La patronal catalana Foment del Treball ha valorado positivamente las condiciones impuestas por el Gobierno a la opa del BBVA al Sabadell, que da por "amortizada" según sus palabras. El ejecutivo ha vetado la fusión de ambas empresas en los tres próximos años e impone que el Sabadell mantenga su autonomía, lo cual "dificultará enormemente que la opa prospere porque no resulta atractiva", según la patronal.

"Esta opa hostil la podemos dar por amortizada, porque no interesa a los accionistas", ha dicho al presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre.

La patronal catalana, en una visión compartida con el Gobierno catalán y el español, así como con sindicatos, Pimec y otros actores relevantes de la sociedad civil y política catalana, se había opuesto desde el primer momento a esta operación porque "perjudica el interés general y el equilibrio territorial", recuerdan.

Este lunes, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha explicado después del Consejo de Ministros que la opa se podrá llevar a cabo siempre que se garantice la "personalidad" física y jurídica del Sabadell durante los tres próximos años. La fusión de marcas, así pues, no se podría llevar a cabo hasta el año 2028 y, mientras tanto, no se pueden llevar a cabo reestructuraciones de plantilla vinculadas al procès de absorción.

Ya el día antes de este anuncio, el BBVA mostró sus reticencias a la opa y aseguró que no la necesitan para seguir creciendo. El banco español no solo se adelantaba así a unas condiciones que pudieran serle muy desfavorables, sino que también alertaba de que la posible venta de TSB podía debilitar el interés en la adquisición.

Foment cree que con la decisión el ejecutivo ha operado con "responsabilidad institucional, todo considerando que una operación de esta envergadura tiene que ser evaluada desde el punto de vista del interés general".

Pimec

Por su parte, la patronal Pimec ha valorado de manera positiva las condiciones adicionales del Gobierno a la opa del BBVA sobre el Sabadell, que cree "abren una ventana de oportunidad para preservar la competencia, el acceso al crédito y el equilibrio territorial", aunque ha pedido mecanismos de control efectivos. La organización de las pequeñas y medianas empresas ha reaccionado así a la decisión del Consejo de Ministros de aprobar la operación de concentración entre el BBVA y el Sabadell con la condición de que, durante tres años, ambas entidades mantengan personalidad jurídica y patrimonio separados, y autonomía en la gestión de la actividad, un periodo que puede ampliarse a cinco.

En un comunicado, Pimec se ha mostrado así "moderadamente optimista" ante la situación actual, pese a insistir en que será necesario "un seguimiento riguroso" y "una supervisión efectiva de su cumplimiento". A su juicio, las condiciones aprobadas solo serán útiles "si van acompañadas de mecanismos de control transparentes, independientes y con capacidad de intervención efectiva que velen no solo por el cumplimiento formal, sino también porque se respete el espíritu del acuerdo del Gobierno".

Pimec, que se ha mostrado hasta ahora completamente contraria a la opa, ha subrayado que las medidas impuestas por el Ejecutivo "responden parcialmente" a sus demandas, basadas en su preocupación por el impacto de la operación en el tejido empresarial. La organización que preside Antoni Cañete ha puesto énfasis en que la opa se enmarca en un contexto de concentración creciente del sistema bancario español, "con evidentes trazos oligopolísticos". "La concentración bancaria que habría resultado de esta operación tendría consecuencias negativas para la competencia, especialmente para las pymes, los autónomos y el mundo rural, que necesitan un sistema bancario próximo, diverso y equilibrado", ha expresado la patronal.