España

El reparto de la contribución fiscal de la empresa va en la línea con la distribución de sus ventas en los mercados en los que opera, en las que España no representa actualmente ni una quinta parte de su negocio. De las ventas de 7.551 millones de 2022, un total de 2.437 millones se realizaron en EE.UU y 1.661 en Reino Unido. La aportación de estos dos países a los ingresos de Ferrovial superan a los de España, donde el año pasado el volumen de ventas se quedó en 1.443 millones de euros. En términos relativos, el 36% de las ventas se concentraron en Canadá y EE.UU., seguida de Reino Unido (21%), España (18%) y Polonia (11%).

De hecho, la empresa apela precisamente a su presencia global para justificar su deslocalización a Países Bajos. Además, la firma Ferrovial International, la sociedad que controla el 86% de los activos de la filial española, ya está domiciliada en Países Bajos.

Al margen de los 126 millones que pagó el año pasado, 9 millones por los beneficios y 116 por el resto de impuestos directos, la contribución impositiva del grupo se eleva sustancialmente si se tienen en cuenta los impuestos recaudados por Ferrovial y pagados a las Haciendas públicas por cuenta de terceros. Aquí se incluyen las cotizaciones sociales, el IVA neto o las retenciones, conceptos que elevaron su contribución del año pasado a 1.569 millones de euros entre impuestos soportados, pagados y recaudados en todos los mercados en los que está presente. En el caso de España, el montante de impuestos recaudados por el grupo el pasado año fue de 156 millones, apenas un 15% del total de impuestos recaudados en el conjunto de mercados.

Arrecian las críticas del Gobierno 

Con todo, la empresa continúa en el centro de la diana de las críticas de varios ministros del Gobierno y de los principales sindicatos españoles, CC.OO y UGT. La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha sido una de las más críticas. Calviño, que el miércoles ya señaló a la empresa por “falta de compromiso” con España, un país al que “se lo debe todo”, consideró este jueves un error la decisión de la empresa de Rafael del Pino justo en un momento en el que otras grandes multinacionales como Maersk o Volkswagen están apostando por ampliar inversiones en España.

María Jesús Montero, por su parte, ha dicho que la medida se ha conocido tras anunciar una importante reducción de su beneficio y que, por tanto, "habrá que estar atentos a otras motivaciones".

Al contrario, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido respetar la decisión de Ferrovial de trasladar su sede a los Países Bajos y ha subrayado que la constructora española se queda "dentro de la Unión Europea y no va a un paraíso fiscal". Garamendi ha señalado que se trata de la decisión de una empresa privada que tiene "el 90 por ciento de su negocio fuera de España" y que "quiere conquistar a los inversores de la bolsa americana, donde en estos momentos tiene su expansión básica: en Estados Unidos y Canadá".